

Presentamos algunos textos claves del clásico poeta portugués en la versión al español de Carlos López Narváez.
Luís de Camões
Cuanto quiso Fortuna que tuviera…
“Enquanto quis Fortuna…”
Cuanto quiso Fortuna que tuviera
la esperanza de algún contentamiento
el regusto de un suave pensamiento
hízome que sus frutos describiera.
Mas, recelando amor que descubriera
secretos que causaran detrimento,
la mente oscureciome con tormento
para que sus engaños no dijera,
Vosotros los que Amor mantiene afectos
a su voltario giro, cuando en breve
libro viéredeis cosas tan extremas,
sabed que son verdades, no defectos;
y que tan solo si el Amor os mueve
habreis la comprensión de mis poemas.
Donde las armas tuve más a mano…
“Tomou-me vossa vista…”
Donde las armas tuve más a mano
cautivo me tomó vuestra mirada:
que de buscar defensa a la emboscada
de vuestros ojos, el empeño es vano.
Para triunfo más pleno y soberano,
ver esperásteis mi razón armada;
inútil fue, pues cosa es demostrada:
contra el del Cielo no hay poder humano.
Pero, magüer os haya garantido
vuestro destino excelso esta victoria,
reparad que bien poco os ha servido:
Si en verdad Vos me hallasteis preparado,
Vos en vencerme a mí no lleváis gloria:
la llevo yo por ser de Vos vencido.
Mudan los tiempos y las voluntades…
“Mudan-se os tempas…”
Mudan los tiempos y las voluntades;
se muda el ser, se muda la confianza;
el mundo se compone de mudanza
tomando siempre nuevas calidades.
De continuo miramos novedades
diferentes en todo a la esperanza;
del mal queda la pena en la membranza;
y del bien, si hubo alguno, las saudades.
Torna el tiempo a cubrir con verde manto
el valle en que la nieve relucía:
igual en mí se torna lloro el canto.
Y, salvo este mudar de cada día,
mudanza, hay otra de mayor espanto:
que no se muda ya como solía.
Transformase o amador
Transformase el que ama en cosa amada
por obra y gracia de alta fantasía;
después el corazón ya nada ansía,
pues lleva en sí la parte deseada.
Si en ella está mi alma transformada,
también sosiega el cuerpo su porfía;
sólo en sí mismo descansar podría,
pues que a su vida el alma está ligada.
Pero esta radiante semidiosa,
que como el atributo en el sujeto
con mi alma se funde y se conforma,
viste mi pensamiento en luz radiosa,
y el vivo y puro amor de que es objeto,
cual la materia simple, busca forma.