Christian Zurita Estrella

Prioridades y otros textos

 

 

 

Día 17

Se acercan ampulosas las sombras como superadas,
con parásita tristeza de vilano.

Vienen con valía de aguacero
aferrándose al parnaso.

Coloco greñas de relámpago en el fogón:

Recuerdo que una gata lloró su misterio
soñando recompensa de aceitunas.
Contó, desolada, sobre la noche exprimida
su ronco testamento: ocho hijos
que huyeron
y murieron errantes por tejados
donde el sol cocinó su gotera.

Todos menos uno se desfiguraron
en las cenizas turquesas de la muerte.

Si este hijo regresa entre las ampulosas sombras…

que me encuentre escribiendo.

(De La memoria de Argos, El Ángel editor, 2018)

 

 

 

Prioridades

He visto llorar a los cerdos
bañándose con la tierra.

Cada quien escucha desde su filtro
el diálogo de los pájaros,
entonces cada cierto tiempo
las hormigas se llevan las palabras,

las dejan

en el letargo de la tortuga

las inyectan

en el conejo y en su lascivia,

a su suerte las abandonan
con el plancton.

Agarra al conejo el zorro.
Lo mata
porque es zorro.

Traga el plancton la ballena
y se revuelca
porque es ballena.

Con paso de epitafio la tortuga
sabiamente se derrota,
me distingue con honor
en el tiempo elástico de su mirada
y me sonríe
porque es tortuga.

Sin embargo
he visto llorar a los cerdos.

(De La memoria de Argos, El Ángel editor, 2018)

 

 

 

Quédate

Te amor de lejos.
Te cientos de colibríes.
Te gusto haberte conocido.
Te cargo de conciencia.
Te Quito llueve contigo.
Te luciérnaga la mirada.
Te amiga desde dentro.
Te pronto tu presencia.
Te rastro de tu cuerpo.
Te fuera los pretextos.
Te noche que pasamos.
Te vino que bebimos.
Te paraíso con la boca.
Te chinesco de los nervios.
Te juramento de mi vida.
Te miedo que te vayas.
Te poema que congelo.

(Siempre fue la lluvia, El Ángel Editor, 2017)

 

 

 

Insomnio para Laky

(El ladrido es antes de las cosas).

Hace poco me he enterado que mi perra tiene epilepsia.
La he visto retorcerse y he pensado que se trata de un mal sueño,
como los que tiene un infante en movedizas arenas
o el anciano escapando de la parca.
Llora y gime, y sufre,
la rescaté hace años de las bicúspides de la ciudad
y hoy su ladrido está pelado, cada gajo retumba en esta casa.

Cuando cierro la mirada ya en la puerta del sueño, esta no abre
acecha por la mirilla
el encorvado horrendo grito solitario,
ella me ladra desde la orilla
quiere nadar solita, el Aqueronte.
La despierto de la convulsión y abrazo.

El ladrido es antes de las cosas

y ahora soy yo el que relame sus heridas.

(Cuaderno del insomnio, inédito, 2020)

 

 

 

Insomnio con supernova

Pobre y desnuda vas, palabra mía
alimento en lo más alto del pensamiento
has herido mi frente,
igual que Adán nombrando los animales
frente a la creación, todo este agotamiento de significar
almas sin descanso,
cada letra tiene su parentezco
su corazón de estrella agonizante en busca de otro cuerpo vagabundo
uniéndose en la misma órbita para morir
en una explosión que se traga los colores.

Mira al cielo:
las palabras vendrán sin que las llames
vendrán por la carroña tendida bajo el sol,
por una pausa desmenuzándose
atravesarán el aire en su misterio que se respira.

La poesía es un silencio
que se baila.

(Cuaderno del insomnio, inédito, 2020)

Christian Zurita Estrella (Quito-Ecuador, 1993). Es Comunicador Social para el Desarrollo por la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador. Gestor de proyectos, ... LEER MÁS DEL AUTOR