Alberto Pellegatta

Hipótesis de la felicidad

 

 

-Del libro Ipotesi di felicità, Mondadori 2017

 

 

 

No suena, maltratado, pero dura.     

 

Las cuartos se reducen

y en los solares de tierra batida

se desfoga la rabia de los muchachos.

 

En el malestar amarillo del pasto, una escena muda.

 

Los dedos nocturnos y arrepentidos del homicida apuntan

secuencias de espectros que vuelan con el culo abierto

hacia una dulcísima masacre.

 

La lechuza para ciertos muertos es una flor.

 

 

 

 

LA COBRA

 

La rabia de aquellas montañas

desborda del dístico con muchos legumbres

y pan duro para los pájaros.

 

No salgo de casa desde hace días, catalogo

los golpes a las paredes de los vecinos.

Si no lo hubiera inventado

negro y húmedo como una tumba, sólo sería amor.

 

Ceden los cuadrantes hasta la transparencia

como una fiesta esperada mucho tiempo.

 

El agua no se detiene en las apariencias.

 

 

 

 

HIPÓTESIS DE FELICIDAD, I

 

Dejar todo en orden como si nada fuera –

pastillas y terrazas mejor que fusiles y cuchillas.

 

Seca bajo las matas de mirto.

Se arquea inconsolable

el azul rufián de los hospitales.

No duerme nunca

ni cuando las bestias flaquean

parece un corazón robusto.

 

La pena tiene horario de visitas.

No basta esta superficie

aunque se alargue en un milagro.

Demasiado rudimentaria, con pocas pretensiones

aún, demasiada acústica, sin ser todavía

huella de animales en la nieve. Sin verbos

funcionaría lo mismo, puro estilo

sin significado. Sin manos que lavar.

 

Siempre un bien de compromiso, una fantasía

de algodón. Olvida ser un teléfono

para convertirse en afecto. Escríbeme a vuelta.

 

Desaparecería también de otros apartamentos

cubierto por un blanco desfibrado – matanzas que aceleran

la armonía natural. Aunque con otras actitudes.

 

En tus vasos el agua se vuelve asma.

Quizás un agotamiento, de grandes alas

como un alivio. Luchan los bisontes en la niebla.

 

El dolor sale aceitoso del grifo mal cerrado.

En la cavidad de la rodilla donde pica.

Por esto las descargas, el trauma, no para hallar

el equilibrio, no para formar plazas o tendencias

sino para desobedecer a la naturaleza, que poco a poco

se vuelva libertad. Dulces tiroteos aclaran la noche.

Para cada forma su contrario. Ir a trozos

para mejorar.

 

 

 

 

AMORES DEFECTUOSOS

 

No deberías fumar en todas las fotos

si la verdura congela en algún otro sitio.

 

Mientras te aseas

escribo un poema.

Cuerpos que quieren sudar

atenúan el paisaje costero.

Cómo aumenta la palidez en la terraza

cuando alcanza sus objetivos.

 

La clásica vuelta de los vencejos en el patio

que luego se separan, palabras de un discurso

difícil.

Buscábamos un poco de fresco

pero vuelves a salir del mismo hervir.

Si no fueran tormentas sería solo una larga digestión.

 

 

 

 

MÉTODO DE ESTUDIO

 

Observa el susto que estructura al paisaje

cómo han saqueado el sentido y cuanto deforme es la opinión.

Mide los libros con otros libros – tochos

 

con narcóticos.

 

 

 

 

GIACOMO O SOBRE LA INFANZIA

 

Haces bien en no pronunciarte, las frases

no te dejarán ya en paz.

Por completo en rojeces dependes

de nuestros preconceptos.

 

Total no hay nada más importante

que expulsar líquidos del cuerpo.

 

Hasta la primavera nos perjudica

recubierta de esporas. Gritas

bajo nuestra altiva magnolia.

 

Aprenden a volar a mitad de junio,

cuando ya no te cabe el cuerpo en la ropa.

 

Tendrás tu restaurante favorito, zapatos

y abrigos de la envidia.

 

 

 

 

Para escribir un número suficiente de versos

hay que haber estado nervioso muchos días

 

en ulcerada alegría.

 

Estatuas descoloridas señalan las ventanas

con sus tocados setenteros. De sus poetas

se nos parece más cercano Cavalcanti.

 

No todos comprueban lo hecho

– unas cosas a los veinte años que ni siquiera te diste cuenta

los primeros movimientos del poema a su madre

una docena de poesías bien emplomadas.

 

Tampoco es que haya mucho confort

en los ojos epilépticos de las flores.

Un calamar sombrío mueve sus tentáculos

en mi cabeza, tus conceptos.

 

 

 

 

RETRATO DE MARIO ALLORI

 

Después de la quinta planta, la «e» se pronuncia más abierta.

Al contrario que la mujer y los gatos, tiene

la sangre fría de los recién nacidos y de los lagartos.

Un perro con bozal como un yo-yo.

Un peinado como un trabajo escolar.

 

Ninguna persona culta debería fiarse.

¿Qué querrán de mí, dónde me habré equivocado?

Voy a poner a punto sus despertadores.

Alberto Pellegatta (Milán, Italia, 1978). Licenciado en Filosofía en la Universidad de Milán, estudió también en la Universidad de Barcelona. Ha publicado ... LEER MÁS DEL AUTOR