Luis Esteban Rodríguez

Gatos bajo la noche del sol

 

 

 

TERMONUCLEAR

¡Yo no tengo nada que ver con una bomba!
―  Lise Meitner

 

I

 

Somos hijos de la gravedad,

y del corazón

nos hala una mano

hasta la cárcel de nuestra habitación.

Nos amontonamos con los ojos cerrados

mientras un veneno baja desde el sol.

Al final seremos motas inestables.

 

 

II

 

Una gota cae sobre mi pupila

que a la escala correcta es un océano

desbordado en relámpagos de agua.

Entonces corremos en direcciones desordenadas

dejando cuajos de humanidad tirados en las calles;

crecen formando copias huérfanas

de nuestro antiguo yo,

y se postran temerosos en galerones de egoísmo.

Bajo este nuevo orden teórico, echan a andar otra vez

chocando entre todos

y se repite el sin sentido.

 

 

 

 

GATOS BAJO LA NOCHE DEL SOL

 

Desde las alturas

Helios gobierna

los escombros del reino humano.

Bajo la noche del sol

solo una gata y sus cachorros

retan al silencio.

 

 

 

 

DRAGÓN ROJO

 

Estando tan encerrados, todos

a lo completo de la nación,

decidimos comprar una mascota exótica

porque sí.

 

Un dragón rojo

nos pareció una opción atractiva.

No entendíamos su lenguaje

ni sus comidas, menos el instructivo

o si necesitaba de alguna vacuna,

irresponsables como afición

al menos le sacábamos colectivamente a pasear;

así, largo de varios kilómetros

lo sosteníamos a ras de la tierra

sin que se escapara hacia la estratosfera.

 

 

 

 

LA CORTE DE HELIOS: ACUARIO

A Ileana Romero

 

No vengo del polvo ni de las mutilaciones óseas.

He ascendido en una burbuja

desde el fondo de una laguna

que es la pausa para el torrente.

 

 

 

 

DEVORADOR

 

Como tributo a la soledad,

un día Helios

se comerá a la poesía.

Y tras este acto de glotonería

se convertirá

en el dios del silencio.

Luis Esteban Rodríguez Nació en Turrialba, Costa Rica en 1979. Poeta, novelista fotógrafo y gestor cultural. Realizó estudios en ingeniería de sistemas en la U ... LEER MÁS DEL AUTOR