El jade del delirio
I
El jade del delirio
fulge en tus ojos
Ya somos piedra
bebemos la bilis de las olas
los escupitajos de los dioses
Ya somos piedra
guardamos en nosotros
los golpes del odio contra el hueso
los golpes del odio contra el odio
Ya somos piedra
el epicentro de la sangre
la carne destrozada
la frente de los perros solitarios
que deambulan sin destino
(De “La sal de las hienas”, 2017)
IV
La soledad adentro es menor
pero la noche desinhibe
suelta las cadenas de la risa
Cualquier lugar puede ser un paradero
Danza de apareamiento
Las parejas ignoran el dominio de la muerte
En su futuro no veo el rostro del dolor
Hay inmortalidad en cada movimiento
El furgón se abre paso entre la noche
el viento nos despeina
y nos adentramos en lo incierto
—hormiguero psicodélico
pulular extasiante—
y en medio de ese caos la belleza
Su cuerpo es joven
voluptuosa su mirada
Poseídos por el opio de la luna
descendemos por las peñas
El agua es sucia y las piedras cortan
Hay sangre y carcajadas
Reconocemos
en nosotros la muerte
Matarse de a poco
es otra manera de celebrar la vida
(De “La sal de las hienas”, 2017)
EL FARDO DE LA SOMBRA
Entre los racimos de saliva y sangre
solo el fardo de la sombra
la voz de esa mujer a la que amé
esa reja entre lo que soy
y los nombres del pasado
Todavía hay ansiedad
Aún hay vestigios de algo
que no termino de perder
La muerte se avecina
pero ya estoy en medio de la muerte
ya camino en esa acera
donde la suerte es otra
dimensión de la ironía
otro rostro de su rostro
y hay mensajes perdidos
Tal vez ya es suficiente
Quizá de nada sirve
alzar estas palabras contra la soledad
(De “La sal de las hienas”, 2017)
GUARDO HOSPEDADA EN MI MEMORIA
Guardo hospedada en mi memoria
la imagen apacible del cuerpo del amor.
La luz ha de llegar de nuevo,
pero ahora, en lo real, tan solo la lluvia
cubre la calle como negro alpiste.
Mira descender lentamente
la espina de la carne en la herida secreta.
El burdel, su avaricia, sorbe mi alma agotada,
mi esperanza sedienta de sentir,
por un instante, el sordo crepitar.
En penumbra la prostituta baila
con la sinuosidad de una ancha llamarada.
Ya el ansia se amontona en el espejo,
la sombra de mi mano se prolonga.
Por mucho que el placer arda
siempre su rostro en mi interior se enciende.
(De “El abismo del hombre”, 2020)
SOLO DENTRO DE TI
Oh espejo de obsidiana
encendido en la sombra,
oscuridad del alma,
olvido del asombro,
ventana imperturbable,
cristal de huraña nitidez,
tentacular dominio
del tiempo entumecido,
voracidad oculta
en el anonimato,
exilio peligroso,
escudo tremebundo,
solo dentro de ti,
en tu insaciable hondura,
suplico sin sentido
una brizna de luz,
un rapto iridiscente,
ilusorio consuelo,
vano espejismo
de la perdida dicha.
(De “El abismo del hombre”, 2020)
TRAMPANTOJO
De madrugada, bajo la luz del alumbrado,
con la mirada en la calle desierta
pienso en el corredor
de Borromini en el Palacio Spada.
Como tal corredor, oh pobre alma tediosa,
que te seduce con su longitud
por una ideada suerte de astuta perspectiva
la luz de la pantalla te embelesa
sin pausa ni reposo, siembra en ti solo olvido.
Toda tu historia irremediablemente
es este simulacro desolado,
el dominio absoluto del ojo por la imagen.
(De “El abismo del hombre”, 2020)
THE NIGHTMARE
Como enterrado vivo
despierto de repente
sin movilidad ni habla,
tan preso, tan inerme,
bajo el peso aplastante
de una horrenda negrura.
¿Es acaso esta sombra
el perverso dominio
de una oscura entidad
hambrienta de mi vida
o es tan solo mi propio
cuerpo paralizado
por todo el vil veneno
de mi mismo odio?
Completamente tieso
oigo con inquietud
el ruido alrededor
de mi siniestra cama.
Cada punto del sueño
es un incesante ahora.
(De “El abismo del hombre”, 2020)