Siente los ojos
(Versión al español de Stefano Strazzabosco)
a Cristina Campo
Al amor que hiciste renacer
en los atrios sin bíforas
de los rellanos
donde cerradas puertas café
abren lentamente sus brazos
meten en las camas
piernas de lirios de santos
Al amor,
sabio vilipendio a la nada
sastre sonido
de la pluma cayéndose al piso
erótico atlas de amarillas góndolas
que recorren canales color vino
el amor de los pasos que se han muerto jóvenes
del pendular carrusel de inciensos
del darse la mano
¿A quién le importa? decías
quebrando el eje terrestre en la voz.
*
Abro los ojos
el agua cuela
de las escaleras de un condominio
con el estupor de los desastres
salgo por tierra
lleno la boca con una masa viva
de tus labios
una baba de yedra
deja sobre la tierra
la negra estela del mar.
*
Creí que eras tú
entre los escalones los cojines los iPhones
miraba un surtidor
golpear la cabeza
contra el borde de su transparencia
oh memoria del alba
de los setos entrelazados
de los dedos descansando
los unos arriba de los otros
la calma de la lana
memoria del aire al que le sale volando el sombrero
de la mano en donde yo saltaba
como un niño
entre la tierra y el cielo
y sólo el cielo sabía
cuál era la mía
cuál era la suya.
*
Salía, la oreja arrodillada
sobre la página de un libro
una galleta una taza de té
los jeans bajados hasta el centro de la tierra
como cuando uno se mira en el espejo en los bares
en una guerra y llueve, cómo llueve
llueve de ti lo mojado en el rostro
las trenzas flojas como rayas de fard
las patadas de aguanieve
y mientras tú te vas
encuentro en el piso el folleto del alba.
*
Me gustaría seguir mirándote
mientras mueves los vasos,
haces en el aire gestos sosos
una caricia,
mientras esbozas una sonrisa
me gustaría
ser el jazmín
rozado por el agua
ser el agua inmensa
que tiene en la boca
la espuma del mar
me gustaría apoyar
mi mano en las caderas
donde el petirrojo lava
el dique de su vuelo
me gustaría encadenarme
al hilo de agua
quedarme irme remontar
me gustaría seguir mirándote
o estar allí
la silla
partida en un punto
apoyar mi sien a la pared
no ser nada
y de la nada
ser el tronco hueco
de tu resplandor.
*
Tú me viste llorar
una tormenta de talco rosado
los ojos una cosa roja
ya no saben
quién sea la esposa
insertan a granel
en el pecho de la golondrina
el negro de las alas
como un pájaro
con la cabeza en la espalda
que lanzado hacia el aire
vuelve a caer al suelo
siente los ojos partidos
alejarse como hormigas.
-Los textos pertenecen a su poemario más reciente, Non è mai notte. Non è mai giorno (2023).