Ángel del agua
ÁNGEL DEL VINO
Una copa de vino, una bóveda celeste del revés
las estrellas se derraman por sus paredes frías
y en la baranda que espera a tus labios hay una estrella
que cae hacia lo oscuro y te guiña y reverbera
Mírame soy planeta o pájaro soy diamante y vuelo,
repto y simulo o me escondo pero soy paloma y gaviota
mírame al fondo de esta copa de vino negro y también carmesí
mírame bébeme te traigo el corazón de tu sueño
Porque aquí en mi fondo oscuro y secreto todo es soñar
mírame ahora soy púrpura y granate o del color
de la noche, soy tu copa bébeme azul engañemos la noche
ésta y las otras y la última que nos mira y no sabe
que podemos ser también noche ser luz ser manzana, sólo
bébeme amor al fondo de esta copa de vino negro
o rojo o rubí, en el fondo de esta copa te miro y te espero
para bañar tu corazón de noche tu corazón de luz
EL PÁJARO LÁGRIMA
Es el pájaro sangre, el pájaro lágrima
el que sueña hacia abajo, hacia el corazón de la tierra
el que cae y cae interminablemente hacia adentro
el que busca las alas rotas de los grillos
para aprender su música
el que dibuja lunas en el subsuelo, el que ilumina
los huesos, las cenizas, los recuerdos dormidos
porque debajo de la tierra hay otro cielo
y es el pájaro solo, el pájaro semilla
es el pájaro niño, el que no quiere volar
el que va contra corriente, el que huye de la noche
y de su melancolía, el que sólo quiere
caer y caer y ser el pájaro flor
para la madre tierra
ÁNGEL DEL RÍO TÍBER
Cómo ruedan las luces que se lleva el Tíber
doradas y azules al compás de la noche
como si una llama se escondiera en el agua
o si tú me llamaras a través de ese espejo
más allá de relojes, de mapas, de ausencias
y ruedan las aguas contigo y conmigo
bajo un puente que ha visto rodar a los siglos
y nos ve rodar ahora a ti y a mí mirándonos
sin vernos como a los dos lados de un espejo ciego
y sigue en silencio el río rueda que rueda
entre el aroma a leña y una luna amarilla
agua tiempo, agua noche, agua brújula y destino
agua cardinal y nuestra, agua de nuestra sed
agua de estos labios que nunca y que siempre
agua de soledumbre en esta noche velera
agua cuando te vas y agua cuando regresas
EL LOCO
Nadie sabe cómo llegaste
a nuestra calle
te encuentro sentado en cualquier zaguán
leyendo quién sabe qué libro
con tu barba antigua, tu pelo revuelto
y tus ojos inmensos como la noche
De pronto gritas iracundo
contra quién sabe quién
y quisiera saber qué viejo dolor
qué sombra, qué llamarada
te hace aullar cada día
Te busco y contemplo en la mañana
ese tanto de infinito de tus ojos
y daría cualquier cosa por saber
qué esconden tus pupilas que miran sin mirar
Nadie sabe quién te cuida o te baña
o te da el pan de cada día
y cada mañana vuelves, estás ahí,
transitando la calle
ahuyentando demonios y serpientes
¿Quién eres, cómo te llamas?
ojalá pudiera tejerte una camisa de luz
blindarte del vacío y de la ausencia
posar una canción sobre tus manos
de príncipe olvidado
o en esos párpados siempre en vigilia…
Cuánto daría por saber tu nombre
saber tu pena y llorarla contigo
cuánto daría por tener para ti
un poco de la paz que buscas sin descanso
Y llega la noche y ya no estás
pero siguen tus manos, tus ojos,
interrogando a la calle, a la noche,
al desamparo que esconde
tu secreta dulcedumbre
ÁNGEL DEL AGUA
Con tres heridas yo:
la de la vida,
la de la muerte,
la del amor.
Miguel Hernández
Llegas como el poeta con tres heridas
y otras cien al costado de las sangres
y cada una es ventana por donde rueda el tiempo
y el viento y la memoria burlando el laberinto
Manantial de tiempo y de sangre esas ventanas
traen el murmullo de un alma que se asoma
y sólo busca un poco de mar
de lluvia o de río porque el corazón quema
En el agua de ese río suelto un barco de papel
escrito con tinta de días lejanos
agua que roba la luna, luna que nube en tu sombra
lámpara de madrugada, entre tu sombra y mis manos
LA NAVE DE LOS LOCOS
…cada uno en su noche
cada uno en su muerte…
Paul Celan
A contracorriente
a contraolvido
la sangre antigua por bandera
y todo un océano para abrigar
su herencia de melancolía
Así va la nave que partió
el día de la derrota
en la bodega los sueños a jirones
y toda la rabia a la deriva
ASFALTO
En la calle vacía
del estío
sólo está ella
abrazada al asfalto
Una muñeca rota
y panza abajo
que tal vez un día
abrazó sueños de infancia
y soldados de plomo
entre canicas y canciones
Tal vez
aún guarda ecos
de algarabías y risas
y huellas
de unas manos pequeñas
que la hicieron reina y hada
y también cenicienta
Tras sus brazos en cruz
de trapo y lana
el calor del asfalto
compasivo
bebe sus lágrimas
De Lámpara de madrugada