El lugar estaba inmóvil, la palabra oscura
(Traducido al español por Emilio Coco)
El lugar estaba inmóvil, la palabra oscura. Era aquél
el lugar establecido. Adiós memoria de noches
relucientes, adiós sonrisa grande. El lugar era allí.
Respirar fue una oscuridad de persianas, un estar primitivo.
Silencio y desierto se intercambiaban la cara y nosotros
hablábamos a una lámpara. El lugar era aquél. Circulaban
pocos tranvías. Venus regresaba a su barraca.
Desde la garganta guerrera se desprendían episodios. No
dijimos nada más. El lugar era aquél. Era allí
donde estabas muriendo.
*
Un instante de la tierra,
un estar con las cosas,
bien matinal que se ofrece
y se recuerda, morada
encontrada en el alboroto: un tiempo
que entendías poco a poco, lentas
construcciones poco a poco, calendario
terrestre. No sé
qué ocurrió luego, qué
ocurrió, amor mío, cómo fue posible,
cómo fue posible.
*
Eras la última
mujer de la vida, eras la tormenta
y la quietud, el lugar
donde la luz está ensangrentada
y la sangre florece: pocos minutos,
pocos metros, siempre allí,
en el cemento que habla, en la ciudad
de los amantes, en el silencio
de los lavabos, el beso
ocurrió
y nosotros ya no hemos
querido salir.
Se muere así, en la entrada
de una escuela, en un círculo perfecto.
*
Por una calle de Roserio
y de sombra, camino, me quedo cerca
de ti, de tus sandalias
que el asfalto quemaba, el asfalto
de todo verano, el asfalto
que penetra en el pecho, hasta que aparece
la herida, hasta que la vista
es silenciosa como su fin.
*
Nosotros que hemos conocido
el corazón de cada día y el corazón sin edad,
la idea que ilumina la carne,
la sabiduría de las medidas
y el relámpago, nosotros nos dejamos
aquí, en dos metros de cemento, con un acto
de presencia, un latido
estival, un intercambio de persona.
(De: Tema del adiós)