Aljaž Koprivnikar

Si es así, prefiero el silencio

 

 

 

(Traducción del inglés al español de Alain Pallais)

 

 

 

Si es así, prefiero el silencio

 

Las palabras se funden unas con otras,

los títulos desaparecen, abandonan

la memoria del papel y sus letras

pierden la negrura exterior.

 

El silencio es una sombra

cuando la tierra se estrecha lentamente,

los ríos se detienen

y la niebla envuelve las ideas.

 

Silencio, antes que borres una frase,

la agitación del aire te cierra la boca

para obligarte a hablar

el lenguaje de las gotas de lluvia.

 

Silencio de papel en blanco

abres las ventanas de par en par,

exhalas fragmentos matutinos,

para que sólo el poema permanezca.

 

Un poema sin palabras

como el vuelo de pequeñas aves

borrando las nubes en el viento.

 

 

 

 

Una noche una ciudad un hombre

 

Al brotar la mañana

tú, a quien la calle le robó

su juventud, y

yo, quien te robó

de la calle

 

conversamos

 

sobre niños sirios refugiados,

hambrientos, violados, decapitados,

abandonados en arrecifes europeos

 

sobre la crisis económica que tú

conoces bien y que yo sólo leo

en los periódicos

 

sobre la hambruna mundial, esa auténtica

de la que mueren tantos niños negros y

de esa que yo conozco – hambruna de amor

 

Al brotar la mañana

tú, un vagabundo de Praga y

yo, un burgués de Liubliana

 

conversamos

 

sobre la poesía que, según tú,

debería ser útil, revolucionaria, precautoria,

y que, según yo, debería ser auténtica

 

de cómo guardo poemas en libretas que,

bajo las sábanas blancas, junto a una cuchara de plata,

con certeza no salvarán huérfanos en Siria

 

sobre cómo no deseo conversar

sino alejarme de tu cuerpo

y extraer tu pobreza como sé hacerlo

 

y, sobre todo, de cómo no deseo

salir del terreno de lo erótico,

de lo contrario no podré…

de lo contrario, cuando llegue a casa,

(pobre ciego burgués)

no podré conciliar el sueño

 

 

 

 

Todos aquél que caiga en los brazos del amor
debería ser ahorcado al instante.

 

En una mañana

 

dentro del buzón, una carta, tú.

Lamí el costado de tu cuerpo,

sabía a sal almacenada y, al desgarrar

tus contornos del papel, me herí la lengua.

 

Sostenías una nota:

 

En una mañana

 

debo escribir rápido,

la oscuridad se acerca.

Te he olvidado, así como

uno olvida los sueños.

 

 

 

 

A Jon Arborelius

 

Cada paso

fuera de esta habitación

te cambia

la urgencia de ser removido

para salvar

la vida

fotografías

libros

 

cuando los huesos de las palabras

se rompen

creando un acorde in crescendo

cuando succionamos

nuestro corazón marchito

herido

o quizá

refugiado

viajamos

por nuestras

venas

dejamos

de aferrarnos

a las paredes

 

Aquí. Bajo estas hojas. Nos desangramos. Perdemos calidez.

Me tomas como una gata toma a sus crías y me llevas a dormir.

 

 

 

 

A Katja Gorečan

 

El secreto de la soledad es

que tiene un sabor diferente

al del dolor

 

Y cuando deslizas la lengua

hacia el otro lado del amargo camino

te encuentras solo e inservible

 

Con un palpitar oculto tras las costillas

y las manos bajo

estricta supervisión.

 

Me encantaría llamar

por teléfono a ése que entiende,

el que fuma en el balcón

 

Siempre tras las puertas y pisadas.

El único y el mismo camino entre

el choque de los átomos

de mi cuerpo

 

Aljaž Koprivnikar (Liubliana, Eslovenia; 1987). Poeta, crítico literario, editor y productor. Su poemario titulado Anatomía fue inicialmente publicado en el ... LEER MÁS DEL AUTOR