Francesca Serragnoli

Siente los ojos

 

 

 

(Versión al español de Stefano Strazzabosco)

 

 

 

 

a Cristina Campo

 

Al amor que hiciste renacer

en los atrios sin bíforas

de los rellanos

donde cerradas puertas café

abren lentamente sus brazos

meten en las camas

piernas de lirios de santos

 

Al amor,

sabio vilipendio a la nada

sastre sonido

de la pluma cayéndose al piso

 

erótico atlas de amarillas góndolas

que recorren canales color vino

 

el amor de los pasos que se han muerto jóvenes

del pendular carrusel de inciensos

del darse la mano

 

¿A quién le importa? decías

quebrando el eje terrestre en la voz.

 

 

*

 

 

Abro los ojos

el agua cuela

de las escaleras de un condominio

con el estupor de los desastres

salgo por tierra

lleno la boca con una masa viva

 

de tus labios

una baba de yedra

deja sobre la tierra

la negra estela del mar.

 

 

*

 

 

Creí que eras tú

entre los escalones los cojines los iPhones

 

miraba un surtidor

golpear la cabeza

contra el borde de su transparencia

 

oh memoria del alba

de los setos entrelazados

de los dedos descansando

los unos arriba de los otros

la calma de la lana

 

memoria del aire al que le sale volando el sombrero

de la mano en donde yo saltaba

como un niño

entre la tierra y el cielo

 

y sólo el cielo sabía

cuál era la mía

cuál era la suya.

 

 

*

 

 

Salía, la oreja arrodillada

sobre la página de un libro

una galleta una taza de té

los jeans bajados hasta el centro de la tierra

como cuando uno se mira en el espejo en los bares

en una guerra y llueve, cómo llueve

 

llueve de ti lo mojado en el rostro

las trenzas flojas como rayas de fard

las patadas de aguanieve

 

y mientras tú te vas

encuentro en el piso el folleto del alba.

 

 

*

 

 

Me gustaría seguir mirándote

mientras mueves los vasos,

haces en el aire gestos sosos

una caricia,

mientras esbozas una sonrisa

 

me gustaría

ser el jazmín

rozado por el agua

 

ser el agua inmensa

que tiene en la boca

la espuma del mar

 

me gustaría apoyar

mi mano en las caderas

donde el petirrojo lava

el dique de su vuelo

 

me gustaría encadenarme

al hilo de agua

quedarme irme remontar

 

me gustaría seguir mirándote

o estar allí

la silla

partida en un punto

apoyar mi sien a la pared

no ser nada

y de la nada

ser el tronco hueco

de tu resplandor.

 

 

*

 

 

Tú me viste llorar

una tormenta de talco rosado

los ojos una cosa roja

 

ya no saben

quién sea la esposa

 

insertan a granel

en el pecho de la golondrina

el negro de las alas

 

como un pájaro

con la cabeza en la espalda

que lanzado hacia el aire

vuelve a caer al suelo

 

siente los ojos partidos

alejarse como hormigas.

 

 

 

 

-Los textos pertenecen a su poemario más reciente, Non è mai notte. Non è mai giorno (2023).

Francesca Serragnoli Nació en Boloña, Italia, en 1972. Es licenciada en Letras Modernas y Ciencias Religiosas. Ha publicado los poemarios Il fianco dove po ... LEER MÁS DEL AUTOR