Blanca Varela

Camino a Babel

 

 

 

Camino a Babel

 

I

 

un alma sí un alma que anduvo por las ciudades

vestida de perro y de hombre

un alma de gaznápiro

 

pájaro errante que acostumbra anidar

a la intemperie a la hora precisa de

las catástrofes y de las grandes migraciones

 

pájaro de la urbe

pájaro de la cocina

escoria azul de la mañana que interrumpe

nuestras meditaciones nocturnas

 

un súbito un impensado un imperioso cacareo

de pajarraco solar encaramado en el árbol mañanero

que destila café instantáneo

y angustia

 

hiel áurea amarga conciencia ausencia

automática de dios inminencia de la mirada

extraña y delimitadora

orfandad amorosa

 

 

 

II

 

si yo encontrara un alma como la mía

eso no existe

pero sí la musiquilla dulzona y apocalíptica

anunciadora del contoneo atávico

sobre el hueco y el tembladeral

 

y la carne dormida

sobresaltada

mar perseguido mar aprisionado mar calzado

con botas de 7 leguas

7 colores 7 colores 7

cuerpo arco iris

cuerpo de 7 días y 7 noches

que son uno

camaleón blanco consumido en el fuego

de 7 lenguas capitales

 

mar settimana

cuerpo orilla de todo cuerpo

pentagrama de 7 notas exactas

repetidas constantes invariables

hasta la consumación del propio tiempo

ergo

 

1     detén la barca florida

2     hunde tu mano en la corriente

3     pregúntate a ti mismo

4     responde por los otros

5     muestra tu pecho

6     da de tu mar sediento

7     olvida

amén

 

 

 

III

 

pero sucede que llegó la primavera y decidimos echar

abajo techos y paredes sitio sitio para el cielo para sus

designios dormidos con los animales a campo raso

juntos el uno sobre el otro el uno en el otro.

soledad infinita del amor bajo toda luz.

 

y desperté a la mañana siguiente con su cabeza sobre mis

hombros ciega por sus ojos     bianca alucinatta tutta.

 

a césar lo que le pertenece y al cielo la espalda sacudida

por el amor y el temor y el tedio y la esperanza, etc.

pasó a toda máquina la primavera     pitando

 

la casa estaba intacta ordenada por sus fantasmas

habituales.

 

el padre en el sitio del padre la madre en el sitio de la

madre y el caos bullendo en la blanca y rajada sopera

familiar hasta nuevo mandato.

 

 

 

IV

 

y sucedió también que

fatigados los comediantes

se retiraron hasta la muerte

y las carpas del circo se abatieron ante el viento

implacable

de la realidad cotidiana.

 

y si me preguntan diré que he olvidado todo

que jamás estuve allí

que no tengo patria ni recuerdos

ni tiempo disponible para el tiempo.

 

que a veces

me despierta una mirada

que ávidamente se traga la oscuridad

y que esos ojos azules son restos de alguna luz

restos de algún naufragio

signos del deseo

y de la agonía del deseo.

 

y que nosotros

los poetas los amnésicos los tristes

los sobrevivientes de la vida

no caemos tan fácilmente en la trampa

y que pasado presente y futuro

son nuestro cuerpo

una cruz sin el éxtasis gratificante del calvario

y que no hay otra salida

sino la puerta de escape que nos entrega

a la enloquecedora jauría de nuestros sueños

nosotros o ellos

acertijo joker moneda perdida en el aire.

 

tibios temblorosos nonatos

sin estirpe ni prole

dispuestos siempre.

 

 

 

V

 

aquí un alto en la jornada al escoger una marcha

militar un sorbo de cualquier bebida gaseosa de

preferencia cerveza cualquier necesidad física al aire

libre     cigarrillos abandono y goma de mascar.

 

 

 

VI

 

y cuando ya

en el piso del vértigo

como una tórtola de ojos dulces y rojos

empollas

meciéndote en el andamio que cruje

qué puede importarte.

nada te toca

ni la nube cargada de eléctrica primavera

que envidiabas no hace mucho

ni el recuerdo satinado obsesivo

del pecho que te hechizaba desde lejos

ni los pregones callejeros

de la putañera fortuna

que te invitaba a bailar

algunas noches de ronda.

 

harta de timo y de milagros

de ensayar el trapecio hasta la parálisis

de la iniciación de cada día

de haberte tragado el sapo con la sopa

el sapo de la náusea pura

y el sapo de la náusea práctica

et alors.

ya no te queda nada

de los dones de las hadas

sino tu hipo melancólico

y tu ombligo pequeño y negro

que todavía no se borra

centro del mundo     centro del caos y de la eternidad

como las líneas de tu mano

por donde corren ríos inmemoriales

y cataratas de tus ojos al firmamento

como única urdimbre de la realidad

oro de lágrimas

y grima de oro

y tu lengua de mil traiciones

cerrada y dulcísima

como un dátil o una aceituna.

 

como en las coplas de los ciegos

hay un relente obcecado de eternidad y miseria.

 

 

 

VII

 

ayúdame mantra purísima

divinidad del estómago y el píloro.

 

si golpeas infinitas veces tu cabeza

contra lo imposible

eres el imposible

el otro lado

el que llega

el que parte

el que entiende lo indecible

 

el santo del desierto que se traga la lengua

el que vuelve a nacer forzando a la madre

de su madre

el nadador contra la corriente

el que asciende de mar a río

de río a cielo

de cielo a luz

de luz a nada.

 

(De Canto Villano, 1978)

Blanca Varela (Lima, 1926-2009). Es una de las voces poéticas más destacadas de América Latina. Ha publicado Ese puerto existe (1959), Luz ... LEER MÁS DEL AUTOR