La copa llena de ángeles
A continuación una selección de poemas del volumen La copa llena de ángeles de Coman Șova, publicado por editorial Valparaíso de Granada, España, 2017, en la traducción Diana Nicoleta Cofșinski.
Expulsión
Parecía que vivía
en un mundo extraño.
Nosotros, los hombres, éramos oro puro.
Las mujeres, topacios dorados.
Todos éramos inmortales.
Sin ahorrar luz,
sin frío,
sin conflictos,
sin salidas,
sin llegadas,
sin nada.
Oro, topacios, luz.
Y cuando llega,
por fin,
el amor,
los dos son expulsados
a lo mundano,
al frío,
al ruido,
al conflicto,
a los mortales.
Cuando No Ser
¡Querido príncipe, desapareció Horacio, sí, desapareció!
Estoy más triste y sumergido en pensamientos aún más que antes,
y aunque parco en palabras,
hace falta gritar, pedir y demostrar.
¡Príncipe, estamos bajo el signo de los dos sepultureros!
Los labios de Yorick se marchitaron protestando,
se bebe del vino de un crimen grande,
y los posos del desasosiego se depositan en el pensamiento.
Las azadas cavan al ritmo de tambores y cañonazos,
ladridos suenan por todos lados, descontrolados,
desaparecieron los bufones de cabellos plateados,
y Fortimbrás con el frío no pudo ser encontrado.
Paseo por las nubes de humo y el espectro llega
rompiendo con las sienes el sueño de un astro,
mientras el dedo que señala las llagas que me habitan
apunta a los culpables, a la urdimbre y al desastre.
Vivimos tiempos enfermizos, ¡oh, príncipe!
Si hubieras vivido entre humo e insultos habrías suspirado: Ser
cuando no ser – en vano, príncipe, anhelas –
sólo queda un juego peligroso con veneno gris.
Huellas
El caracol será siempre un caracol,
por mucho que intentes hacerle correr,
lo hará siempre a su ritmo.
Los bosques de abetos no crecen
por una semilla de hierba.
Ni al invierno se le puede enseñar
a ser tulipán amarillo.
Todo sucede según el orden natural de las cosas.
¡Mira a la semilla!
Es la cuna
de los acontecimientos que están por llegar.
¡Mira a los padres!
Gracias a ellos,
un primer paso del camino de los hijos,
ya está dado.
Lo que amamos
Lo que amamos no es una huerta de manzanas
a repartir a cada uno,
lo que amamos no se puede coger
y llevar lejos,
lo que amamos queda
para siempre
a nuestro lado,
en casa.
Necesidad de lo blanco
Todo lo que está en el orden natural de las cosas, sucederá
y lo que ha sucedido, volverá a suceder.
Todo sucede según el orden natural de las cosas,
del orden natural de las nubes forman parte la lluvia y el trueno,
del orden natural del camino, el andar y el extravío,
del orden natural de los ojos, la luz y el sueño,
del orden natural del amor, la boda y la traición,
de mi modo natural de ser forman parte tantas cosas
por lo que no puedo escoger, ni me puedo decantar por algo y decir:
¡Mira, éstas son las cosas que forman parte de mí!
Sin embargo, del mismo modo lloro,
como todos aquellos que lloran,
cuando tienen necesidad de lo blanco.