Pólvora en los ojos
(Traducción al español de Nancy Morejón)
Te llevaré conmigo en la poesía
Te llevaré conmigo en la poesía.
Allá en donde las palabras son delirios de belleza que beben en la
fuente del buen tiempo.
Te llevaré conmigo en la poesía.
Allá en donde el vientre no es más que un paisaje
en las manos tiernas
de la mañana
el deseo torrencial canta su oración
Te llevaré conmigo en la poesía…
Allá donde las flores y los ojos hablan la misma lengua de armonía
afinada según la sinfonía del sol.
Te llevaré conmigo en la poesía.
Allá donde los labios no son sino los dos platillos
de una misma balanza
para pesar la voluptuosidad.
Te llevaré conmigo en la poesía.
Sobre las rutas prohibidas
a los automóviles, a los barcos, a los aviones
en donde sólo la espiral del corazón hace el recorrido
entre tú y yo.
Te llevaré conmigo en la poesía,
en la espalda del pájaro-mosca,
en una danza de algas borrachas
y subirán los ríos
los fuertes efluvios del placer
nacidos de la primera lluvia
sobre el ondulado metal de nuestros riñones.
Te llevaré conmigo en la poesía.
Atravesaremos la seda vegetal de los continentes;
atravesaremos el sobresalto de las islas
sorprendidas en su golpe de mar;
atravesaremos el fuego de nuestros cuerpos
con un hermoso ímpetu de savia en el sueño de las minas de azufre
Te llevaré conmigo en la poesía.
Nuestros brazos se casarán con el embrujo de los ríos
para abrazar el mundo
nuestro mundo
resumido
en la luminosa estación de tu cuerpo de mujer.
En el cofre nocturno
Palpo la noche
Su máscara de ceniza canta a
La consagración de los árboles
Mira cómo respiran mil gritos de insectos
Fiel a la conservación de los misterios
Caricias en flor aclaran tu rostro
constelado de placer
y el dolor de los Dioses cube nuestra insignia
Un viejo ritual de estrellas amasa su tesoro
en el costado de la vida
La sábana azul celebra todas las riberas
y ciega tu grito en lo profundo de la carne
La noche no es más que una ventana
abierta a nuestros vuelos
Desde hace dos mil años
partiendo en la punta de los deseos más desnudos
Desde hace doscientas mil noches
encabritados bajo el vértigo
Somos el equilibrio de las cosas más abiertas
Corsarios cupidos ricos en alquimia
Saqueamos fascinados el cofre nocturno
Perecederos amantes de eternidad colmados
ebrios convidados errantes en la rebelde sed
nos desalteramos de los presagios de la sal
Cósmicas corrientes nos conducen
como pasajeros clandestinos
hacia secretos molinos deleitosos
en donde el vino crea a la viña.
Mapa del tesoro
La medianoche gira sobre los goznes
de un rostro de mujer muy negra
tibia ascensión de savia de las ciénagas
en donde las lianas son como brujas
capturando el deseo el filo
de viejos ritos yorubas
el silencio se acuerda
de las puñaladas de la risa
en el árbol de la alegría
Reina etíope
en el bamboleo mágico
como un mapa del tesoro
todavía sin descifrar
en donde un parpadear de las estrellas
en los erizos de mar de mi sangre
envían mensajes muy secretos
para colgar sobre grandes paneles
nocturnos
Amantes
Amantes, hermosa sangre vuelta a brotar fuera de las heridas
de un galope primaveral
colmado de soplos de filarmónica-luz
Todo azul todo azul el temblor de los dioses
baila violento
a fuerza de caderas
de palabras-torrentes en su fiesta
ronroneo de huracanes
en pleno cielo
ella una magia de alas
atizando en desvarío la llama de los labios
y sobre el fuego la cabellera
sube como un lecho olvidado
y toda la tarde dilatada
acoge un suave roce de esperanza
el soberano aliento de la vitalidad
Amantes, todo lo que la noche no quiere decir
nace en el bolsillo de vuestros silencios
dulces lámparas bebidas
hasta en las reverberaciones del sueño
una mariposa rosada nace en el cuello
del pudor
surtidor embrujado
de una bolsa de perlas perfectas
subiendo a la vertiente de los ojos
Pólvora en los ojos
Ojos intrépidos y dulces que se alzan como guijarros de estrellas
vigilando el rostro
Allí veo sinuosos ríos bondadosos y oblicuos
que tienden trampas mágicas
a los tenaces caballos de mis sueños
Ojos dulces como bufandas
Una frente expuesta a la lluvia de mis ojos
Una frente de aurora y sol poniente
Una frente que huye hacia la raíz de los más traviesos pensamientos
Una frente bebe en la fuente de sus ojos
Un agua incandescente teñida de encanto a medianoche a mediodía
Sobre la lanza lasciva
Su frente me habla a mí del corazón más mudo
Tiránica emoción
Su cuerpo
Piragua de los sentidos
Lanzada vertiginosamente en un diluvio de agua viva
Baila en el grito silencioso de mi pupila
Su cuerpo de carne hostigadora
Bello pájaro-helecho
Silencioso de amar
Parpadeo de estrellas
pólvora en los ojos