

Presentamos tres textos claves del célebre poeta nicaragüense.
Joaquín Pasos
Invento de un nuevo beso
Bela amie, si est de nos:
Ne vos sanz moi, ne sanz vos!
Marie de France
En junio comienza tu estación espiritual con un bostezo
hablando de asuntos adecuados a tu olfato pequeño
leyendo lindas aventuras de amor y de misterio.
Algo hay detrás de ti, cuando
tú misma pretendes custodiar la espalda de tus
pensamientos
cuando tu propia sombra, al verte primavera, se cree
invierno.
Confesar que la lluvia es enemiga del sosiego,
decir “estoy bien” y asustarse del acento,
estar triste a la hora en que se abren los sueños,
esto revela que tratas de desviar tu recuerdo,
de sustraer tu vida a mi secreto.
Simple es la historia universal, como este cuento.
Pero ahora comienzas a gritar en silencio,
a encender cigarrillos sin fuego,
a verte sin espejo.
Como si yo no oyera, mujer, a través de tu cuerpo
el enorme ruido de tu miedo.
Como si no sintiera que nos envuelve el mismo viento ciego!
Porque podemos
sostener con nuestras maños unidas la cabeza del tiempo
que cae con vaivén de péndulo,
porque en junio florecen los recuerdos y maduran los
sueños,
porque lo que hay entre mi fuerza y tu debilidad ya lo
sabemos,
porque estamos detrás de nuestros propios pensamientos
leyendo de nuevo la aventura de amor y de misterio.
Despedida
Es preciso que levantes el brazo derecho
porque quiero llevar de ti un recuerdo de árbol.
Quiero saber que dejo sembrada en el horizonte
tu mano.
Tu mano que al viento crezca recordada,
tu mano que lo diga todo. Nada.
Es preciso que levantes el brazo derecho
para ver de lejos temblar tu corazón entre tus dedos.
Tu corazón, fruto que dio, sembrada en mis recuerdos
tu mano.
Tu mano que al viento diga de ese modo
nada. Todo.
Construcción de tu cuerpo
Estás desnuda aún, gran flor de sueño,
animal que agita las aguas del alma,
emoción hecha piedra.
Tu realidad vacía pide socorro en la ventana
llora su altura esquiva, resbala su materia,
el deseo de quemarla sube en el sediento fuego.
Bajan sólo las voces, las cintas imposibles amarradas al
recuerdo,
dos o tres pétalos.
Un río de agua negra cruza a través de mi sueño.
Mi esfuerzo de zarcillo se malogra en la torre,
en la lisa torre donde vive tu mano
quiebra las uñas de mis gritos.
¿Hasta cuándo bajarás en tu propia voz,
cuándo brotará tu forma?
Los ascensos ilimitados y las aguas profundas
han construido tu nombre,
yo te ofrezco mi sangre para completar tu ser
para vertirte por dentro,
mi amor te esculpirá la carne tallándote igual a ti,
se realizará tu bella espalda,
existirán al fin tus senos que fueron confiados a la nada,
tus ojos previstos desde la eternidad.
Los pájaros llorarán conmigo al oír por primera vez tu voz,
tu voz escogida entre todas las voces.
trayéndote asida de la lengua,
el agua negra temblará al escuchar tu grito de ¡Materia!
En aires insospechados flota tu tensa arquitectura,
tus medidas luchan contra los abismos,
pero cada uno de tus nervios va siendo colocado,
se prueba la integridad de sus sonidos
para que el victorioso piano toque la música de tu cuerpo
en movimiento.
La derrota del vacío vendrá a colmar mis venas perfumadas
a dar el primer vino a la sed del fuego.
Tu sufrimiento de vivir ha sido catalogado
entre las cosas más lindas del universo,
el tributo de amor más grande que se conoce.
Un temblor ignorado invade tu esencia
pues la emoción de encontrarme aún no conoce las
palabras,
tus oídos sin existencia no recogerán todavía estos versos
pero sabes que te espero en el puente de mi carne
alzando hacia ti mis brazos en llamas
con todo mi pequeño ser pidiendo tu realidad,
rogando la certeza de su sueño.
Tendrás que ser al fin, porque conozco tu perfume secreto,
porque sé tu nombre que nunca ha sido pronunciado,
porque he sentido en el aire el molde de tu cuerpo,
porque encontré en el espacio el lugar de tus manos
y en el tiempo la hora de tu caricia.
Porque este poema tuyo, desde lejos
lo dictas tú en silencio,
porque mis brazos se extienden hacia ti sin quererlo,
porque esto es demasiado para el sueño.