Sergio Alcides

Musa recostada

 

 

 

 

Rugendas, Retrato de una dama brasileña

Para Luchi Villas Bôas

 

Este retrato de ella es sobre el talle

de la embaúba, esbelto, en las colinas

de estas sierras, de donde su mirada

se desarraiga, oscura, y vuelve plata.

Es y no es de aquí, la dama atlántica

que debo retratar, con su cabello

de hebrea, que se riza como ideas

que en la cabeza germinaron y huyen

ardientes bajo la arborización

urbana. Pero adentro, lo esencial

se oculta. ¿Lo no visto, cómo pinto?

Tomo también mi propia semejanza,

Sólo para ella. Y ya trazo la hoja,

nunca tan blanca, nunca más en blanco.

 

Inédito.
Traducción del autor.

 

 

 

Nau: Nave

 

Es decir: ahora.

 

Usase para

descubrimientos.

 

De Nada a ver com a Lua (1996).
Traducción de Gonzalo Espino Relucé

 

 

 

Caballero

 

En el lado oscuro mora

el esqueleto de San Jorge

 

con su caballo manco

con su báculo blanco

 

sin espada

mira perdido en la

nada

 

soledad/ dragón

 

en el lado izquierdo late

la falta

el santo.

 

De Nada a ver com a Lua (1996).
Traducción de Gonzalo Espino Relucé.

 

 

 

Bus

 

Desperté en otra ciudad,

abro los ojos en la falta de promesa.

 

Amanecí en la misma cara,

vago, vario, viario.

 

Olvido el nombre que me recuerda

en el corazón ilegible.

 

Bajo del ómnibus con el día,

me voy a lavar el rostro en la duda.

 

Desperté sin llegar, llegué.

 

De O ar das cidades (2000).
Traducción de Gonzalo Espino Relucé.

 

 

 

 

Candelabro

Sobre la masacre en la Iglesia de la Candelaria
(Río de Janeiro, 23 de julho de 1993)

 

La purificación de la Virgen

a bala.

 

En la zona donde la ciudad hace

finanzas.

 

La Candelaria tañe el bronce

del signo.

 

Al frente, la calzada lavada

con sangre.

 

La sangre que se niega a ser

menstrual.

 

Matanza de crías nacidas

no-nadas.

 

Ahora que están muertas son

visibles.

 

La puta que parió que nos

perdone.

 

De O ar das cidades (2ª ed, 2007).
Traducción de Gonzalo Espino Relucé.

 

 

 

Antes

Carretera BR-040, diciembre de 2008

 

Es la conciencia-neblina

impregnada en el paisaje.

 

Como una letra abstrusa

que volviera a la palabra.

 

Ómnibus, sustracción, sub-

til, susceptibilidades.

 

Como un rebaño letrado

que paciera trasparencia.

 

Flujo-nubes de oclusivas

en obstáculo total

 

Pluviosa consonancia,

todo un río evaporado.

 

Que fluye cuanto flotara

o cava su lecho en el aire.

 

Curso que no se pronuncia,

mientras no se precipita.

 

Que no obstruye la caminata

radial de los transeúntes.

 

Antes enfada la duración

que, no obstante, se infiltra.

 

Lana de consonantes mudas,

niebla, solución de agujas.

 

De Píer (2012).
Traducción de Gonzalo Espino Relucé.

 

 

 

Musa recostada

 

Hacia el sueño se va, envuelta

en sus cuatrocientos hilos

además del edredón.

Embalsamada en sí misma,

espera el sueño, su entrega,

está acunada en la balsa

que va al reino de los muertos

de tedio, que no se han muerto,

y anhelan por una pausa

de las citas y los ritos

de encarnación y pasión.

Se dimite de la noche

y del deseo, ya viste

la máscara de dormir

que se apaga, está cerrada,

está ya desconectada.

No la invoque hasta las diez

de la mañana siguiente

ningún poeta o servidor

del insomnio, nadie llame

a las puertas de su carne

dormida, por desvarío

o más lúcida lucidez,

por un beso, una palabra

o su endoso, o su gozo.

 

De Píer (2012).
Traducción de Gonzalo Espino Relucé.

 

 

 

Nuestro Angelus

Sobre el asesinato bajo tortura de Stuart Angel Jones
(Río de Janeiro, 14 de mayo de 1971)

 

Mirada desorbitada. Sucia de tierra. Sucia de haber

mirado demasiado.

Sopla ahí una tempestad. No viene desde el paraíso.

Quizás vaya hacia allá.

Aunque no sea de hecho una tempestad.

Chillido. Bate. Garrote. Bota. Sótano. Péndulo.

El trópico es el pau-de-arara en que han colgado el ángel de la historia

de Brasil, para ser torturado.

Aura destrozada, sin chance de alegoría.

Alas desplegadas porque fueron estiradas, alas repujadas.

Boca abierta porque fue atada al tubo de escape de un jeep de la Fuerza Aérea

en 1971, el cual aceleró y lo arrastró por la boca hacia el fin y después.

Sin que pudiera mirar las ruinas detrás.

Dibujo de manchas de sangre en el patio de cemento,

proyecto de futuras grietas bajo el trópico.

Revelación / ocultamiento / desvío y vuelta

en abismo.

Ningún otro ángel ha dejado un cadáver.

Para que se lo traguen. Y nunca ser encontrado.

Sin que jamás se pueda terminar la búsqueda.

 

De Píer (2012).
Traducción del autor.

 

Sérgio Alcides Nació en Río de Janeiro en 1967 y está radicado en Belo Horizonte desde 2009. Poeta, traductor y crítico literario, es profesor en la Fa ... LEER MÁS DEL AUTOR