

Presentamos tres textos claves del reconocido poeta argentino.
Alfredo Veiravé
Radar en la tormenta
Y alguna vez, no siempre, guiado por el radar
el poema aterriza en la pista, a ciegas,
(entre relámpagos)
carretea bajo la lluvia, y al detener sus turbinas,
descienden
de él, pasajeros aliviados de la muerte: las palabras.
Monos en el parque Ávalos
No estuvieron en San Juan de Puerto Rico bañándose
en el mar de las fosforescencias
no recorrieron el Museo del Espacio de Washington
con amigos inteligentes y jamás cometerán
el pecado de soberbia.
En cambio
desde los árboles del Parque Ávalos se mueven
con una experiencia singular
gritan saltan
se despulgan tiernamente sobre los turistas
y así mueren sabiamente al margen de la historia.
Hormigas
Delicadamente transportan grandes piedras para
las pirámides de los faraones
apenas se tocan desde lejos
con las antenas versátiles
tristemente ignoran el sentimiento de los
amantes separados en los aeropuertos
y tampoco nada sintieron dentro del hormiguero
cuando la noticia de la muerte de Chaplin
recorrió el mundo en su silla de ruedas.
Según los especialistas de ciencias naturales
toda esa soledad de las hormigas no se siente
simplemente
porque no se acoplan porque sus huevos
son fórmulas del anonimato,
y porque de la lluvia sólo sienten sustancias líquidas
no sus nostalgias y eso
les impide silbar un viejo bolero de Armando Manzanero.