Massimiliano Damaggio

Durante el naufragio

 

 

 

(Traducción al español de Emilio Coco)

 

 

 

POLAROID

 

me miras desde la fotografía

pero yo no sé escribir en tu lengua

de lo que se llamaba niño

y era viaje de viento, irrupción

en el nuevo día, al calendario

escándalo

 

encontrarte hoy en un espejo de papel

me ha hecho temblar las manos

porque te obstinas en acompañarme a escondidas

a la salida de cada túnel

 

cuando juntos por la sorpresa nos reímos

frente a una imprevista vorágine de luz

 

 

 

 

DURANTE EL NAUFRAGIO

 

de todo este naufragio se salva quizá un niño

que sentado en el balón

en los charcos del asfalto

ve el cielo reflejado como un canto

 

si pudiera le diría que estás todavía a tiempo

sáltala esta agua

ahora que es solo una línea

 

date la vuelta y mírala mientras se hincha

la ola alta de las nubes en los edificios

y cómo me cierra los ojos, ahora

y cómo se esfuma la risa

de ti que corres, y del

polvo

 

 

 

 

DESDE LA MARQUESINA

 

cada llegada, al mirarla bien, es una salida

quien se abraza en el saludo, no sabe

que saluda una llegada

 

y por lo general es en el regreso que

quien se ve en las vitrinas tiene más miedo

de abrazar a un desconocido

 

porque también volver es ir

a un lugar que no había

 

 

 

 

MADRE

 

no es correcto

y no es poesía

recoger un dolor

para escribir palabras

 

si estás doblada en dos en la habitación

en el primer piso de la casa abandonada

mientras gritas al niño

que se escapa, y se cae por las escaleras, y se esconde

 

en la oscuridad escucha

el ladrar de tu mal

que hunde el tejado

 

 

 

 

Volvías de la oficina, preparabas la comida

llevabas

un ruido que se difundía en la casa

y sus fondos sin sonido

y largos, donde duermo, y espero habitar

el calor nunca florecido en tu nombre

 

pero incluso arrancar los labios es

amor, incluso

cerrar con llave los sudores de los despertares sin sueño

 

cuando el somnífero te interrumpe

y el balcón y el patio vuelven a la respiración

y las sombras cubren de signos

el cristal

 

 

 

 

Te he visto mutilar la raíz de la flor

en un rechinar de dientes que se astillan

 

te he visto ahogarte en un viento

de animales que remontan la garganta

 

y te he visto emerger y mirar aturdida

mi abanico de manos abiertas

donde se retuerce una mariposa rota

 

 

 

 

Cada vez que vuelvo

te envuelvo en un derrame de silencio

 

y miro el viento atravesarte, como un río

caído entre los dibujos de los gritos en la piel

 

así nos tenemos en el vacío

donde las paredes cuando se derrumban

no hacen ningún ruido

 

y la cáscara vacía del insecto

la ciudad sumergida

habitamos

 

 

 

 

MÁQUINA DEL TIEMPO

 

te encuentro donde empieza el bosque

y se apaga el ruido del hombre

 

he vuelto para mostrarte la palma de la mano

nuestro itinerario de sangre

desde tus siete años hasta mis paisajes

de vacío que se abre

 

la vida es hermosísima, sabes, y a veces

podrás rozarla en las pausas

pero solo por un instante, antes de volver

al ruido

 

es como un amor negado que sin embargo te espera siempre

como el árbol que trepabas

ahora castigado por la valla

 

pero luego entenderás tú también

que este seguir adelante

en resumidas cuentas es una falta de amor

 

cuando tienes siempre en la boca un sabor

que no es suyo

 

Massimiliano Damaggio Traductor del griego moderno y del portugués, co-ideador del blog perìgeion. Ha pu ... LEER MÁS DEL AUTOR