Presentamos tres textos del gran autor de la Martinica en la traducción de Aldo Pellegrini.
Aimé Césaire
Sol serpiente
Sol serpiente ojo fascinador ojo mío
el mar piojera de islas crujiendo en los dedos de las rosas
lanza-llamas y mi cuerpo intacto de fulminado
el agua eleva las osamentas de luz perdidas en el corredor sin pompa
torbellinos de hielo aureolan el corazón humeante de los cuervos
nuestros corazones
es la voz de los rayos domesticados que giran sobre sus goznes de lagartija
traslado de anolis al paisaje de vidrios rotos
son las flores vampiros que suben a relevar las orquídeas
elixir del fuego central
juego justo fuego mango nocturno cubierto de abejas
mi deseo un azar de tigres sorprendidos en los azufres
pero el despertar estañoso se dora con los yacimientos infantiles
y mi cuerpo de guijarro que come pescado que come
palomas y sueños
el azúcar de la palabra Brasil en el fondo de la ciénaga
Supervivencia
Te evoco
bananero patético que agitas mi desnudo corazón
en el día salmodiante
te evoco
viejo hechicero de las montañas sordas por la noche
justamente la noche que precede a la última
y sus redobles de tedio golpeando en la poterna loca de las ciudades
enterradas
pero no es sino el preludio de las selvas en marcha sobre el cuello
sangrante del mundo
es mi odio singular
llevando a la deriva sus témpanos de hielo en el aliento de las
verdaderas llamas
dadme
ah dadme el ojo inmortal del ámbar
y sombras y tumbas de granito cuadriculado
pues la barrera ideal de los planos húmedos y de las hierbas
acuáticas
escucharán en las zonas verdes
los intérpretes del olvidos anudándose y desanudándose
y las raíces de la montaña
exaltando la estirpe real de los almendros de la esperanza
florecerán por los senderos de la carne
(la penuria de vivir pasando como una tempestad)
mientras que bajo el cartel del cielo
un fuego de oro sonreirá
al canto ardiente de las llamas de mi cuerpo
Avisos de disparos
Aguardo a la orilla del mundo a los viajeros que no llegarán
dadme
leche de infancia panes de lluvia harinas
de medianoche y de baobab
mis manos que espinaron matorrales de astros
mas rescatadas por la espuma
desciñen de antemano
el jubón de cerrojos
y la fulminante geometría del trigonocéfalo
para mi sueño con piernas de reloj retrasado
para mi odio de cargamento hundido
para mis árboles gigantes de Tasmania
para mi torre de cabezas de Papuasía
para mis auroras boreales mis hermanos o amantes
para mi amiga mi mujer mi otaria
oh vosotras todas amistades maravillosas,
mi amiga amor
mi muerte, mi sosiego, mis cóleras
mis lebreles
mis sienes malditas
y las minas de radio soterradas en el abismo de
mis inocencias
saltarán desgranadas
en el comedero de los pájaros
(y el estéreo de estrellas
será el nombre común de la leña recogida en los aluviones
de las venas cantantes de la noche)
la bailarina invisible disparará al corazón
en el minuto 61 de la última hora
con proyectiles incandescentes de infierno y de
flores por vez primera
a la derecha de los días sin carne sin ojos sin desconfianza
sin lagos
a la izquierda los fuegos pilotos de los días no más y de los aludes
el pabellón negro con dientes blancos del Vómito Negro
será izado durante la duración ilimitada
de la fogata agreste de la fraternidad.