Letanía del miedo
Alzar el vuelo
Escribir palabras pájaro
Para alzar el vuelo
Escribir en soledad
Y como un loco
Recitar en voz alta
Con la luz atrapada en parpadeos
Con el desasosiego del absoluto
Escribir palabras fuego
Para incendiar el cielo
Escribir palabras sombra
Para revelar la fosforescencia
Escribir palabras nuevas
Con palabras mordidas
Escribir sin puntuación
Y borrar las fronteras
Escribir con ahínco
El desafío de los sueños
Escribir sobre la muerte
Escribir sobre tus ojos
O el viaje de regreso
Escribir niño para reír con él
Escribir sobre la compasión
Y así entonces padecer con
Escribir con un astrolabio
Para encontrar los cuerpos
Extraviados de la noche
Pronunciar la plegaria
Para calmar el miedo
Para acallar el desasosiego
Escribir con el otro para morir menos
Para burlar el tiempo
Escribir y encender la revolución
*Del otro lado. Huerga & Fierro. Madrid (2017)
Cuelgo la ropa en cuerda gruesa
Acarreo sonidos pesados y livianos
La piedra lamenta
La desintegración de la tristeza
Corrientes etéreas celebran al Amado
Osiris y Orfeo combaten con la muerte
Ambos aspiran a la completud
Amor que vence a la muerte
Revolución de los sentidos
Voracidad de fuego en la mirada
A través del incendio toco la sustancia
En movimiento los cuerpos celestes
Fragmentados estamos
Es la caída
Es el descenso cascada al centro
Debo tenderme en mi cama
Abrir los ojos
Cerrar las manos
Apretar el puño
Soltar al halcón
Divididos corazón y torso y hombro
Lengua y boca y párpados y mano
En las nubes la sal de las lágrimas
El tiempo desplegando sus alas
Yo bebo el vino del tiempo
Hiero la palabra que nada dice
Y suspendida resiste el abismo
Para acceder al ser
Para revelar
Pero no alcanza
Y hay sed
Solo en el desierto
Fuera de estos límites
Volveremos a ser uno
*Esa que canta hacia adentro. 2024, Sílaba Editores, Colombia.
Instantáneas
Quieta –inmóvil–
Frente a la cámara
Apenas sonrío
Que parezca que estoy viva
Que parezca que estoy muerta
Sólo soy carne de foto
*De La torre sumergida, March Editor, Barcelona (2009).
Letanía del miedo
Tengo miedo y no debería
Pues conozco la escalera al cielo
Las nubes atadas a los pájaros
Las risas de las mariposas
Tengo miedo y no debería
Pues conozco los discursos de la luz
Pero hace frío y es de noche
Y todo es denso vertical y cortante
Tengo miedo de ser dos o ninguno
De estar sola siempre a tu lado
Tengo miedo de estas manos
De este brazo de esta espalda
Y esa voz al otro lado del teléfono
Lava pura en el estómago de este océano
Me han enseñado a pensar en infinitos
Me han mostrado los arpegios del silencio
Pero tengo miedo de mí misma
Enemigo cosido a mi piel
Que me acompaña cada día
Como una lengua muerta
Como una sombra escasa
Como un padre nuestro
Tengo miedo y ya es de día
*De “La vida a sorbos” de La mirada desobediente. Editorial Devenir, Madrid (2013)
Me dirijo al trabajo con ánima vaga
Los teléfonos suenan sin tregua
No hay minuto de silencio
Que nos libre de la charlatanería
Masa esponjosa de cerebros
No hay minuto de silencio
Ni espacio libre de mentira
Con apariencia de noticia
No sé de economía cerrada
No sé de producto interior bruto
Solo sé de estado de providencia
Todo se enmascara en papeles
Todo parece confabulación
Patraña y grotesca distracción
Para alejarme de la verdad de lo inútil
No hay minuto de silencio
Por todos los seres
Que mueren detrás del auricular
La mirada en electroluminiscencia
Cargada de led y anchura de banda
La mirada alucinada e invertida
La vida bocabajo suspendida
El ruido esparcido en la avenida
Sembrados de cables los árboles
Hay carteles en lugar de pájaros
Afónicos anhelamos borrar el ruido
Tus mentiras y las mías nos aturden
Reflejadas en todas las pantallas
*Esa que canta hacia adentro. 2024, Sílaba Editores, Colombia.
Nuestro linaje levante una voz única
El humo eleva el hilo de las horas
La lengua oculta descifra sueños
Nos hermana la palabra en la luz
Hablaré del néctar sagrado del libro
Hablaré del pulso de las horas
Hablaré de lo cotidiano con sencillez
Como merecen las cosas importantes
Hablaré en voz baja y para adentro
En un susurro de silencios íntimos
Hablaré del seno poderoso
Y de la flor en oro transmutada
Entre modulaciones magnéticas
Hablaré de la física del sonido
Del desasosiego y de la incógnita
De la ecuación de la lucidez
La flor y el pájaro tras el cristal
El balanceo de un columpio
El agua que fluye en la fuente
El parque ebrio de diminutas risas
Al final todo será tan simple como el agua que mana
Como la chispa de felicidad en el juego del niño
Tan natural como la flor que se abre al instante
Me fundo en sol
No creo en esos niños aterradores
Que hieren mis sueños con sus ojos blancos
No son míos. No me pertenecen
Ahora y en la hora de la reverberación de las aguas
En la sustancia del universo guardo mis recuerdos
Me proyecto hacia lo infinito
Girasoles florecen en mi cuerpo
Soy árbol y hoja y rama y pétalo
Soy humo en ascenso y vapor que se hace nube
Soy lobo y jaguar y serpiente en el trono del pájaro
Salgo de la noche hasta hacerme destello y resplandor
Muda como la H
Infinita como la S
Perfecta como la O
Bifurcada como la Y
Estoy en calma. Estoy en calma.
Estos son los colores claros y brillantes de la habitación de los niños
Me sumerjo por decreto de Hermes y de Orfeo
En la Música que mana del universo y a ella me entrego
Hasta morir en paz en una sola y prolongada ola sonora
Como deben morir los que sueñan con el Eco de La Palabra
*Esa que canta hacia adentro, 2024, Sílaba Editores, Colombia.
QUIEN AMA DEBE AMAR
Como quien habla a Dios
Quien bebe debe hacerlo
Como quien bebe un río
Así la que canta siente
La sustancia de la niñez
El asombro y la emoción
Ante un poema
revelado
Se hace espíritu en la boca
Y su tiempo
Es el no tiempo
Y su espacio
El no lugar
En su corazón
Fluye el aire
También el agua
Y la carne del poema
*No es a mí a quien lees. Huerga & Fierro Editores, Madrid (2022)