

Presentamos algunos textos claves del legendario cantautor chileno al cumplirse hoy miércoles 28 de septiembre 90 años de su nacimiento.
Víctor Jara
PALOMA QUIERO CONTARTE
Estilo canto a lo humano
Paloma quiero contarte
que estoy solo, que te quiero
que la vida se me acaba
porque te tengo tan lejos.
Palomita verte quiero.
Lloro con cada recuerdo
a pesar que me contengo,
lloro con rabia pa’fuera
pero muy hondo pa’dentro.
Palomita verte quiero.
Como tronco de nogal,
como la pieira del cerro,
el hombre puede ser hombre
cuando camina derecho.
Palomita verte quiero.
Cómo quitarme del alma
lo que me dejaron negro.
Siempre estar vuelto hacia fuera
para cuidarse por dentro.
Palomita verte quiero.
EL DERECHO DE VIVIR EN PAZ
El derecho de vivir,
poeta Ho Chi Minh,
que golpea de Vietnam
a toda la humanidad,
ningún cañón borrará
el surco de tu arrozal,
el derecho de vivir en paz.
Indochina es un lugar,
más allá del ancho mar,
donde revientan la flor
con genocidio y napalm,
la luna es una explosión
que funde todo el clamor,
el derecho de vivir en paz.
Tío Ho, nuestra canción
es fuego de puro amor,
es palomo, palomar,
olivo del olivar,
es el canto universal,
cadena que hará triunfar
el derecho de vivir en paz.
EL LAZO
Cuando el sol se inclinaba
lo encontré,
en un rancho sombrío
de Lonquén,
en un rancho de pobre
lo encontré,
cuando el sol se inclinaba
en Lonquén.
Sus manos siendo tan viejas
eran fuertes pa’ trenzar,
eran rudas y eran tiernas
con el cuero ’el animal.
El lazo como serpiente
se enroscaba en el nogal,
y en cada lazo la huella
de su vida y de su pan.
¿Cuánto tiempo hay en sus manos
y en su apagado mirar?
y nadie ha dicho: está bueno,
ya no debes trabajar.
Las sombras vienen laceando
la última luz del día,
el viejo trenza unos versos
pa’ maniatar la alegría.
Sus lazos han recorrido
sur y norte, cerro y mar,
pero el viejo la distancia
nunca la supo explicar.
Su vida deja en los lazos
aferrados al nogal,
después llegará la muerte
y también lo laceará.
Qué importa si el lazo es firme
y dura la eternidad,
laceando por algún campo
el viejo descansará.
Cuando el sol se inclinaba
lo encontré,
en un rancho sombrío
de Lonquén,
en un rancho de pobre
lo encontré,
cuando el sol se inclinaba
en Lonquén.
HERMINDA DE LA VICTORIA
Canto a lo divino
Testimonio de la pobladora:
”Y gracias a nuestro triunfo que
es ahora que estamos viviendo
como gente se dice. Tenemos
nuestro sitio, nuestra casa que
es la población Herminda de
la Victoria”.
Herminda de la Victoria
murió sin haber luchado,
derecho se fue a la gloria
con el pecho atravesado.
Las balas de los mandados
mataron a la inocente,
lloraban madres y hermanos
en el medio de la gente.
Hermanos se hicieron todos,
hermanos en la desgracia
peleando contra los lobos,
peleando por una casa.
Herminda de la Victoria
nació en el medio del barro,
creció como mariposa
en un terreno tomado.
Hicimos la población
y han llovido tres inviernos.
Herminda en el corazón
guardaremos tu recuerdo.
LA LUNA SIEMPRE ES MUY LINDA
Recuerdo el rostro de mi padre
como un hueco en la muralla,
sábanas manchadas de barro,
piso de tierra,
mi madre día y noche trabajando,
llantos y gritos.
Jugando al ángel y al diablo,
jugando al hijo que no va a nacer,
las velas siempre encendidas,
hay que refugiarse en algo,
¿de dónde sale el dinero
para pagar la fe?
Recitado:
No recuerdo que desde el cielo
haya bajado una cosecha gloriosa,
ni que mi madre hubiera tenido un poco de paz,
ni que mi padre hubiera dejado de beber.
Canto:
Al pobre tanto lo asusta
para que trague todos sus dolores,
para que su miseria la cubra de imágenes.
La luna siempre es muy linda
y el sol muere cada tarde.
Por eso quiero gritar:
no creo en nada
sino en el calor
de tu mano con mi mano.
Por eso quiero gritar:
no creo en nada
sino en el amor
de los seres humanos.
Recitado:
Quién puede callar el latido
de un corazón palpitando
o el grito de una mujer dando un hijo.
¿Quién?
TE RECUERDO AMANDA
Te recuerdo Amanda,
la calle mojada,
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.
La sonrisa ancha,
la lluvia en el pelo,
no importaba nada,
ibas a encontrarte con él,
con él, con él, con él, con él…
son cinco minutos
la vida es eterna
en cinco minutos.
Suena la sirena,
de vuelta al trabajo
y tú, caminando,
lo iluminas todo,
los cincos minutos
te hacen florecer.
Te recuerdo Amanda,
la calle mojada,
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.
La sonrisa ancha,
la lluvia en el pelo,
No importaba nada,
ibas a encontrarte con él,
con él, con él, con él, con él…
que partió a la sierra,
que nunca hizo daño,
que partió a la sierra
y en cinco minutos
quedó destrozado.
Suena la sirena,
de vuelta al trabajo,
muchos no volvieron,
tampoco Manuel.
Te recuerdo Amanda,
la calle mojada,
corriendo a la fábrica
donde trabajaba Manuel.