

Presentamos dos textos de la recordada poeta argentina.
Salvadora Medina Onrubia
ANTITESIS
Soy como la antítesis de mí misma
soy una negación de lo que soy…
Yo río con mi risa más sonora
cuánto más triste estoy…
Soy blanca y fina y frágil como un lirio
casi inspiro piedad…
Y mi alma es acero bien templado
y mi voz: la Verdad
Miro al mundo con gesto hostil y malo
grito el odio con cálido fervor…
Mientras ansío darme toda entera
y me exalto de amor…
Tengo el sexto sentido de escudriñar las almas
Toqué todos los fangos, vi palpitar los odios
como monstruos rugientes…
Y quedaron mis manos impolutas
mis ojos inocentes…
Juego con mis angustias como una juglaresa
hablo, con gesto escéptico y burlón…
ya mis parias hambrientos les reparto
todo lo fresco de mi corazón…
Soy distinta a mí misma en cada cosa
soy una negación de los que soy…
Y como un fuego fatuo de quimeras
por mi camino voy…
SI YO FUERA
Versos, divinos versos, que mi alma desgarrada
llenasteis de dulzura, de esperanza y de amor…
Divina magia inmensa de la idea rimada,
bálsamo de mi angustia y fórmula encantada
que hizo triunfar en rosas, lo que agostó el dolor…
¡Cómo amo la belleza de la palabra hablada!
noble la forma, pura la idea cristalina,
en una frase bella dejo mi alma enredada,
de un pobre bardo muerto yo estoy enamorada:
de Silva con su angustia y su ironía divina
En un don de los dioses poder decirlo todo,
y dar el sentimiento de una manera bella,
amar a una criatura, a una flor, a una estrella
y al entregarle el alma, saber hallar el modo
de que todas las almas se estremezcan por ella!…
Si yo decir pudiera lo que me bulle dentro,
si traducir pudiera lo que en mi ser palpita,
si decir en palabras, pudiera, la infinita
belleza, cuya fórmula hablada yo no encuentro…
si toda temblorosa y trémula y contrita rasgar pudiera
el velo del misterio final,
y puestas las rodillas, con los brazos abiertos
hablarle cara a cara al alma de los muertos
y atesorar en mi alma su saber ancestral…
Y toda sabia, plena de los misterios ciertos
dejara a mi alma pura que ofrendara su bien,
el misticismo todo, de todo el universo
con pureza de lirios palpitaría en mi verso…
Luego, blanca y pagana, al modo de Rubén
evocaría de Grecia el cielo azul y terso,
los grandes mirtos verdes, y los laureles rosa
en los que las palomas se besan en el pico,
y el muro de cerámica, en que el magnate rico
escribe su propuesta galante y dispendiosa…
Luego, lo japoneses países de abanico,
los grandes arrozales, los monstruos de cien brazos,
el Yoshivara impuro, con sus musmés pintadas
iconos tras las rejas…quietas y perfumadas
esperando el que compre su amor y sus abrazos…
y luego cantaría las fiestas encantadas
de los tiempos de Luis XV de las marquesas rosa
con sus tacones rojos y su pequeño pie
que se alzaban la falda bailando el minué…
De la dama elegante la risa caprichosa
la obrerita que muere porque su amor se fue…
las tardes de mi aldea tibias y soleadas,
el verde del ajenjo que gustaba a Verlaine,
el pámpano en que Baco se engalanó la sien…
Yo pondría en mis estrofas bellas y perfumadas
alma de amado Nervo, con ritmo de Rubén…
Si no pesara mi alma la trágica impotencia,
Si Nervo por lo pura, Delmira en lo impetuosa,
Rubén por lo elegante, Silva por dolorosa,
por entera Almafuerte, Lugones por la ciencia
levantara la voz en mi canción gloriosa,
Si yo fuera la musa de la América entera
y sobre el Ande erguida imprecara o cantara
si la amarra de mi alma, de un golpe desatara
y traducir mis ansias libremente pudiera…
Cuando toda mi gloria por la tierra sonora,
cuando triunfando hubiera como triunfan los fuertes,
embriagada de gloria, dueña como una diosa
del destino…a mi triste canalla dolorosa
yo bajaría…al leproso más sucio, en sus manos inertes
le dejaría mi beso temblando fervorosa…
Por el contacto místico de mi orgullo lavada
levantando en mis manos toda mi gloria entera,
lo mismo que se da de comer a una fiera,
la tiraría a los pies de mi chusma sagrada
para que hiciera de ella su arma y su bandera.