Agustín Monsreal

Diccionario al desnudo

 

(Fragmento)

 

 

 

AVISO DE IMPORTANCIA
Este Diccionario es apto únicamente para todo público. Si el lector
no es todo público, favor de abstenerse.

 

 

A. Letra que hizo de sus piernas abiertas un mérito y que, gracias a él, ocupa el primer lugar en el alfabeto.

 

Abogado. Artífice del retruécano. Tejedor de la maniobra legal que convierte al culpable en un ser inmaculado. Si todos los presuntos culpables de veras fuesen inocentes, no habría abogados.

 

Aborigen. Ejemplar humano que, en virtud de los avances científicos en los métodos de defensa contra la guerra, el respeto entre las naciones y los individuos, la preservación del equilibrio ecológico y algunos otros aspectos igualmente interesantes de la convivencia y el progreso de la civilización, volverá a ser dentro de poco el dueño del planeta.

 

Absurdo. Medida de emergencia que se adopta para salvar a un país de la ruina económica provocada por la aplicación de una medida de emergencia que se adoptó para salvar al país de la ruina económica.

 

Acechador. El que se entretiene espiando por el ojo de la cerradura, por la ventana o por cualquier tipo de rendija, la intimidad de una mujer. Este hábito, comúnmente, se adquiere durante la infancia y dura toda la vida. Las enormes satisfacciones que proporciona no son sólo visuales.

 

Activa. Mujer que se pasa el día tratando con hombres inteligentes y por las noches platica con su marido.

 

Águila. Animal sagrado que nos enseña que hay que aprender a mirar al sol de frente, no sólo para que no te deslumbre, sino para que sepas apreciar la luz. Esto afirmaban, con sincera reverencia, los estudiosos Cástor y Pólux en sus cursos de verano para estudiantes universitarios. Naturalmente, estamos hablando de cuando aún existían las águilas.

 

Amanecer. Pañuelo húmedo con el que el mundo se limpia su carita sucia de noche.

 

Amaneramiento. Delicadeza de gestos, actitudes y modales que caracteriza, en opinión de Chester K. Shanet, a un bailarín, a un cocinero o a un futbolista cuando se vuelve famoso.

 

Amante. Mujer que hace con nosotros todo lo que no le permite hacer la moral de su marido.

 

Ambrosía. Entre los antiguos, bebida de los dioses y de los hombres. En los tiempos modernos, únicamente de los dioses; los hombres se conforman con cualquier porquería.

 

Amistad. Se refiere a la relación entre un hombre y una mujer que no pueden acostarse juntos.

 

Amor. Trámite de la burocracia social y/o doméstica. Según la doctrina revelada por la escuela posmedieval de los amoristas, presidida por Marcus F. Laetevirens, error esencial, desgracia; sentimiento innecesario y bárbaro, absolutamente prescindible; ejercicio que se practica por fastidio, por ocio, por costumbre.

 

Anestesióloga. La especialista que no solamente te duerme con la candidez profesional de sus encantos, sino que además le roba para siempre un trozo a la geografía de tus sueños.

 

Anticomunismo. Arma fascinante y muy sensible que persigue, como fines, la sabiduría, el orden y la perfección. Es muy apreciada por los delincuentes de la democracia. Se utiliza particular e indiscriminadamente contra indígenas, inconformes sociales, sindicalistas hambrientos y otros sectores mayoritarios e indefensos de la población que entorpecen el progreso.

 

Anticonceptivo. Método ideal, ya probado con los humanos, para terminar de una vez por todas con la sobrepoblación de ratas. En lugar de ponerles trampas con queso fresco y galletas de fresa rellenas de veneno a las puertas de sus agujeros, o destriparlas bárbaramente a punta de escobazos, es mejor y menos desagradable proporcionarles lotes de anticonceptivos disfrazados de migajas de pastel de cumpleaños. Debemos hacerlo, y rápido. Porque si no, al paso que vamos, acabaremos casándonos con ellas, como nos advierte Alexander Scheglow en su inquietante novela Una atracción irresistible.

 

Aproximación. Ambigüedad, frontera, filo de la navaja en que está parada nuestra cercanía sentimental con cierto tipo de mujer: somos algo más que un amigo, pero poco menos que un amante.

 

Aquelarre. Situación oscura. Quién sabe qué tipo de festejo, orgía, bacanal, lance íntimo, carnaval o ensabanada romana sea, pero si te invitan, tú di que sí: vale más morir deshonrado que ignorante, como dice Abramiel con lúdica y visionaria bellaquería.

 

Arcoiris. Cinta que el cielo se pone en la cabeza los días que le toca lavarse el pelo.

 

Arrodillarse. Acción caballeresca o amorosa que llevamos a cabo ante una mujer con el noble propósito de que posteriormente y para siempre viva de rodillas a nuestros pies. Esta práctica da excelentes resultados, sobre todo con las mujeres románticas. Se usa también para conseguir y/o mantener el favor de los poderosos.

 

Arte. Estigma. Fatalismo. Actividad meramente imaginativa elegida como destino, oficio o profesión por aquellos a quienes, desde pequeños, sus seres queridos les decían: “Tú no sirves para nada, eres un cabeza hueca, nunca vas a ser nadie en la vida.” O sea, lo mismo que le dicen a cualquiera que demuestra un mínimo de sensibilidad, de independencia, de razón. Salvo pocas excepciones, el artista se muere de hambre; casi sin excepción, los especuladores se hacen millonarios con el tráfico de obras de arte.

 

Artes (VISUALES). Todas aquellas caricias lúdicas e imaginativas que mis ojos van fraguando, palmo a palmo, en las piernas de mi vecina del 601.

 

Ateísmo. Malignidad que huele a excomunión. Hasta donde se sabe, se trata de una dolorosa aberración mental que tiene un costo muy alto. (Ignoramos exactamente cuánto, pero de que es caro, lo es.)

 

Autocensura. El arte de callar lo que se piensa por miedo a lo que piensen los demás. Es cosa muy común entre la raza de los subordinados, según se lee en una inscripción secreta del templo de Apolo en la isla de Delfos.

 

Avión. Vehículo de altos vuelos que vino a quitarle la venda de los ojos a los artistas que siempre que pintaban a Dios lo ponían por las nubes. Ahora, en los tiempos actuales, los que andan en las nubes son los artistas, y quién sabe qué demonios es lo que pintan.

 

Ayer. Medida de tiempo que se alarga con los años, a diferencia del mañana, que es cada día más corto. En la memoria, todo lo bueno de la vida se queda en el ayer; en la imaginación, todo lo mejor de la eternidad nos espera en el mañana. El presente, por su parte, es el puente entre el pasado y el porvenir, la siempre edad de la añoranza.

 

Babero. Liencito que recoge el alelamiento de mis ojos cuando se topan con las piernas de mi vecina del 601.

 

Banal. Rasgo definitivo y característico de la literatura contemporánea. Suele ser muy apreciado —y en ocasiones implacablemente exigido— por los editores, los críticos y los lectores en general.

 

Barriga. Lugar en que la mamá guarda a la cigüeña que trae a los niños.

 

Bayoneta. Motete simpático y ampuloso que en la milicia se da al miembro sexual masculino. En la marina se le nombra mástil. En la aviación, tren de aterrizaje. En la escuela de monjas, pajarita. Entre niños, pito o pirinola. En el automovilismo, embrague. Los cañeros lo llaman machete; los pescadores, pez espada; los madereros, leño; los cazadores, rifle; los relojeros, tornillo de precisión; los ferrocarrileros, riel; los carpinteros, clavo. Algunos guerreros lo llaman lanza, espada o jabalina. En los mercados se le conoce como nabo, rábano, zanahoria, chile, plátano. Las mujeres se refieren a él de muy distintas maneras, pero las psicoanalistas que le dicen pene, no saben lo que dicen.

 

Bebedero. Pecho materno. O aunque no sea materno, lo que importa es que sirva para dar de beber al sediento. O al nostálgico. O al goloso. O al triste. O al ordinario que sólo quiere pasar un buen rato.

 

Beso. Medicina de aplicación externa provista por la naturaleza humana para los enfermos de amor o simplemente de pasión, ansiedad o deseo. Su empleo es delicado y puede causar adicción.

 

Bien. Contrincante más o menos eterno del Mal. Los combates entre el Bien y el Mal suelen ser breves, aunque no necesariamente intensos. Desde hace ya muchos años, estos pleitos carecen por completo de interés para el público, pues como en un acto de circo soso y repetitivo, el mismo contendiente gana siempre. Pero no por eso el mundo es distinto.

 

Bigamia. 1.- Guerra de alcoba con dos frentes de ataque. Es algo tan natural como tener dos orejas, dos párpados, dos hileras de dientes, dos riñones, dos hemisferios cerebrales.

2.- Perturbación de la mente que nos hace creer en el espejismo de que dos mujeres valen más que una. Cuando a las mujeres les da por creer que dos hombres valen más que uno, las cosas se ponen feas, intolerables.

 

Bígamo. 1.- Tonto. Infeliz. Que gusta de bocadear. Ingenuo que imagina que una mujer puede ser mejor que otra. Ablandahigos. Amancebador.

2.- Pájaro que reparte los huevos en dos nidos, o bien, sacerdote que oficia la misma misa en dos templos, y también, “rebanada de jamón entre dos trozos de pan”. (Tristán Justo Bernhardt, Enciclopedia de los amantes imperfectos.)

 

Boca. Abertura anterior del tubo digestivo con la cual el pez y el político se meten en cada lío. Las personas prudentes la mantienen cerrada, para que no entren moscas ni salgan estupideces.
Bonita. Bonita, lo que se dice bonita, no cualquier mujer; pero la que lo es, no tarda mucho en darse cuenta y volverse caprichosa, berrinchuda, exigente, insoportable. Y eso cuesta no pocos dolores de cabeza. Y dinero, claro. Por otra parte, salir con ella a la calle es peor que sacar de paseo a una jirafa: todo el mundo se detiene para curiosearla, lo que a la larga resulta muy incómodo. Tampoco puedes dejarla sola en ningún lado, ni confiarte de los amigos, ni ponerle guardaespaldas porque puede resultar contraproducente; en fin, una mujer bonita está más que bien en los demás, pero es lo menos recomendable si quieres llevar una vida tranquila.

 

Borrador. En cierto tipo de trabajo literario, lo que se escribe con rapidez y se publica sin corregir; en la vida, que es lo mismo pero de otra manera, el ser humano. En ambos casos es fácil advertir las buenas intenciones del hacedor, aunque eso de ninguna manera disculpa ni justifica la mala calidad de la obra.

 

Botana. La persona (ausente, de preferencia) que nos sirve de tema para irle sacando filo a la conversación.

 

Botella. Recipiente de vidrio que guarda en su interior salud, convivencia, camaradería, viejos tiempos, nombres de mujeres, dichas de ayer, idioteces cometidas en la juventud, cicatrices de la memoria, lágrimas impensadas, resurgimientos, entusiasmos, impulsos, planes para el futuro, alegrías nuevas, ansias de vivir y de tirarse a la mujer del mejor amigo, vergüenza ante el mejor amigo al que se quiere con toda el alma, como a un hermano, más todavía que a un hermano, culpas, pecados, arrepentimientos, resignaciones, odios que vuelven, rencores contra los de arriba, vueltas y vueltas al mingitorio, un cariño cada vez más grande por el mejor amigo al que ahora se quiere más que nunca, de veras cabrón te quiero un chingo, broncas del trabajo, de los hijos, de la esposa de uno que con los años engordó y se puso fea, deudas por todas partes, pinche gobierno, pinches banqueros, pinches patrones, comentarios de box, futbol, lucha libre, pinches deportistas ésos ganan harto y en dólares, peliculones de acción, ensueños de heroicidades nunca vistas, fuerzas superiores imaginarias, ganas de pelear contra el mundo, de agarrarlo a golpes y a patadas para quitarle lo maricón, lo jijo desgraciado, y más recuerdos, y más nostalgia, y más mocos y lloriqueo, y más resentimientos, y más felicidad, y más gusto por estar juntos los amigos de toda la vida, y por supuesto, un gastadero de dinero terrible, un adiós quién sabe cómo y una cruda espantosa, insufrible al día siguiente. Lo bueno es que el día siguiente es domingo, que si no.

 

Brasier. 2.- Camisa de fuerza para contener la locura de los pechos.

 

Brujas. Las hay de dos clases: buenas y malas. Las malas son las que ya están gordas, fofas, viejas y feas, o bien, flacas, pellejudas, viejas y feas. Dios guarde para ti únicamente los males de las buenas.

 

Burdel. Santuario donde se venera carnalmente a las diosas de costumbres relajadas. En los muy variados actos de adoración participan sin distingos sacerdotes y seculares.

 

Cafetería. 1.- Templo de recogimiento y meditación donde los solitarios, los románticos que aún quedan en el mundo y los haraganes, purgan todas sus culpas con seis tazas de café cada tarde. Es de esos sitios en los que uno se da cuenta de que en la vida todos tenemos los días contados, aunque no sabemos cuántos son ni quién los cuenta ni para qué.

2.- Santuario propicio para la nostalgia en que una mujer, mientras está sola, luce las piernas lo más que puede y pispiretea; pero en cuanto llega el hombre al que aguarda, se cubre discreta y candorosamente los muslos con una servilleta y adopta actitudes de monja.

 

Calcetín. Infeliz que soporta el mal genio de nuestros pies.

 

Caridad. Destapacaños. Medio de que se valen los fuertes de espíritu para quedar bien ante los ojos de Dios, y las almas puras para limpiar de porquería los conductos de su conciencia. La caridad debe llevarse a cabo delante de testigos, así tiene más mérito.

 

Casada. La que sin prejuicios ni remilgos nos brinda el favor de su cuerpo… cuando está casada con otro, por supuesto.

 

Casquiblanda. Mujer al alcance de todos los hombres; incluido, a veces, el idiota de su marido.

 

Castidad. Incapacidad para darle al cuerpo lo que se merece.

 

Celos. 3.- Asunto para el que no se requieren dotes especiales ni es necesaria ninguna experiencia. Eso sí, mientras más viejo eres, mayor es la enjundia y la profundidad del trastorno. Lo mejor de esta pasión es cuando se te convierte en locura; entonces sí, a ver quién diablos te aguanta.

 

Censor. Prohibicionista. Enemigo personal de las ideas políticas, religiosas, estéticas o morales de los demás.

 

Cerebro. Caja fuerte en la que guardamos, con auténtica avaricia, nuestras más valiosas estupideces.

 

Cielo. 1.- La tierra prometida. El paraíso que aguarda en la otra vida a los que de pensamiento y obra se portan bien. Ha de ser muy divertido, siempre y cuando Dios no ande por ahí.

2.- Hasta donde se conoce, es el menos concurrido de los diferentes albergues de la eternidad.

3.- Privilegio absoluto que, dependiendo del punto de vista, está arriba o está abajo, es decir, si lo que ves de una mujer son las rodillas, el cielo está arriba, pero si lo que ves son sus hombros, entonces el cielo está abajo.

 

Cigarro. Costumbre que se adquiere en los primeros años de la juventud y que, con el tiempo, se convierte en auténtica adicción oral. Placer inseparable del alcohol y del café: beber unos tragos o un café sin fumar, es como hacer el amor sin besar. Vicio más peligroso y difícil de sacarse de encima que una novia que espera un hijo nuestro. Lo patético, lo risible del caso es que el hijo en verdad es de otro, pero el que termina casándose es uno.

 

Cigüeña. Ave larga, muy picuda, que en tiempos menos apresurados que los actuales, para bien y para mal, influía de manera determinante en la premura con que se llevaban a cabo los matrimonios.

 

Cintura. Virtud femenina que pierde a los hombres, y a las mujeres cuando la pierden.

 

Cirujano. Heredero profesional de Hipócrates cuya ética es verdaderamente insobornable: jamás realiza una intervención quirúrgica sin antes corroborar el estado financiero de su paciente.

 

Claridad. Recurso de la mañana para avisarnos que ha terminado la noche. Suele durar todo el día, a menos que el tiempo esté nublado. También existe la claridad de pensamiento, por ejemplo, y la de intención, pero son raras.

 

Compasión. Lo que sentimos por esa pobre mujer a la que el marido le sale cornudo. (Casi todos tenemos un ejemplo en la familia.)

 

Confort. Fenómeno socioeconómico que adormece las ideas. Trae aparejada la mansedumbre. Suele ser visto con suma complacencia por los gobernantes de las democracias del mundo. Naturalmente, su empleo se lleva a cabo nada más entre ciertos sectores de las clases alta y media.

 

Constancia. Ordinariamente, en los asuntos conyugales, se le conoce como fidelidad, y no es sino la renuncia de un hombre a martirizar a ninguna otra mujer que no sea su esposa.

 

Convergencia. Ese momento verdaderamente incómodo en el que en una fiesta o en cualquier ocasión semejante, tienes que departir con el esposo de tu amante, o con el amante de tu esposa, o con la amiga de tu marido, o con tu propia amiga que viene con su marido, o con la amiga de tu mujer… Ay, somos más parecidos por nuestras diferencias que por nuestras semejanzas.

 

Corazón. 1.- Río que cuando llegan las lluvias del amor crece y se desborda y arrasa todo lo que encuentra a su paso; después retorna a la normalidad de su cauce, se aquieta, fluye sereno y un día, inevitablemente, se seca.

 

Cremación. Antevíspera del infierno. Recurso que se emplea para evitar la corrupción del cuerpo, que es el santuario donde Temístocle Mutti ubica —sin precisar exactamente dónde— esa sustancia inmaterial e invisible denominada Alma. Desde tiempos inmemoriales y en diferentes culturas se ha practicado la cremación —acuérdese usted de las piras funerarias, o de los monjes que se rocían gasolina, se prenden un cerillo y se convierten en sensacionales teas humanas que pasan en vivo en los noticieros internacionales de televisión y al día siguiente salen retratadas a color en todos los periódicos—. La cremación, en nuestro fabuloso mundo posmoderno, ha adquirido enorme popularidad y está al alcance de todos en cuotas de pago muy razonables.

 

Cremar. Desaprovechar las bondades de un producto. Robarle a la tierra lo que le pertenece. Convertir un alimento fértil en un puñado de cenizas inútiles. Ya en última instancia, despojar al floreciente mercado de órganos de la parte sustancial de su negocio.

 

Crítico. Mal necesario para la vanidad insobornable del escritor, del pintor, del músico, etc. Para el político suele ser insoportable.

 

Cruz. Objeto que hace muchos años servía para deshacerse de la gente. Por fortuna, y gracias a los avances de la civilización, en nuestros tiempos existen instrumentos más eficaces, más rápidos, más económicos y, principalmente, más humanitarios para asesinar.

 

Chatarra. Desperdicio. Basura. Porquería. Nombre que se le da a la comida con que se nutren las familias de hoy. En ocasiones se emplea como adjetivo calificativo de cierta literatura, ciertas obras artísticas y culturales en general, y no pocas veces se utiliza para designar acciones y políticas del gobierno, la economía, la televisión, los deportes, etc.

 

Chavo. Muchacho. Forma que tiene de referirse a sí mismo, y de actuar, y de vestir, un hombre que se resiste a ser arrollado por el paso del tiempo. El que se agarra a la juventud como el mono a la rama. Suele ser simpáticamente animoso y patético.

 

Chillar. Técnica brutal y ruin y espantosa que es empleada por los bebés de ambos sexos para desquiciarnos, tiranizarnos y obligarnos a cumplir rápida, exacta, servilmente sus caprichos: cárgame en brazos, paséame por la sala, cántame, dame de comer, arrúllame. Nada más chillan y se salen con la suya. Durante sus primeros años, los varones utilizan esta técnica abundantemente, pues saben que ya de grandes no podrán volver a darse ese lujo, a menos que se arriesguen a ser señalados como maricas. Las hembritas, en cambio, usan el mismo recurso a lo largo de toda su vida.

 

Chingón. Yo, tú, él, nosotros y ellos. Estos últimos son los que siempre se quedan con todas.

 

Chivo (EXPIATORIO). Porción de carne (humana) que se ablanda a golpes, se cuece a fuego lento, se condimenta con una que otra infamia y se sirve hecha pedazos. Resulta muy buena para hacer justicia y satisfacer el hambre y la sed de venganza de los poderosos y a veces de toda la gente.

 

Agustín Monsreal (Mérida, Yucatán, México, 1941). Inicia su carrera literaria con la publicación del libro colectivo 22 Cuentos ... LEER MÁS DEL AUTOR