Marión Canales Jofré

Feria Libre y otros textos

 

 

 

De Feria Libre

 

 

FERIA LIBRE

En la Feria Libre de Malloco Paradero Veintidós
El paseo dominical de colores es violento. A simple vista
Manos bolsitas sacos piernas ¡Qué piernas!
Carros chiquillos engomados y perros
Muchos perros solos o acompañados
La Feria Libre del domingo parte en dos la mañana
Una mitad para comprar otra para vender. Se ofrecen
Frutas patatas relojes jeans muchachas
Pitos regulares con poco vuelo
Suerte de gitanos con tarot y amuletos
Subproductos ollas vacías y tumbas
Cajas de vino blanco y negro y tumbas
Cajas de cerveza pisco ron. ¡Tumba!
Sector duro de erradicadas orillas santiaguinas
Código ley de motu proprio y sin carabinas
Aquí el fierro es como el pañuelo o la guitarra
Fiesta de todos los domingos bebida y vivida hasta el fin

 

En esta feria nadie vende libros
Será porque nadie los pide
Pero hay Punks muchos Punks al más puro estilo
Del suburbio Neoyorkino con sus pintas Trush
No necesitan desflecar sus jeans ni desteñirlos
No artifician la moda gringa (parece que la hicieron pensando en ellos)
Trush Chilensis discípulos de la anarquía
Conocen cantan y admiran Gunse’s Roses Bon Jovi Pink Floyd
No saben quién es Whitman
Rebelde como ellos tan vital tan verdadero
Marginado también y festivo (gozarias bien lo sé de esta feria de domingo).

 

Domingo de medias aguas al mediodía domingo
Paseo de costumbre y de estas calles
Aquí viene el Nano el Mono el Siniestro el Rícha
El Quico la Cecy menos el Guatón
ni el Tatán que está en el servicio
todo el grupo de la esquina
Macheteando, comprando fácil, empeñando
Vendiendo pobre para moverse el güiro
Y llegar embalados a la noche y la jarana

 

Cabros conocidos cabros por conocer pasan
Me saludan les doy la moneda unos minutos
Una sonrisa cruzamos palmas a lo Yanki
A lo marginal Yanki cultura de TV Yanki
Y siguen adelante su camino bebiendo y viviendo a todo ritmo
Compartiendo música, pierna, miseria y locura los enajenados
Libertos de los  palomares del
Castillo  Paradero Veintidós, flor y
nata del submundo de población
Floreciendo los domingos.

 

La feria muere pasadas las dos
Desarmados los puestos los caballos relinchan
Por tirar de nuevo las carretas rugen los motores
Cambia de mano la mercadería. Fletes humanos
Como hormigas con sus cargas al hombro
Pasan entre los perros y los niños delgados
Los viejos del saco y la  Sorda
Todos disputando el festín de despedida
¡Pilas de basura vegetal!

 

Es extraño
Los que ven desde afuera el espectáculo se preocupan
A veces
Especulan enarbolan banderas hacen poesía toman partido
Decretan medidas transitorias
Y en nombre de la gente suben políticos corren dólares
Cambian puestos importantes
Bajan las acciones quiebran las empresas y hay despidos
Muchos despidos de trabajadores
Es cuando en la Feria del domingo Paradero Veintidós
No se compran ni se venden las ofertas
Es cuando en la feria del domingo paradero veintidós
El código ley es violado por todo y por nada
Por un cigarro salta el fierro entonces
Ahora el aire se enrarece borrando sonrisas
Ahora la frustración es un bicho para ser ahogado
En las botillerías de costumbre
ALLÍ SE AGOTA LA EXISTENCIA.

 

 

LA SORDA

La sorda con sus limones
Sus harapos y dolores
Yace por fin en cama Blanca de hospital.
Cuánta espera madrugada
Pobre Dios anochecido
Tantos limones vendió
La abuela perdiendo kilos
Hasta llegar la hora
De vivir o de morir
La Feria es la Feria
No se quiebra este domingo
Pero una ausencia de limones
Me para en seco el grito.

 

 

APOLOGÍA DEL SUEÑO

Este colchón huele mal en verano. Y en invierno
Con la Electric Jacquard de segunda mano es peor
Huele a cientos de cuerpos recalentados y sudados
Después de gastar el día en las calles
Huele a miles de abrazos sexuales
A millones de claros y brillantes epitafios
Colchón que huele a miseria marginal
De siglo veinte de zona urbana
En Santiago de Chile y sus extremos
Pobreza de palomares y casas de tres por tres
Mediaguas con derecho a water-casetas
Huele a subsidio básico la Bandera
La Pintana, Cerro Navia
Huele a la Victoria Pudahuel periferia
Huele a allegados a erradicados (los de orillas
Del Mapocho) a hospedaje nocturno de tránsito
Del Padre Hurtado Hogar de Cristo
Huele a hoteles baratos a casas de citas

 

Colchón que huele a familia toda
Noche común que elude la navaja del hielo
Sueño de vigilia permanente
Huele a hijas violadas a padres ebrios a resignación
Huele a sangre por eso
A golpes y a sangre de mujer (la que se opuso)
Huele a yerba y pastillas
Del grupo que terminaba sus jaranas en la cama
Después de veinticuatro horas
Este colchón huele a muerte y no me asusta
Es mío lo he comprado de ocasión
En la Feria del Castillo Paradero Veintidós
Lo tengo lo conservo y lo uso
Porque el sueño es de todos
Y HUELE ADEMÁS A ESPERANZA.

 

 

TRABAJADORA DE FERIA

Trabajadora de feria ganó concurso poético.
Su trabajo no le impide  dedicarse
a su principal pasión.

El sueño
Quiebre de fermentos
Luna torcida vuelta hacia la pared
Trabajadora de feria siente
Se da el lujo
De ser
Mujer
Exige oído permanente
Corazón absoluto
Una raya en la pared
El día atravesado por una sonrisa
La conquista de las aulas
En el propio territorio
(La huella indeclinable de su leche)
Trabajadora
Gana concurso poético

Buen titular para envolver pescado en la feria.

 

 

 

De El Vuelo de Pascual

 

 

LA GALLINITA DE GUINEA
(Adaptación libre desde la oralidad Mapuche)

La Gallina de Guinea en su corral rascaba la tierra con sus patitas
buscando semillas y tiernas lombrices cuando vio caer rendida a sus pies
a una hermosa ave que el viento le arrojó.

¿Quién eres? Preguntó embelesada
-Un Ave de Paso- le contestó y  dijo -Pascual-
por decir un nombre, con voz profunda y tranquila.
Entonces el amor abrió la jaula del corazón cruzando el tiempo de las plumas Y fueron felices.

Pasó la noche con su fogón de estrellas. Pasaron los días con sus soles de oro
La luna era enorme y redondeaba el nido húmedo donde el corral tiembla en la niebla de los ojos.

Cuando Pascual vio venirse el cielo cubierto de graznidos
y el fresco golpe de la brisa levantó sus alas
miró ansioso a la Gallina de Guinea. Pero ella no sabía volar.
-debo partir- le dijo, -porque soy un Ave de Paso- ¿Pascual me olvidarás?
¿Pascual, Pascual? le preguntó viéndolo perderse. Y él nada respondió.
¿Volverás Pascual, Pascual? decía la Gallinita mirando al cielo.
Y el cielo calló.

A cada bandada que cruzaba por su corral, saludaba cortésmente
y ofreciéndoles a beber de sus aguas preguntaba,
¿han visto a un Ave de Paso que dice llamarse Pascual?,
Cada pájaro errante que allí se detenía movía la cabeza y seguía su vuelo, dejándola
cabizbaja y pensativa. ¿Volverás Pascual? Los días sucedieron a las noches y los meses a los años.

Los cielos estaban vacíos como su corazón.
Envuelta en sus mágicos velos vino la Muerte una tarde de primavera
Atraída por el sordo batir de alas en el corazón de la Gallinita
la Muerte que es una dama fría se estremeció al verla, envolviendola en un manto de silencio
sopló un cálido rumor de alas en sus ojos entreabiertos. La Gallina de Guinea mirando al cielo exclamó
¡Espera muerte, espera!, ¿Y si regresa Pas…

 

 

HISTORIA DE CENIZAS

 

En qué vereda me pasó la soledad
con su arraigo
Me fue llenando la boca de pasto  y desesperanza
En qué tormenta naufraga perdida la fe en estos ojos
que se van hundiendo sin remedio
Canta el silencio en los potreros:
Tú fuiste bella y sagrada
Toda ausencia es un pedazo de tierra
en exilio
Mi libertad es hembra menstruando en los potreros
Desierta florezco en doble fuente
Que seca reclama tanta agua
El amor verdaderamente existe
Pero el dolor lo hace invisible.

 

 

Sólo hombre entre lo inesperado e irresoluto
Todo aguarda su regreso
Un paso al abismo es incierto color
de alegría
Un hombre triste
como sólo triste se está en medio del amor
ve llegar el día que no madura
ve perderse la noche que lo retiene.

 

 

ESPANTAPÁJAROS

 

Azotando las cuatro esquinas de una casa
Estropeada por el crujir de alas negras
Desbruja fresca y vigorosa ruda:
Hálito putrefacto engendro mal salido
Regresa por la puerta de la que has nacido
Al sortilegio de la mata santa
Pasa raspando la noche de aquelarre
Sus pájaros oscuros tienen lengua amarrada
por ácido conjuro
Mi casa húmeda en el canto de queltehues
Está volando desatada.

 

 

Un párpado azul cayó sobre la bruma
Llenando esta casa de pájaros encantados
Tú volabas negrito como brujo por mis paisajes.
Eran mi sueño y mi tierra
El árbol en el cual te posabas.

 

 

Arde suave al oído moribundo amor
tus palabras me van apagando
Manadas de lágrimas
galopan praderas temblorosas
El volumen de luz llena de cristales
La extensa cordillera
Amanece en tu rostro
después de la tormenta.

Marión Canales Jofré (Santiago, 1957). En 1977-78 Participa en Taller Altazor, Biblioteca Nacional de Chile. En 1990 se hace socia de la SECH. En Taller Espacio ... LEER MÁS DEL AUTOR