Inventario anual
(Versiones al español de Mira Meksi y Francisco J. Uriz)
Selección de Albert Lázaro-Tinaut
Los poemas seleccionados pertenecen a la antología Poesía albanesa de hoy,
publicada por la Diputación de Zaragoza en 1992.
Paisaje
¿Quiénes son esas viejas todas de negro que hablan una lengua muerta?
Vagan por las tierras labradas
endurecidas por la helada,
pisando el hielo que cruje bajo sus pasos.
Encima de ellas,
amenazadores, giran los cuervos.
Sus graznidos parecen indicar
que hay algo trastornado en el Código de la especie.
¿Quiénes son esas viejas todas de negro que hablan una lengua muerta?
Unas cornejas que pisan la helada de las tierras labradas.
Pobres graznidos perdidos.
Incluso cuando
Incluso cuando mi recuerdo debilitado
ya no se detenga más que en las paradas principales,
como los tranvías después de la medianoche,
yo no te olvidaré jamás.
Guardaré en la memoria
el crepúsculo inmenso y silencioso de tu mirada,
y este gemido ahogado contra mi boca
como los copos de una nieve loca.
Es hora de separarnos.
Me voy lejos de ti.
No hay que extrañarse.
Sin embargo, alguna noche, los dedos
de otro en tus cabellos vendrán
a entrelazarse con los míos, unos dedos
de miles de kilómetros de largo.
Horarios de trenes
Adoro los horarios
fijados en las pequeñas estaciones,
plantado en un andén mojado contemplando
los raíles hasta el infinito.
Lejano grito de locomotora. ¿Qué dice?
(¡Vaya usted a entender lo que farfullan las máquinas de vapor!)
Trenes abarrotados, vagones cisterna, vagonetas llenas de mineral
desfilan sin cesar
por la estación. Así pasan a través de ti los días de tu vida
cargados de voces, de señales, de ruidos
y del pesado mineral de los recuerdos.
En el golfo de Riga
Hacia Suecia han partido las nubes
derramando a cántaros la lluvia sobre las playas
y sobre nuestros grises pensamientos.
Pronto me alejaré yo también,
Birgit, en dirección opuesta.
Tú te quedarás aquí
en el taciturno repiqueteo de la lluvia ininterrumpida.
Las locomotoras silbarán día y noche
pero ningún convoy me llevará a ti.
Serás tú la que vengas desde la lejanía bañada por la noche, las olas,
como una estatua que camina sobre las aguas.
Oscura, la gravilla;
azulada, la arena del desierto;
así te acercarás a mí sin tregua,
hermosa extranjera.
Sin poder jamás atracar,
te mantendrás siempre a distancia,
bañada por la noche, las olas que danzan,
los recuerdos transformados en estatuas.
El abrigo sobre el hombro, en una mano
la maleta, en la otra un ramo de claveles rojos;
tal vez conserves aún
esta imagen de mí, de pie en el último vagón
del convoy,
en la estación de Riga Norte,
hace ya tiempo.
Túneles
Estación de Arbatskaya.
Una rama se va por la izquierda,
otra huye por la derecha.
Adiós, nos hemos dicho.
Los empleados del metro
han levantado sus banderitas
y los túneles nos han engullido
como las fauces negras del olvido.
Desnacionalización
Un murmullo de hierbas por aquí y por allí, en la llanura,
algunas rocas con la laringe despedazada.
Del idioma
es todo lo que queda como un agónico suspiro.
¿Ves arrimolinarse
por los aires, ligeros,
algunos extraños corros?
Danzas. Son sus propias tumbas.
¿Qué se hizo de las baladas,
la epopeya, la memoria de la nación?
Es inútil buscar sus huellas.
Es como querer encontrar la guarida del viento.
Inventario anual
Geografía económica.
Albania, cuadros estadísticos.
Tantos quintales de trigo, tantas cabezas de ganado, tantas
toneladas de cromo.
¿Cantidad de kilovatios producidos por habitante?
Bah, deja el libro, ¡es mejor hablar del dolor de los hombres!
De la misma manera que comíamos toda la carne que nos correspondía
al año de una vez
en las bodas y entierros,
así recibíamos de golpe toda nuestra ración anual
de electricidad con el rayo mortífero,
breve deflagración,
blanca irradiación,
¡la única electricidad era la que caía sobre nuestras cabezas
desde el cielo!