Ana Blandiana

El ojo del grillo

 

 

                                                             

(Traducción de Viorica Patea y Natalia Carbajosa)

 

 

 

 

EN EL SUEÑO

 

Los grillos cantan solo en el sueño,

De día los grillos son solo insectos,

Déjalos dormir y protégelos, hierba,

De los días sospechosamente honestos;

 

Que el Señor cristalino, dueño del rocío,

De la seca y vana verdad los proteja,

Y que aquello que nunca llegarán a vivir

Al menos en sus sueños acontezca;

 

Atados a sus propias cuerdas,

Deja que en sus pesadillas canten

Su cricrí, ofrenda de gráciles príncipes

A la luna y a su soledad.

 

 

 

 

HIBERNAR

 

No escuches a mis hermanos, ellos duermen,

No entienden las palabras que gritan

Mientras aúllan como fieras aquiescentes

Y sus almas sueñan con colmenas de abejas

Y nadan por entre las semillas.

 

No odies a mis hermanos, ellos duermen,

Se han cubierto en sueños con una piel de oso

Que implacable y onerosa los mantiene con vida

En medio de un frío sin sentido

Ni final.

 

No juzgues a mis hermanos, ellos duermen,

Rara vez alguno es conminado a despertarse

Y, si no regresa, es señal de que ha perecido,

De que aún es de noche y hace frío

Y el sueño continúa.

 

No olvides a mis hermanos, ellos duermen

Y en sueños se multiplican y los niños crecen

Y se imaginan que la vida es sueño

E impacientes esperan despertar

En la muerte.

 

 

 

 

PRUEBAS

 

Ángeles apedreados

Que aún tienen la fuerza

De no marcharse al cielo

Me piden, heridos

Y extenuados, hospedaje.

Y mientras aún aletean suavemente, algunos

Se duermen, humildes y frágiles, entre mis cuadernos;

Cuando tienen frío

Se cubren en sueños

Con una hoja blanca sobre sus alas.

Por la mañana sé que no lo he soñado

Por las huellas de sus plumas en las páginas,

Y me apresuro a memorizarlas

Antes de que me las confisquen

Y decreten, así, nuevas especies

De aves de presa.

 

 

 

 

ILUMINACIÓN

 

Cuán grandes y luminosos

Son aquí los segundos,

Te ciegan con sus frentes, con sus hombros…

¿Cómo hacen

Para no envejecer

Ni morir

Y para que solo a veces,

De cuando en cuando

Y sin ningún motivo,

Alguno decida

Llegar a ser

Ayer?

Madre Muerte, ¡cuán desmedidos

Son aquí los segundos,

Entre ubres y hormigas,

Entre calabazas y abejas!

No encuentro uno

Necio o compasivo

Que se apiade

Y se apague

En mí.

 

 

 

 

RESPIRO, RESPIRO

 

Respiro, respiro,

Con los ojos cerrados

Siento a través de los párpados cómo las estrellas

puntiagudas

Escriben en mi retina signos tenues

Como los peces muertos sobre el resplandor del agua.

Sucede como en un sueño: respiro, respiro,

La gran bóveda de cristal casi estalla

Cuando la sangre helada de los astros

Se ensancha y se desborda;

Y entonces la luz chirría largo rato

Como bajo la azada los guijarros,

Y tus pasos resuenan al alejarse

Como un sordo repique de campanas

Tan transparentes bajo el agua

Que no se ven: cerca, más cerca;

Sucede como en un sueño: respiro, respiro,

El cristal vendrá a enterrarme.

 

 

 

 

-Ana Blandiana
El ojo del grillo
Traducción de Viorica Patea y Natalia Carbajosa
Colección Visor de Poesía
España, 2024

 

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Ana Blandiana (Timișoara, Rumanía 1942). Poeta, prosista y ensayista de excepción, es una figura legendaria de la literatura rumana y una de las voces ... LEER MÁS DEL AUTOR