Rodolfo Alonso. Crepúsculo de Venus

 

Presentamos tres textos del reconocido autor argentino.

 

 

 

Rodolfo Alonso

 

 

ELLA DE PRONTO

Vuelvo a caer en tus redes.

En el viento bajo del orgullo, en la marea del odio, vuelvo a
desconocerte.

A rodar sin perdón hacia tu belleza fácilmente aceptable.

Vuelvo a caer en la dura nostalgia.

En tus pantanos ágiles.

En el olor inmortal que te oscurece y te entrega al hombre que
canta en medio del peligro.

 

 

 

DÉJÀ VU

Una mujer se desnuda en mi memoria
mientras afuera resplandece la ciudad
o llueve y hace frío

Una mujer lava su pelo negro con el agua de mi infancia
una distancia va formándose

Su piel es lenta y fresca como la mañana que acaricia
su voz se hace lejana

Una mujer me alcanza
el primer seno descubierto
el primer seno acariciado

Mientras adentro resplandece la memoria

 

 

 

CREPÚSCULO DE VENUS

En el momento
justo
en que el sol
ávido
y ciego para el cielo
desnudo
aureola
tu silueta
y vuelve discernible
contra un fondo de espanto
encantado
la línea
frágil y firme
que desde tu talón
ciñe
la aún grácil
pantorrilla
y asciende
decidida
a orillas de tus muslos,
a la pulpa
bendita de tus nalgas,
a ese vello sagrado,
y luego
comba tu claro vientre
de frescura recóndita,
la gloria de tus senos,
el neto mediodía
de tu garganta
deliciosa y terrible,
el alba de tus sienes
y se desliza
allí
huyendo por tu frente,
cruzas la calle
en el violento
resplandor
del verano
mortal
y tu belleza
oscilante
sobre los tacones
en su precisa
madurez
traspasa un límite,
comienza
a diluirse,
se transforma,
quiebra
su longitud,
no se percibe
pero se muestra
todavía
–cobra feliz–
a otros
saliendo
de la luz, entrando
ya en la sombra,
en el momento.