Customizar la realidad
FRONTERIZOS (20)
Néstor Mendoza
Hay una palabra que usualmente se emplea en el ámbito de la moda (o de la mercadotecnia): customizar, y que consiste en adaptar alguna cosa o prenda para un uso concreto o según el gusto o necesidades de cada quien. De alguna manera, Alejandro Cortés González toma lo que más cree apropiado y lo transforma para que calce en su poética. Entonces, nada es desdeñable o “antilírico”: las secreciones sebáceas, transformadas, adquieren un escaño superior. Así se cumple una recomendación dictada por los poetas que buscaron insumos en las esquinas periféricas del idioma. Esta poesía no es un traslado directo de lo observado. No es sólo pasar de un lado a otro una cosa vista, vivida u oída; tocada o besada. La noción libre del verso, del zigzag que pone en marcha, es un elemento que se puede encontrar en sus textos. Es como si el autor quisiera ser transgresor sin serlo del todo: un pie en el andamio y otro en el vacío. Alejandro estira esa cuerda del sentido pero no llega (menos mal) a romperla. Otro elemento más que destaco en los poemas del autor bogotano: el binomio, el uso reiterado del binomio para entablar un diálogo entre opuestos. Y digo diálogo y no sólo oposición de elementos, en franca y pocas veces reconciliadora comunión. Sin maniqueísmos: sólo el acercamiento frontal de esas dos puntas para ver qué acción sucede. Así se movilizan algunos poemas de Alejandro Cortés González. Él apela a la libertad de temas y registros, sin perder de vista los pilares de sus antecesores; habla del campo y de la ciudad, del amor y su eco, de las dos telas que cubren un mismo cuerpo. Estas propuestas tienden a ser compresivas con la realidad, a repensarla sin juicios discriminatorios. Celebración de pasado, es cierto, pero también reafirmación del presente desde un pronombre, desde la primera persona.
RÉQUIEM PARA EL DÍA DE HOY
Hoy soy presente,
soy tu día a día y el de los confabulados.
Juntos somos escamas contiguas
de un lagarto que toma el sol.
Hacemos una gran sopa comunal
hervida entre risas y fuegos venideros,
que pronto nos convertirán en canción pretérita,
en tren en marcha de despedida,
porque hoy somos el pasado entre los dedos,
y mañana,
el ahora que olvidamos sepultar.
LA PALABRA CAMPESINO
La palabra Campesino tiene la raíz perdida
alteraron su origen de campo
sudor baldío
árbol despojado de semilla
No hay tierra bajo las uñas del que ara
hay uñas que aran bajo la tierra
Siembra de cadáveres
neblina de tubérculos muertos
La palabra Campesino busca su etimología
levanta piedras en plazas públicas
toldos en carreteras
y no la encuentra
Camina hasta las ciudades mirando al piso
porque las raíces no vuelan
se sienten con el pie descalzo
en suelos hendidos por sangres pretéritas
Sus pupilas
rastreadoras de fases de luna
tropiezan con luces de semáforo
el hambre bosteza en cartulinas
Los nombrados por este sustantivo de raigambre extraviada
se hacen uno con el viento
ánimas de oráculos lunares que deambulan entre máquinas
Alguien sube los vidrios automáticos
esquiva la mirada
luz roja sobre el nudo de su corbata
No reconoce la etimología
de la palabra Ciudad.
BALADA DE LOS NIÑOS TRISTES
No es amor
Es su eco
Y el eco del hombre que yo era
cuando sabía que una mujer
me contaba el detalle de sus horas
Al final del día
me hacen falta sus historias como profesora de niños especiales
Escuchar sobre Angie y sus rezos para que no le amputaran el pie
sobre Julián y el temor a su padrastro
sobre la huerfanita que le pidió permiso a la profe para decirle “mamá”
Cada noche
ella me tiraba una infancia rota y apagaba la luz
Yo
en el desvelo
no dejaba de preguntarme a oscuras
por qué el dolor de niños desconocidos me clavaba agujas en los ojos
Cómo temblarían mis piernas si llegara a conocerlos
Cómo serían las nuevas huellas que su saludo daría a mis manos
La noche entera
un eco de niños tristes
Y mientras tanto el amor
también se nos volvía el débil regreso de un ruido
dos puñados de silencio
dos caras juntas como evocando un beso que no es beso
sino un tibio roce que extraña al amor
y a ella enamorada
tal como Angie debe extrañar su pie
Quizá esa niña y yo
sin conocernos
padezcamos del mismo síndrome que nos hace pensar
que esa parte que ya no tenemos
nos sigue causando dolor
No es amor
Es su eco
Amo los niños
que nacen de su boca.
EL SILENCIO
Todo humano que se acerca a otro engendra algo
Un vínculo un plan un gesto
Una sílaba un complot un pestañeo
Nunca un humano se acerca a otro para engendrar silencio
Dos hombres juntos no pueden abortar el ruido
El silencio es el hijo más puro
Es el engendro de los hombres solos
Hijo de una sola semilla
Camina entre los gritos de los andenes
y aunque nadie lo vea
de su espalda germinan vuelos de palomas
El silencio se esconde en las iglesias cerradas
vela el sueño de las campanas dormidas
huye de tanto nombrarlo con la palabra silencio
y hay que buscarlo en los entresijos de otras palabras
cuidándose de no decir su nombre
Debe ser un himno a ninguna causa
Un rito para dioses sin estatua
Como el pueblo que en ataúdes vacíos sepulta el cadáver del aire
¡¡¡¡¡¡Shhh!!!!!!
Hoy el silencio es quien nos escucha
sabe que te he dicho su nombre
sabe que no estoy solo
te ha visto conmigo
y sigue aquí
aquí
Alguna de estas palabras lo retiene.
PUBLICIDAD PARA EL AFAMADO TRICÓFERO DE BARRY
Existe hoy una muralla entre los dos.
¿Por qué?
Porque ella abandonó el cuidado de su cabellera,
perdió los atractivos que la embellecían
y mató un afecto que pudo ser la felicidad de su vida.
Igual cosa puede pasarnos a todos, hombres y mujeres.
Conserve la hermosura de su cabellera,
combata tenazmente la caspa con el uso diario del afamado
Tricófero de Barry.
Anuncio en el Almanaque Bristol de 1932.
Un hombre y una mujer se amaban
El anuncio dice que ella tiene caspa
Yo digo que él también
Ellos ya no se tienen el uno al otro
La caspa es lo único que ellos
que se quisieron tanto
tienen en común
El Tricófero de Barry combate
-no elimina-
el amor que queda entre él y ella
Combate sin eliminar
Él y ella que tanto se amaron
despiertan con la almohada llena de pequeñas estrellas blancas
Soñarán acaso que van por el espacio
y que en algún momento tienen la posibilidad de eyectar
-eyectar, no eyacular-
a su pareja fuera de la nave
y lo hacen
y regresan solos
con una carga de estrellas blancas en el pelo
Cuando despiertan ahí está su pareja
Se levantan y sobre la almohada quedan las diminutas estrellas
Nadie deja a un ser amado por tener caspa
Pero si ya no lo aman
hasta la caspa puede ser un buen motivo para gritarle
¡Vete!
No te quiero ver más a ti
ni a tu almohada cósmica
Entonces él y ella se alejan
con dolor
con vergüenza
con melancolía futura
y con una piquiña en la cabeza
que ningún corazón roto puede aguantar
Así que aplícate el afamado Tricófero de Barry
que combate
-no elimina-
y te puede alejar de la cabeza esa galaxia de estrellas blancas
sin devolverte el amor
¡Úsalo!
No sabemos qué significa Tricófero
no sabemos quién fue el tal Barry
no fuimos publicistas en 1932
pero hoy
tampoco sabemos nada nuevo del amor
ni del universo
ni de su lluvia blanca sobre las cabezas de los hombres
¡Cómpralo tú!
Yo ya no tengo amor
ni pelo
así que estoy libre de toda caspa.
LAS COSAS CAMBIARON DE VIDA
Comprar más de lo que necesitas no te ha cambiado la vida.
Comprar menos, sí.
La camiseta de fútbol se convirtió en ropa de diario.
Las pantuflas se convirtieron en calzado de todos los días.
El calzado de todos los días se convirtió en algo que espera afuera de la casa,
como un ángel de la guarda,
pero fue el alcohol de farmacia quien se convirtió en ángel de la guarda.
Y como valoraste más la comodidad que la novedad,
el saco viejo se convirtió en el saco preferido.
Los libros, películas, cedés, juegos y videojuegos olvidados,
se convirtieron en libros, películas, cedés, juegos y videojuegos,
que ya no cargan el olvido.
La leche que se fermentaba se convirtió en yogur.
El pan que se endurecía se convirtió en torta de pan.
Y hasta llegó un momento en que quisiste que sucedieran más cambios,
como que la bufanda se convirtiera en tapabocas
o el gel para el cabello, en gel antibacterial.
Fíjate que durante la cuarentena las cosas cambiaron de vida,
y tú cambiaste de vida casi con las mismas cosas.
Antes de comprar, dale otra oportunidad a lo que tienes.
Transformar, te cambia.