Robert Desnos. Jamás otra que tú

 

Presentamos tres textos del reconocido autor francés adscrito al surrealismo en la traducción al español de Claire Deloupy.
 

 

Robert Desnos

 

 

Jamás otra que tú

Jamás otra que tú a pesar de las estrellas y las soledades
A pesar de las mutilaciones del árbol cuando cae la noche
Jamás otra que tú proseguirá su camino que es el mío.
Cuanto más te alejas más crece tu sombra
Jamás otra que tú saludará al mar al alba cuando cansado de errar,
salido de los bosques tenebrosos y de las espesuras de ortigas me dirija hacia la espuma
Jamás otra que tú posará su mano sobre mi frente y mis ojos
Jamás otra que tú y niego la mentira y la infidelidad
La amarra de este navío anclado puedes cortarla
Jamás otra que tú
El águila prisionera en una jaula roe despacio los barrotes de cobre cubiertos de cardenillo.
¡Qué evasión!
Es un domingo marcado por el canto de los ruiseñores en el bosque de un verde tierno las niñas aburridas
ante una jaula donde se agita un canario mientras en la calle solitaria el sol lentamente desplaza
su delgada línea sobre la acera caliente
Nosotros cruzaremos otras líneas
Jamás jamás otra que tú
Y yo solo solo solo como la hiedra marchita de los jardines del arrabal solo como el vaso
Y tú jamás otra que tú

 

 

Infinitivo

Morir ahí hermosa pavesa morir ahí
ver las nubes fundirse como la nieve y el eco
orígenes del sol y del blanco pobres como Job
no morir aún y ver durar la sombra
nacer con el fuego y no morir
abrazar y besar amor fugaz el cielo sin brillo
ganar las alturas abandonar la orilla
y quién sabe descubrir lo que amo
omitir transmitir mi nombre a los años
reír en las horas tormentosas dormir al pie de un pino
gracias a las estrellas semejantes a un número
y morir lo que amo a orillas de las llamas.

 

 

El cementerio

Aquí estará mi tumba y no en otra parte: bajo estos tres árboles.
Recojo las primeras hojas de la primavera
Entre un zócalo de granito y una columna de mármol.
Recojo las primeras hojas de la primavera
Pero otras hojas se nutrirán con la feliz podredumbre
De este cuerpo que vivirá, si puede, cien mil años.
Pero otras hojas se nutrirán con la feliz podredumbre,
Pero otras hojas se ennegrecerán
Bajo la pluma de los que cuentan sus aventuras.
Pero otras hojas se ennegrecerán
Con una tinta más líquida que la sangre y el agua de las fuentes:
Testamentos no respetados, palabras perdidas más allá de los montes.
Con una tinta más líquida que la sangre y el agua de las fuentes,
¿Puedo defender mi memoria contra el olvido
Como una sepia que huye hasta perder la sangre, hasta perder el aliento?
¿Puedo defender mi memoria contra el olvido?