Alberto Boco

Modos de ver

 

 

 

NUEVAS VOCES DE LA ARGENTINA
Por Luis Benítez

 

La obra de Alberto Boco cumple con el segundo requisito al que Gilles Deleuze obliga al lugar del sentido: que el fundamento no debe asemejarse a lo fundado o que el fundamento debe tener una diferencia de índole respecto de lo fundado, para que podamos establecer una genuina génesis. El poeta argentino establece un lugar del sentido donde la referencia a lo real o la creación del universo paralelo se transforman en recursos de estilo empleados por él para un fin superior a esa dicotomía: la genuina génesis donde, precisamente, lo fundado se diferencia in natura de aquello que funda. La marca de talento de Boco reside en cómo lo hace y el hecho que lo inscribe en la posmodernidad, lo quiera el autor, es la aguda conciencia que tiene de su proceso creativo y la génesis final de lo creado.

 

 

 

Poemas de Alberto Boco

 

 

Los perros cueteros

“Mientras buscaba la estrella vespertina en una fría ventana
y silbaba cuando Arturo derramaba su luz,
oí reñir a los lobos, y dije: Entonces esto
es el hombre”
Allen Tate

 

festejos tradicionales y ellos aparecen
un despertar cuando medra la noche y las explosiones comienzan
andar solos por ahí hasta el ritual de lo que se pudre
y disimular en el ruido y el olor de la pólvora barata
efectos de la temporada…

sucios de arenas el gesto distraído
pelo encrespado como en un enojo
se van amontonando en el andar cansino hasta que lo avivan
donde se junta la presa casi nadie mira
tal vez algún chico que adivina y alguna mirada
otra porque intuye
gesto veloz de repente contra el estampido
fuego en la boca y otra vez hacia allá
lejos

qué canta en el fuego y el humo en el chasquido
como rama reseca que se quiebra cada vez
qué canta en la sangre y en la carrera de súbito despierta
y vos que los mirás como se mira el amor
esa química orgánica con ropa de ternura
mirar que no se nubla en el farolero simular de la época
quién sabe qué piensa —decís
detenido ahora en el alto de la mañana
como sombra contra el moverse del mar
ahí las nubes coloreando como si vos y yo no supiéramos
que nada de todo eso es intención mientras ellos están ahí
con esa cosa que raspa como espera debajo de la sangre
cada estallido que apure la caída
del que no mira duerme y se divierte mientras
ellos con la traza del viejo mapa y el ojo que parece apagado
pero detrás de la mirada esa sombra
que apenas campea………………..sabe y espera
desde lejos y a su modo
sabe y espera
siempre
desde bien allá

Para Pugnax

 

 

Tardecitas

te digo que hay cosas que la mirada no sabe
las devela te digo como si las llamara de reojo
por un sendero del parque lo descubro
picotea el pasto el pájaro carpintero y también ahí
en otra parte deshecha contra la pala excavadora
un revoltijo de pluma gris y rojo la paloma
dirían algunos que los dioses la dejaron
sombra sin memoria en el orco dirían pero
yo que trabajé con celo la carne para no caer
en la clausura de allá y elegí lo abierto de aquí
esta cerrazón cerca de las cosas como para volar bajo
apenas veo la piel de la belleza en este reflujo de todo
como cuando tus ojos en vos capturan el matiz
el cuerpo fugaz en los trazos y de golpe pareciera
que toda la pena del mundo le caben
como cuando ves pequeñas tragedias y no se te nota
entonces yo que soy un confidente que no sabe traicionar
te miro hecho un animalito furtivo para llegar en vano
al tacto de lo que ya ni te pertenece de tan tuyo
no llegar nunca —esto es lo digno—
a lo inapresable de vos y lo desconocido de mí.

 

 

Fotograma

ni una sola hoja el árbol ese
contra el cielo espeso de julio

desafía la fuerza de la gravedad y la brisa
fuera del tiempo detenido el dibujo del árbol
en esa luz diciendo que para mirar
el ojo es nada más que un aparato

lo que ve y lo que mira
el capricho estocástico del día2
es otra cosa

Para Daniel Tubío

 

 

Pájaros

… la torcaza en vuelo desconoce la palabra
en la que se apoyan tantos
cuando se gesta el movimiento se cruzarán dos curvas
dos ecuaciones posibles            tres nociones
instinto                 precisión                   alimento
la palabra destino queda fuera
corren tiempos que suman cuerpos con esmero contable
y andan los que piensan que hay preguntas
que por estos días no deben hacerse
¿qué… dónde…
…dónde la tal vez verdad en el extremo del camino?
a contraluz de la tarde brilla un dorado angélico
el halcón peregrino detiene su planeo
arquea las alas
una flecha sobre la torcaza a 300 km por hora
no tienen sentido en ellos las voces
que dicen azar belleza lo justo las alegrías
la tristeza es humana.

 

 

Modos de ver

… sobre un techo de cualquier ciudad
un gato se funde con su sombra
sigue con la mirada el planeo del rapaz
que hace su sombra en otra parte
sin saber si hay un resto que flota
o amenaza entre la cosa y su sombra
el gato ya no está y el pajarraco
se perdió de vista en lo alto
no queda un vibrar en el aire
o alguna señal de lo que pasó
en una calle de Lisboa un gato y su sombra
se mueven por el empedrado
y un hombre con los ojos de otro
lo ve pasar y no se distrae
sigue con sus pensamientos
hay algunas nubes en una tarde de sol.

 

 

Peloteo

…en el patio de la casa la pelota golpea la pared
vuelve a la mano del chico
va    viene   va
de la mirada
al contacto
la esfera de goma por un instante pierde la forma
pero en el ojo no permanece aquel momento
demanda que algún artefacto lo permita
se congele la imagen se haga un corte preciso
cuando la pelota se deforma y queda
el objeto efímero paredpelota
el chico extiende los brazos abre las manos
la pelota moviéndose devuelve la normalidad
los relojes que puntean el trayecto desde-hasta
marcan ritmos que no aprendimos a nombrar
saltos de un insecto sobre un charco
el fogonazo del relámpago y las distancias
recorridas por el segundero que no retiene
que no atrapa el tiempo sino
a este incierto nosotros y al chico
que juega en el patio contra la pared.

           

 

Telarañas

Su juego es y ha sido el de extinguir, no el de recordar.
Thomas Pynchon

… el ojo de poeta enlaza su extensión
en  el  metal de la reja
sobre su solidez tejen las arañas
así
la enredadera trae las hormigas que
cuanto más patalean
mayor es el enredo
las arañas esperan
desconocen la voz de la urgencia
cansancio y ponzoña hacen el trabajo
arrastrada a lo más denso la presa
es alimento
brilla el sol en la brisa sin filo de la tarde
y apenas parecen vibrar los pétalos
del ojo de poeta
son cinco en torno al vacío de su centro
nada parecido a cualquier atributo
(sonido de palabra)
emerge de la flor
de la hormiga
de las arañas
que atraviesan su ciclo sin más
preso del tiempo el humano repite
dice comedia y tragedia
las historias y la historia
dice araña           hormiga         flor
sigue
sigue y satura
el espacio del silencio.

 

 

tropezón

… va con paso firme hacia delante
pura imagen de atropellar la mañana
el mañana o la montaña
pisa la baldosa que parece vibrar
que como todo mineral desconoce
(no padece) las fábulas de la espera
y provoca el desbalance del paso
un oleaje de la gravedad por el cuerpo
…la hoja temprana
el bloque de hielo en el estruendo
la levedad en la brisa…
con o sin peso todas las cosas
convocan como las palabras
más o menos ruido y furor (1)
pero el caer
el puro caer en su caída
está envuelto en silencio.

 

 

 

 

__________

(1)La novela de William Faulkner “The sound and the fury” (1929) fue traducida al castellano como “El Sonido y la Furia” y también como “El Ruido y el Furor”. Remite a una conocida línea del monólogo “Tomorrow, and tomorrow and tomorrow” en Macbeth, de William Shakespeare (Life’s but a walking shadow, a poor player, That struts and frets his hour upon the stage, And then is heard no more. It is a tale Told by an idiot, full of sound and fury, Signifying nothing).**

(**)La existencia es una sombra que anda, /un pobre actor que en escena se exalta / y pavonea y nunca más es escuchado. / Es un cuento que cuenta un idiota, / pleno de sonido y furia, / que nada significa. (traducción de L.B.)

Alberto Boco Nació en la Ciudad de Buenos Aires, República Argentina, en 1949, donde actualmente reside. Ha publicado los libros de poemas: “Arcas o ... LEER MÁS DEL AUTOR