Marco Munaro

Rápidos remolinos

 

(Versiones al español de Stefano Strazzabosco)

 

 

 

RÁPIDOS REMOLINOS

 

I

Granada abierta

 

Este año ha sido largo como los cuarenta años

a los que se llega sin querer y por encanto, entre remolinos:

el verano – cuando salimos de vacaciones

y pensamos en la casa

y crecen los niños

que tienen la edad de cuando nosotros también estábamos

gráciles y gloriosos por cicatrices

enfermedades y fiebres alejadas corriendo.

 

(En el llano se marchitan exhaustas las amapolas)

 

Como en una cubeta o un lago

en donde nos bañamos, este año

lo miraremos desde nuestra Ftía,

escamosa y verdísima de olivos y sauces,

viejos, perdidos

sobre una fotografía desenterrada

en donde hallaremos escrito,

como en Treblinka, días felices.

 

(Brillará un cielo estrellado demasiado vasto)

 

Y parecerá un año, entonces, este, todavía

más largo, como toda una vida,

como la sombra, el instante, la sangre,

la lanza

que se clavó en la luz cegándola.

 

(Granada abierta,

rota, entre las manos y la tierra)

 

 

II

Florero azul con narcisos

 

Luciérnaga luna

fábula favo

que me decías:

Estás en mi corazón,

corazón de niña.

 

Luciérnaga luna

fábula favo

que me decías:

Luciérnaga luna

fábula favo,

 

estás en mi corazón,

corazón de niña.

Corazón de niña,

piel de kaki.

 

Ranas y mosquitos

en esta noche.

Caña en canal,

Puente del Po.

 

Rápidos remolinos.

Trenza y después: florero.

Sangre, narcisos,

golondrinas, zarzas.

Escaramujos.

 

Notas. Ftía es la patria de Aquiles, en Tesalia; como en Treblinka, días felices: en el noble libro de Gitta Sereny, En aquellas tinieblas, se reproducen algunas imágenes del campo de exterminio de Treblinka: entre ellas la “grua che servía para trasferir los cadáveres de las fosas a las parrillas. Fotografía de Kurt Franz; la página llevaba la escrita Días felices”.

 

 

 

CAMINA Y CAMINA, HAY SIGLOS

 

Camina y camina, hay siglos

transformados en olivos y pinos

en el lomo de las eras geológicas

y todo es como antes, un sendero, el tuyo,

que llega… pero no se separa, siempre,

cada cosa acogiendo con la inquietud de la cabra

y la humildad del mulo. ¡Adelante!

…atrás, allá arriba, el país de las cigüeñas

lleno de huevos blancos

y niños por regresar a su casa,

aquí abajo, el mar, padre de los cíclopes

con su gran silencio

sus corrientes, sus quiebras sin ojos

y delante: este sendero infinito.

 

 

 

SON FLECHAS ENVENENADAS

 

Son flechas envenenadas

estas que soplo con mi cerbatana

contra tu cuerpo, padre,

para despertarte y decirte que eran

hombres los olivos entre paja mientras

estaban por liberarse y huír

y que era la tuya

la espina dorsal con la que

tocaba la flauta ayer.

 

 

 

ESTABA EN EL CAMPANARIO (Canción)

 

Estaba en el campanario y llamaba

el azul vencía el azul, y las nubes

cambiaban, cada vez más blancas en el cielo

desplegaba mi bandera en el viento

era azul y venía de la altura de los comunes

y también desde antes

de establos

de granjas en donde se recogía

hasta el río

y de un molino suspendido en el agua

 

Estaba en el campanario y pensaba

el azul vencía el azul y las nubes

y los peces entraban por las ventanas

se escabullían por las ventanitas

junto al trigo y la harina

Las vigas aprendían el frío de las cañadas

remotas, la piedra, los remolinos, los bancos

 

Estaba en el campanario y creía…

 

Luego caía el atardecer

y, la noche, soltaban las cuerdas

el arca se alejaba de la tierra

oscilaban linternas

un ruiseñor de río cantaba

yo estaba en el campanario y decía

el azul vencía el azul las nubes

 

(Al despertar estaba en Cavárzere, al mediodía en la playa).

 

 

 

SESTINA SEGUNDA

 

Soñé que yo vivía dentro de un bosque

sediento hecho de relámpagos y sonido

sonidos de lluvia templada sobre un manantial

relámpago de estrella en ojos de lobo

y en el follaje pájaros hasta el sueño

repetían to ka to ka ka ka

 

to ka to ka to ka to ka ka ka

resonaba en el cielo otro bosque

otro rostro sediento en el sueño

del que venía constante un sonido

que encantaba llamaba cuervo y lobo

serpiente y rana por temblor de fuente

 

Había llegado sediento a la fuente

to ka to ka to ka to ka ka ka

¿era el cuervo era la lluvia era el lobo?

¿me adentraba o estaba callado y espeso el bosque?

Perseguía perseguido un sonido

retumbaba susurraba en el sueño

 

retumbaba susurraba en el sueño

volviéndose follaje nido voz y fuente

y luego lluvia templada y sonido

to ka to ka to ka to ka ka ka

chirriaban alas picos leña – el bosque

chirriaban fauces y orejas – el lobo

 

Tieso corría sobre tu rostro un lobo

desgarraba dejaba huellas en el sueño

estrellas precipitaban en el bosque

llenaban de lluvia la fuente

to ka to ka to ka to ka ka ka

Lluvia templada rostro de miel sonido

 

huertos ninfales y sonidos sobre un sonido

estrellas cocidas en la bolsa de un lobo

to ka to ka to ka to ka ka ka

de vigilia en vigilia y de sueño en sueño

aves quemadas en la ardida fuente

fresco sendero perdido en un bosque

 

Había entrado a un bosque por un sonido

que llevaba a una fuente hasta a un lobo

en el sueño repetía ka ka ka

Marco Munaro (Castelmassa, Italia, 1960). Vive en Rovigo, en donde trabaja como profesor. Se licenció en Literatura en Bononia (1984). En 2003 fundó ... LEER MÁS DEL AUTOR