Oscar Hahn. San Juan de la Cruz escucha a Miles Davis

 

Presentamos un texto clave del reconocido poeta chileno y Premio Nacional de Literatura.

 

 

 

 

Oscar Hahn

 

 

SAN JUAN DE LA CRUZ ESCUCHA A MILES DAVIS

 

I.

 

SAN JUAN EN EL CALABOZO (Toledo, 1577)

 

La trompeta flamea serpentea relampaguea

Su quejido metálico

 

se hunde y difunde exclama y reclama

un no sé qué que queda balbuciendo

 

Es el Arcángel San Gabriel dice el Santo

Es el Arcángel que me llama desde el futuro

 

Es el Arcángel cuya piel es más negra que la noche

y brilla como las heridas de mi alma

 

Es el sonido de la trompeta como un cauterio suave

 

 

II.

 

MILES DAVIS EN EL CALABOZO (New York, 1959)

 

Los tornados me dan el viento que necesito

para tocar mi trompeta

 

Oh toque delicado que a vida eterna sabe

 

Y vi que por la ventana del calabozo

entraba un halo de luz y que en el aire

flotaba una Aparición fulgurante

 

(Son alucinaciones de la droga Dios mío)

 

Para ahuyentar al espectro tomé mi trompeta y toqué

 

Y mientras tocaba el rostro de la Aparición

tenía una expresión como de éxtasis y dijo:

 

“La música callada la soledad sonora”

 

Sentí que me crecían alas en la espalda

y empecé a levitar

 

Entonces apareció un graffiti en lo alto de la pared

que decía:

 

Qué bien sé yo la fuente que mana y corre

aunque es de noche

 

Y la sangre que manaba de mi cabeza

por los golpes que me dio el policía

iluminó la celda y dejó de correr

 

alrededor de la medianoche