Juan Carlos Abril

Exilio involuntario

 

 

 

 

ELEGÍA

 

La noche es el escudo

que abarca su mirada,

la tierra que rodea

desde el riesgo a la tumba.

 

Ya amanece

en la posada del acantilado

donde cuelga un farol

y un letrero que gime en las tormentas

infernales de invierno.

 

Aquí vibra el dominio de la espada,

mano que empuña su destino

libre y que atraviesa

el territorio de la dignidad.

Yo prometo

la tierra de los sueños,

lejana de las leyes de los hombres

que ahora contemplamos.

Voz inerte,

viento, nostalgia. No te apresarán

los perros convocados que persiguen

el olor de una muerte fugitiva,

ni cederán el hambre,

los pies siempre cansados,

la persistencia del dolor.

Yo sé

que este horizonte púrpura consigue,

como fuego y presagio,

el rastro insoportable de la cólera,

la luz de la esperanza.

 

(De Un intruso nos somete, 1997)

 

 

 

ESPACIO

 

Llegas a cualquier sitio

a través de un poema:

el mundo viaja solo, y tú también

en su infinita red de vanidades

te dejas arrastrar

por símbolos, deseos,

buscando su sabor

con recuerdos gastados.

No te canses. Tampoco insistas.

Para qué preocuparse.

Quien más quiere avanzar más retrocede

en este laberinto donde olvidas

el único color de los matices,

su frágil soledad difuminada,

y arrojas sus palabras al vacío

y al caos.

Nunca el caos, camino equivocado.

 

(De El laberinto azul, 2001)

 

 

 

SOLSTICIO

Ramus aureus

 

Inquietud sin objeto, faldas

y anatomía. A medianoche

igual decir motivos o gusanos.

 

Desde la cima lanzas

discos de fuego al aire, ruedas

en llamas que descienden

 

nutriendo sueños líquidos;

y una mancha parece el bosque:

tu imagen reducida. Tiemblas

 

como las hojas de los árboles.

 

(De Crisis, 2007)

 

 

 

EXILIO INVOLUNTARIO

 

Es noche, puede ser cualquier

noche, hoy o mañana,

y nunca emergerás

desde el subsuelo a la superficie.

 

A veces

es más difícil aceptar ayuda

que ofrecerla, porque un regalo

pide algunas compensaciones

—y no agradecimiento—

a tu confianza.

Y mientras

esperas que sucedan cosas,

tus mentiras consiguen

que todo siga quieto,

el sueño intacto

por donde lo dejaste un día.

 

Hay que recuperar los sueños

y la nostalgia del futuro,

porque una causa justa

nunca fue suficiente.

Y porque algo se ha perdido

en la frontera de los nombres,

en la capacidad

que tienen de romper tabúes,

de ver sin ver,

su voz sin voz.

 

Sé que me equivoqué

con palabras

—lo que quieren decir

y lo que dicen— y que el fracaso

es un camino singular…

No puede haber comparación:

ni exploradores de metáforas,

ni monederos falsos de emociones.

 

Con palabras

pobres y generosas, atraviesas

un tiempo sin expectativas

en pos de vida literaria

que significa vida de aventura.

 

Con palabras

distingues labios y raíces

y alcanzarás de nuevo

esa impureza que te arrebataron

de tu pequeño mundo antiguo.

 

En busca de su protección

más fuerte que la muerte,

tan cerca,

en un rincón del viento

y del olvido,

cruzas sus vínculos de niebla

—escotillón sellado—

y sus limitaciones

en la felicidad lograda

de tu isla desierta.

 

A solas con tu lámpara

de exilio involuntario.

Aquí y allí estaré en la oscuridad.

 

 

 

UN MODERNO DRAGÓN

mistery train
Sonic Youth

 

Nadie comprende la noche

y nada puede atravesarla

excepto tú

con este poema entre las manos.

 

Un tren es un dragón que grita en la oscuridad.

Al deslizar su cola esparce chispas

y perfora las sombras con su ojo amarillo.

 

La tierra tiembla cuando pasa…

 

Deja fragmentos o significados

para quien tenga una inquietud

y los recoja, deja

constelaciones de ciudades

en fuga: tu destino.

 

Carácter es destino

y una promesa íntima: no cambies.

 

No sé de dónde vengo,

tampoco dónde voy… pero ¿qué importa?

Quien sienta miedo nunca entrará en la leyenda.

 

Por eso vivo con el mito

de la amistad

atravesando la frontera

de esta página. Y aunque hoy esté

solo

me conmueve el abrazo que me aguarda

tras este largo viaje hacia el vacío.

 

Da igual si no te esperan

en un andén.

Yo seguiré

luchando

por la amistad, como una máquina,

a pesar de que el hombre,

como un animal fabuloso,

siempre muerda su propio límite,

y la melancolía nos deje

esta lágrima extraña

que llamamos historia.

 

Tren misterioso

por el camino

de este poema.

 

Tren misterioso hacia tu corazón.

 

(De En busca de una pausa, 2018)

Juan Carlos Abril (Los Villares, Jaén, España, 1974). Es doctor en literatura española por la Universidad de Granada donde trabaja como profesor titular. H ... LEER MÁS DEL AUTOR