Maritza Cino Alvear

Umbrales

 

 

 

-Poemas seleccionados de su obra: EL TEMBLOR DE LOS HUERTOS.
Argentina: Ediciones del camino, 2022.

 

 

 

 

TRAMAS

 

dinamitar el espacio y volver

a este sitio que es tuyo y nuestro

donde ahora respiramos un idioma posible

me pregunto si las pausas serán necesarias

cuando el verbo abandona al inconsciente

ahora que no estás

todo parece más fácil

travestida de ti en los objetos que acumulo

un fruto seco pende en mi garganta

y tú

lejana en la raíz del musgo

 

 

 

 

INTERIORES

 

mudanzas

 

los libros fueron transformándose en polillas

en cada mudanza fui perdiendo un poco de ellos

sin pena ni nostalgia me convertí en mala madre

los abandoné en cada casa

los aboné en cada casa

en cajones en cartones en repisas

en el baño en la cocina

en los rincones de mi cuarto

debajo de la cama

aglomerados en desorden:

un libro consumado debe macerarse en el vacío de una casa

me convertí en mala madre

me alejé de sus cortezas y texturas

de subrayados y de notas

de los registros que se borran con el moho

los dejé entre larvas y silencio

entre mariposas moribundas

 

 

 

fieras

 

seguirlas

perseguirlas hasta el último escalón del precipicio

degustar sus apetitos y alimañas

estrangularlas

remozarse en sus fluidos

 

 

 

(otro poema sin título)

 

fue así como el insomnio alteró mis neuronas

descompensó la vía más segura

ante el devenir

perturbó las ondas beta y la lucidez

empezó a caer en un trampolín pausado

a ser pieza de ajedrez

que combate con lentitud

en un tablero sin respuesta

en el estímulo nervioso del despertar

 

 

 

 

EXTERIORES

 

vii

 

algo se fisura y se rompe cada tiempo

el universo es más banal y corrosivo

las ciudades se hunden

en un violento golpe de artimañas

desintegración

precipicios que avanzan

un método

para extinguir lo humano

 

 

 

x

 

alguna vez los lugares

no sólo fueron la pasión de los viajeros

fueron una estirpe en la soledad del paraíso

donde se plantaron la enfermedad y el hambre

párpados desiertos de tanta agonía

sin posibilidad del agua en la luz

 

 

 

xii

 

el malestar siempre ha estado ahí

convaleciente

comiéndose el arbusto del paisaje

a manera de sospecha

ha olfateado los filos del dolor

destruyendo el aire que gotea

la masa muscular de calles y avenidas

el gesto singular de la violencia

 

viaje a ningún lado

suspendido en una tarde de domingo

 

 

 

xiv

 

no hay norte ni sur en los días de marzo

las horas se ocultan en cada ser que derrumban

todo es estéril en los espacios vencidos

el mundo regresa como un balón que se rompe

detona la palabra en el fango

 

 

 

 

PUENTES

 

v

 

las hormigas se adhieren a mis pies

husmean el néctar que las llama

 

isla de hormigas en un territorio quieto

con sus antenas en mi nido

 

apareadas en su hábitat se alimentan de mi huerto

fecundan con su ácido

olfatean el residuo de mis alas

 

 

 

vii

 

el puente me recuerda al diván

donde nunca estuve ni reposó mi inconsciente

el olvido una mínima permanencia

donde todos vamos sin ofrendar nada a cambio

remover el equipaje de la infancia

dejarlo en el zaguán del barrio del sur

acompañar a mi madre por última vez

despedirnos con una vela encendida

no poder retener su imagen

ni el tamaño de lo absoluto

 

 

 

 

UMBRALES

 

ii

 

tal vez no sea necesario contar otra historia

ni parafrasear lo ya dicho

soltar el discurso y aplicar ciertas técnicas

un narrador y una atmósfera

algo que enlace la trama

a lo mejor sólo sea un pretexto para continuar el enlace

sostener el poema / el microespacio tatuado

que la ficción atraviese la calve escondida

para intensificar el relato

para traicionar la poesía

 

 

 

vi

 

tu mano se une al recorrido

a la franqueza

del sonido que cae de la cascada

al hilo que suelta la madeja

en plena labor

 

la belleza se despliega ensombrecida

oculta en el telón

para que tu mano

devele los ropajes del misterio

y continúe recorriendo con su instinto

la suma de los dones

 

Maritza Cino Alvear (Guayaquil, Ecuador, 1957). Ha publicado los poemarios: Algo parecido al juego (1983); A cinco minutos de la bruma (1987); ... LEER MÁS DEL AUTOR