Alba Seoane

Éxodo de una luz

 

 

 

 

1.

Nació de sí mismo, su rostro trazaba los designios de la tierra.
Camuflado entre manglares, surgía del barro y los cáñamos
mordía las serpientes…
Los dioses del agua libraban una batalla, le observaban desde el fondo.
Las termitas recorrían la esfera de sus mejillas, lo devoraban como a un árbol.
El perfume de los pájaros sonó como una selva en llamas.
Con los ojos fijos en lo incógnito
el último hombre libre se adentró en el vientre submarino de los bosques.

 

2.

Mi camino está en el bosque
soy hija de los páramos
de las aves rapaces
nado a oscuras entre el ramaje
respiro con el corazón de la tierra;
los árboles me sostienen
extienden sus arterias por mis dedos.
No tengo miedo del cuervo blanco
la codicia me arrastró hasta su orilla
disipó la maleza que cubría mis manos.

 

3.

BRUIXAS

Emitió un bramido
y todas las mujeres buenas se abalanzaron sobre él
despertaron de las cuevas y los cementerios
de las fisuras y las murallas
agotaron sus deseos
relamiendo huesos
encajaron patadas desde el suelo.
Se interpuso entre el sol y su sombra
les regaló flores
escupió al fuego
y todas las mujeres buenas
ardieron en la magia de su belleza
sobrevolaron la historia como un recién nacido
trenzaron hierbas sobre otros cuerpos
amaron
en silencio y en pecado.

 

4.

BAJO EL AGUA

Este anhelo de agua
esta ciudad inmunizada
este llanto
que anega las baldosas
sumerge los campos
enloquece a los amantes.
Esta prisa
esta cosecha apresurada
que subyace
como una lengua muerta.

 

5.

Me zambullo en un bosque pétreo, inabarcable. Del miedo brotan animales
como amenazas, apareciendo a salpicones entre los árboles. Todo es oscuro
y hermoso, la tentación bifurca los senderos, lame los monolitos, deja un
reguero de sangre limpia con un cordón que va del bosque a mi intestino.
Los animales monstruosos son mi muerte, pero también mi sexo. Huelen a hijo
y a placenta. Entonces oscilo en el mar, colisiono con el vértigo mal calculado, pataleo
entre mundos submarinos y bordeo las fauces que esconde el agua.
Todo es peligro. Todo está con vida. El bosque me arropa como a una hija malcriada.

 

6.

Una bandada de libélulas se aloja en mi corazón
se debaten ansiosas entre la luz y lo ignoto
estampan sus alas en mis arterias
corren por sus ramificaciones
brotan tal vez de un recuerdo
beben de la sangre estancada
me recuerdan quién soy.

 

7.

Murió el hombre más solo del mundo
el más antiguo
dejó restos de tierra húmeda entre mis uñas
música de corteza ecuánime bajo mis raíces
llanto
en los hijos de los ríos
las moléculas que nos enaltecen
los primeros padres.
Murió
mi última esperanza
como los ojos de los pájaros
cuando se agotan.

 

8.

ÉXODO DE UNA LUZ

Ayer vino a visitarme una sombra
tenía el grito de las calles
espigas aplastadas sobre los maizales.
Tenía llanto.
Moribunda
la sombra no encontraba su sitio
en la inmediatez de los lapsos.
En una mano
escondía un retallo
premonitoria
lo calentaba como un hijo único.
En sus pies crecía la hojarasca
era amante, pero deambulaba.
Cautiva
la sombra
albergaba silenciosa el cáliz de la luz.

 

9.

EPIDERMIS

Sucio y lento
atravesó las pieles vacías,
los espejismos.
Se cruzaban en su pena
miradas extraviadas,
ideas excelsas de uno mismo,
una ciudad decrépita como sus bestias.
La lentitud lo salvaba,
le dejaba tiempo para pensar,
lo traspasaba como un silbido.
Su casa estaba en lo subterráneo,
entre la verdad maloliente y las ratas.
Aun así,
él, sucio y lento,
podía ver la ciudad desde arriba,
en descomposición.
Podía soportarlo.

 

10.

Mi historia se halla a medio camino entre el sopor del granito, de las llanuras vacías y los prados reverdescentes. Mi esqueleto lo conforman ortigas y sueños, olivares en alta mar, troncos de formas siniestras y alegóricas, manzanas, manzanas verdes y rojas que abren sus bocas engullendo el deseo… Pastos inmundos devorados por la carne, reflujo de criaturas que nunca vieron el sol, helechos y espinos que trepan por los pazos y despiertan a los padres, murallas interminables.

Son mis órganos naranjas amargas, grotas e labirintos, canções marinheiras no fundo do mar.

 

Alba Seoane Nació en Cartagena (Murcia) el 4 de julio de 1981. Estudió Traducción e interpr ... LEER MÁS DEL AUTOR