

Presentamos dos textos claves del reconocido poeta y traductor mexicano.
Alberto Blanco
SUEÑO EN UNA ESTACIÓN
DE TRENES AL AMANECER
Estoy en una estación
a bordo de un tren
Camino de carro en carro
de puerta en puerta
Paso gabinetes y fuelles
ventanas encendidas
Pero al poco tiempo
ya no hay ventanas
No hay fuelles ni carros
no hay tren ni estación
Sólo la luna dormida
sólo el cielo y la tierra
Y las blancas estrellas
que iluminan este poema
MI TRIBU
La tierra es la misma
el cielo es otro.
El cielo es el mismo
la tierra es otra.
De lago en lago,
de bosque en bosque:
¿cuál es mi tribu?
-me pregunto_
¿cuál es mi lugar?
Tal vez pertenezco a la tribu
de los que no tienen tribu;
o a la tribu de las ovejas negras;
o a la tribu cuyos ancestros
vienen del futuro:
una tribu que está por llegar.
Pero si he de pertenecer a alguna tribu
-me digo-
que sea a una tribu grande,
que sea a una tribu fuerte,
una tribu donde nadie
quede fuera de la tribu,
donde todos,
todo y siempre
tengan su santo lugar.
No hablo de una tribu humana.
No hablo de una tribu planetaria.
No hablo siquiera de una tribu universal.
Hablo de una tribu de la que no se puede hablar.
Una tribu que ha existido siempre
pero cuya existencia está todavía por ser comprobada.
Una tribu que no ha existido nunca
pero cuya existencia
podemos ahora mismo comprobar.