Eugeniusz Tkaczyszyn-Dycki

Muchacho de modales modelo

 

(Traducción al español de Marta Eloy Cichocka)

 

 

XIX Pensión en la calle Lubomelska

ahora el frío es tu apartamento
en donde estás calentando dos habitaciones
el helar sin embargo no es tu residencia
desde que encendiste la estufa

la nieve no es para ti ese mundo
inventado ingeniosa o cómodamente
desde que te mudaste adentro del sueño
para escribir un libro muy particular

pues cómo tu apartamento puede ser el calor o el frío
si tu residencia es un muerto y su casa tomada
y su casa tremendamente tomada en la cual reside
alguien diferente (¿pero quién?) desde que te mudaste al sueño

para encontrar un par de arcaísmos

 

 

XX Pensión en la calle lateral de Lubomelska

si desde hace varios años tu casa es el muerto
pues por qué vas cambiando de apartamentos
sería que él abandonara mundos para ti
inaccesibles o se mudara contigo

por qué vas buscando apartamentos más grandes
o más pequeños sería que tu muerto se acostara
para un nuevo sueño cada vez y en lugar de arcaísmos
encontrara paredes despojadas de frío y de calor

por qué pues tu casa es aquel muerto
sin nombre a quien un nombre no dará más espacio
ni retrocederá el espacio que ocupas tú
lo que más te gustaría es ir cambiando de mundos

inaccesibles para ti sin pagar por la electricidad

 

 

XXI Arresto

procúrate mejor otra soledad más
en medio de esa soledad deplorable
para tener más puertas que lleven
hasta sí mismas y que se cierren delante de ti

no se atreva a entrar allí la oscuridad
y la claridad esos dos ladroncillos
para que no quedes despojado de todo
lo que brilla en la superficie

abre pues esas puertas a ninguna parte
para que sientes tremendas corrientes de aire
aunque sean sólo esos dos ladroncillos
quienes terminarán conmigo en el bote

 

 

XXII

en esa parte del mundo no vivo
antes solía vivir allí en lo más alto
en esa parte del mundo beben labios de muchachos
callejeros y yo admito solía dar vueltas

en la plaza con aquellos que decían que soy
como la luna en la posesión de los locos
por lo tanto como la luna en la posesión
de los locos me iba de mano en mano

cada vez más irreal ulceroso
dejé un fichero huellas dactilares y denuncias
en contra de Leszek antes solía vivir en lo más alto
hoy apenas en el séptimo piso

 

 

XXIII Boicoteo de la radio y de la televisión en los años ochenta

mi amigo está muerto y en sus labios
suya es el agua oscura en la oscuridad
y en los ojos esta agua oscura en el burbujeo
de las estrellas corriendo encima de la ciudad

de sus labios se escapa un grito por lo tanto
el agua muy oscura que está burbujeando
mientras uno presta oído al sueño y al mensaje
extraído del sueño que es difícil encontrar en la radio

y en los labios suya es el agua diciendo en la oscuridad
cosas importantes y difíciles de encontrar en la radio
salimos todos del mismo estanque que todavía
hoy apesta en nosotros después de haber bebido metanol

 

 

XXIV

dos días llevo preparándome
para el viaje cada vez más
líos y espanto frente
a lo que esconden los papeles

llevo dos días atando y desatando
cada vez más espanto
cuando tropiezo con algo imprescindible
y otra vez resultan ser piedras

sólo cargaría todos los bienes
imaginados y perdidos y los manuscritos los trasladaría
de un lugar a otro y hojearía lejos
de ti y del fuego: no dejaría nada a nadie

 

 

XXV Muchacho con modales modelo

vino la muerte a nuestro pueblo
pero diferente de la que vimos
la que lograba reunir a todas las mujeres
y se acordaban de lo más importante

los hombres la juventud o el punto de un pañuelo de cien colores
se acordaban pues de muchos cuerpos hermosos
y jóvenes que fueron llevados a alguna parte en huellas de lluvia
y de nieve que no se derritió a pesar de la insinuación diabólica

muchos cuerpos por los cuales vino un muchacho
como un tren (seguro de un pueblo vecino porque aquí
no lo conocían) y enseguida se supo que era él
lo más esencialmente capaz de caricias y discreción

 

 

XXVI Canción para el alcalde

vino la muerte a nuestro pueblo
y se instaló con su despacho en las ruinas
de un castillo medieval o en el prado
pero para aquellos como yo faltó incluso el barbecho

vino la muerte a nuestro pueblo
y se instaló para los muchachos en el castillo
medieval y para las muchachas en el prado
para que se acordaran de todos los hombres

se introdujo la muerte en nuestro pueblo
y no quiso hablar con nosotros de la telefonización
ni la gasificación remitiéndonos al alcalde
pero para aquellos como yo faltó incluso el barbecho

 

 

XXVII

me extraña que mis manos sean mías
y saco con ellas lo que quedó
de la vida del sueño tan poca nostalgia
sólo las manos sucias sólo las manos sucias

saco con ellas lo que quedó de la nostalgia
del sueño con mi bonita tan poco amor
sólo las manos sucias sólo las manos sucias
entierro todo lo que toco

y por lo que olvido discutir con tan pocas palabras
entierro lo que dije y lo que no supe
decir sobre la vida y el sueño en el que guardo
arcaísmos y neologismos (¿vamos a ver si es suficiente?)

 

-El poeta Eugeniusz Tkaczyszyn-Dycki con su traductora al español Marta Eloy Cichocka.

 

Marta Eloy Cichocka & EugeniuszTkaczyszyn-Dycki (1)

Eugeniusz Tkaczyszyn-Dycki (Wólka Krowicka, 1962). Filólogo por la Universidad de Lublin. Hizo su debut en la revista Accent No. 4 en 1989. Es miembro de la ... LEER MÁS DEL AUTOR