Francesco Belluomini

Los Piagentini

 

 

 

(Traducción al español de Emilio Coco)

 

 

 

VIAREGGIO 29 de Junio de 2009

 

 

El hecho

Ésta no quiere ser una nota explicativa particularizada, sino más bien la cruda y desnuda constatación de los hechos acaecidos en la noche del 29 al 30 de Junio de 2009.

Acontecimiento que ocurrió a apenas quinientos metros al sur de la estación de trenes de Viareggio, donde un convoy de mercancías compuesto de 14 vagones cisterna da origen a un desafortunado accidente, que provoca el vuelco y la salida de gas Gpl de uno de los vagones cisterna mencionados. Siniestro que afectó a una amplia zona a uno y otro lado de las barreras que delimitan el balasto de la vía, provocando un terrible incendio y la explosión en cadena de los depósitos de los coches aparcados en dichos límites de la zona, así como de las instalaciones de metano de las viviendas que se derrumbaron a lo largo de la Calle Ponchielli, estrecha arteria adosada a la zona que está más allá de las vías.

Hasta el día de hoy, las víctimas constatadas son 31, entre ellas tres niños: uno de dos años y medio, una de tres y otro de cinco años. Y no se excluye que se puedan añadir otras en el futuro, considerando el precario estado de los heridos que resultan internados en algunos hospitales de la Península. Personas cubiertas de llagas en una gran parte del cuerpo que hacen prever seguramente intervenciones quirúrgicas para reconstruir los tejidos quemados que requerirán un largo tiempo de rehabilitación.

Francesco Belluomini

 

 

 

 

LOS PIAGENTINI

 

 

Lorenzo, 2 años y medio.

 

Y cómo puedo hablarte sin nombre,

sin verme reflejado en las palabras

que caen en la hoja como piedras.

Y cómo separar las emociones

del corazón de las de mi cabeza

y alcanzar nubes lejanas

para llevarte el osito de peluche

sustraído por los piadosos a las ruinas.

 

 

 

Luca, 5 años

 

En el chirriante y atronador mañana

busco en la polvareda de las estrellas

aquellas con renovado resplandor

tras el absurdo torbellino de fuego.

Me consuela saberte con Lorenzo

y con mamá en el haz de luz

y dejo en la lejanía del futuro

las voces del humano disentir.

 

 

 

Luca y Lorenzo

 

Creo que vuestro padre no sabe

que está luchando contra este destino

para retomar en su mano a la familia

después de la ausente toma temporal.

Se encargará el pequeño Leonardo

de traerlo al presente con frecuencia

hasta que él también gane la batalla

con vuestra imagen en sus ojos.

 

Yo no puedo cambiar lo acaecido

asumir esos roles subliminales

intercambiando mi vida por la vuestra,

aunque arrastre mis días

y haya comido suficiente pan.

Pero no os hace falta la ayuda del intruso,

de quien no tiene derecho a hablaros,

para recorrer los caminos de lo Eterno.

 

He visto vuestras blancas cunas

del mañana, compuestos centinelas

a los lados del cofre de mamá

que con ímpetu de amor os alcanzó

para no dejaros solos en el no lugar

en el más allá de este viejo mundo.

Y creo que os debo una excusa

como hijo presente de Viareggio.

 

 

 

Leonardo 8 años (vivo)

 

Después de aquella violencia que te robó

los días de la frágil estación

espero para ti soplos de aire fresco,

cielos libres de nubes y del constante

sustraerte la infancia. Tanta gente

– en el despertar tardío desde la molicie –

te considera como una reliquia,

el emblema del orgullo ciudadano.

Y tú aprieta las manos, besa a todos,

pero no cedas espacios en tus sueños.

 

Te he dedicado versos con el corazón

en la mano, mas no me creas mejor

porque escondo bien la mala hierba

y juego con palabras engañosas.

Otros poetas, con voz menos incierta

que la mía, sabrán dedicarte

una oda sobre tu noble coraje

y flores adornadas de mariposas.

Y tú sigue apretando las manos

pero quédate en tu mundo de niño.

 

 

 

Mamá Stefania Maccioni, 40 años

 

No sé si le ayudó tanto tormento

pero creo en su papel de madre,

que no quiso dejar a sus niños

en el lejano túnel de la muerte.

Leonardo lo ha logrado, aunque apretado

en el otro lugar de sus pequeños años

por el fervor excesivo de Viareggio,

y su marido lucha contra el tiempo

para servirle de guía en el futuro.

 

Así eres serena protectora

De Lorenzo y de Luca: los prados

celestiales y el firmamento estelar

pueden asustar a sus cachorros

rubios. Así llevados por el silencio

espectral en la paz de aquel reino

sin estridentes trenes diarios.

Y alabo su vehemente sacrificio

con sensaciones poco gobernadas,

desarmado por lágrimas reprimidas.

 

 

 

Papá Marco 42 años (herido grave)

 

Espero que usted no sepa brutalmente

el epílogo del trágico furor

de la cruenta noche de Viareggio.

Puede aun rechazar el Alto rol

de hacer de escudo extremo

al cuerpo amenazado de Leonardo,

pero quédese con el simple rol del padre

en el acto natural de proteger

al niño que tuvo a mano

entre rabiosas llamas infernales.

 

Cuentan de personas, en el forzoso

duermevela, que ven la luz

chispeante y serena del más allá

y flores en lo oculto de los perfumes

como un abrazo total de acogida.

Es facultad de pocos sustraerse

a la incitante dulce sensación

que pide desconectarse,

mas tesoros de afectos familiares

en el vigor indican sus regresos.

 

 

 

Los Piagentini

 

Se puede fingir asombro

por el sabor del mundo; este lado

oblicuo de la historia me corta

de raíz el instintivo teorema

y duele, levantado el pedestal,

narrar el ensañamiento del destino

con los frágiles niños. Que esté escrito

el camino concedido, aquel dar

y quitar la vida por exceso

de celo del posible Barquero,

me dispone a desérticas escansiones.

 

La familia, futuras perspectivas

y los sueños de los niños traicionados

por aquel suceso lleno de subversión

en el momento del hogar feliz.

Ya veía al pequeño Leonardo

en la playa llevando de la mano

al tierno Lorenzo; pero no a Luca

que se sentía mayor, vigoroso

armado de cubo y pala.

Estampas de comienzo de verano, escenas mudas

en el desolador teatro ciudadano.

 

Francesco Belluomini (Italia, 1941-2017). Fundador y Presidente del Premio Literario «Camaiore». Publicó once libros de poesía entre 1976 y 2004; es también ... LEER MÁS DEL AUTOR