tomo el dolor, lo pongo sobre mis rodillas…
(Traducción al español de Emilio Coco)
sabe a incesto
nuestro amor
cuando en tus manos
late el alma de un hermano
que he encontrado
sin embargo tomamos este café
como dos extraterrestres
pensamos en las coincidencias
en los instantes en que Dios
quiere quedarse anónimo
nuestro hablar atrapado
en el tiempo
y yo que escribo para
vivir a ultranza
*
nosotros no cambiamos
el mundo este mundo
se las arregla a solas
trayectoria predestinada
dirección de marcha trazada
en el mapa astral
pero cambiaremos muchas veces de idea
sobre los juegos que hacer
e inventar para mejor soportar
el frío de finales de noviembre
juegos de palabras a oscuras
mientras desde cada adentro
relámpagos negros se disputan
un trofeo de porcelana china
vendido como si fuera de bohemia
una tacita que tú tomarás por
el asa y tirarás al canal
grande el día después
*
hoy en el almuerzo
mientras la acera
se derretía bajo
nuestros pies
me has dicho que
esperas la próxima apocalipsis
para ver todo muy limpio
sin embargo son más los garbanzos
que comes en cada comida
que nuestros años juntos
he simulado creerte
pero hubiera deseado
que me dijeras
que me esperas sólo a mí
*
pues los idiotas son contenedores
ideales de verdad un poco como nosotros
luego de repente ha llovido
durante meses y horas
días y años no ha cesado
ya nadie tenía el cálculo
tanta caída de agua
en las camas empapadas ruido
de dientes y huesos y
articulaciones molidas finamente
por la desesperación
quien ama a quien cuando
todos odian a todos
tuberías de níquel espejos
delante de las miradas siempre
más apagados ahora
busco la salida como
en un juego de ajedrez
en el seiscientos de tu madre
hace cincuenta años
*
está aquí toda la felicidad
en cada cosa o casa
en el árbol y sus hojas
en la hierba donde camino descalza
en la arena a lo largo del mar
sobre alas de pájaros
que se posan en el alféizar
en los ojos de los gatitos
recién paridos y desplazados con tiernos mordiscos
por su madre
para alejarlos de los apuros
miro la felicidad la toco
me roza sólo si vacío
mi mente miente quien dice
que lo de antes era amor
eran solo ensayos generales
para una vida llena de abandonos
nadie me ha dejado nunca
están todos allí en fila esperando
que yo aprenda a mirar el mar
yo sola lejos el adriático
apaga sus colores
pero quedan todos los dolores
de los años perdidos
en estos raros
pequeños versos míos
impresos en la ventana
a alta velocidad
que trae este verano
contigo en la ciudad
*
ecos de latidos de corazón
de un Dios trastornado
tragan
la noche
iglesias se derrumban
cara a cara con
la tierra somos
juguetes minerales
los gritos los muros
palabras inertes
danza macabra
de nieve negra que
sube al cielo
prohibición de fiestas
nuestras risas
ilícitas
hacen eco en el vacío
abierto dentro
*
baja de nuevo
una oscuridad temprana
y se come despacio
el último bocado
del día
siento en el dedo el dolor
un pinchazo de hierros
de un invierno extraviado
en el fondo de los años
la aldea apenas un recuerdo
de abuela o vieja
sin gafas
trabaja de prisa como
si fuera una competición
llegar al último punto
del calcetín de lana
ayer compré
un par de ellos a una campesina
en el patio de la catedral
y veía su edificio
quemado por los cigarrillos
que fumo a diario
he bajado de carrera
por las escaleras surgidas de la tierra mezclada
entre los curas que iban a comer
*
a los que amo están esparcidos
por el mundo
entre pueblecitos y metrópolis
alrededor de mí este domingo
me ahoga con la baba
de la espera
tu amigo dice correctamente que debemos
hacer una gran familia para estar
todos juntos pero recuerdo a sartre
con el infierno de los otros
que me habitan continuamente como
si quisieran aniquilarme
las horas se cuentan a solas gotean
sobre mi dolor acurrucado
al margen de la cama vaciada desde hace tiempo
una punzada en el alma
me envuelve en mi pasado
y con el primer cigarrillo de la mañana
veo nuestra película tirada
con tacto al final del libro
apéndice o apocalipsis
*
tomo el dolor
lo pongo sobre mis rodillas
lo acaricio susurro casi le hablo
le digo que estaremos bien
estaremos en paz
lo miro a los ojos
luego lo pongo cuidadosamente en la repisa
entre viejas cubiertas oscurecidas
enciendo la tele
una mina hace estallar surcos
y vuelan por el aire hombres en racimo
sudor en mi cara de animal herido
los libros se vuelven selva
y comenzamos de nuevo
*
mis pesadillas
son unos lunes
sobre hiroshima
cuando tiembla la tierra
por la noche sé que Dios
me mece sin ti
en los patios de los monasterios
capto misterios ahogo deseos
florecen letanías por todas partes
desde el cielo una luna diurna
se desliza despacio en el por lo tanto
de un verso tierras desconocidas
con tanta vida como muerte
les crecen alas a los caballos de la infancia
pero ya no encuentro la silla para cabalgar
los años
déjame aquí hallaré nombres
nuevos a los arcángeles
prepararé un ejército
en oración esperaré la abertura
de la frontera