Vaivén del agua
a veces
buscamos la palabra urgente de contexto
y el lenguaje se manifiesta como agua leve
que ensucia el auto recién lavado
¿cuántas preguntas se le hacen a la lengua
cuántas se van a poder resistir?
miramos abrazados el noticiero en la noche fusil de un país inflamado
noche espanto quedamos sin respirar por minutos
clavados inertes
agitaba el aire esa medida del silencio aullado
la urgencia estaba en los cuerpos
flameando una decisión
impermeable bandera
a veces
buscamos la palabra urgente de contexto
y es simplemente
saliva
y gesto
*
quiero escribirte un bosque submarino
oscuro meduso nervaduro de la mata
paisaje excéntrico del movimiento lento en el agua
que el ojo que lo vea no perciba el truco lo viva como lo posible cinético
una vista anfibia que no se asombre ante la lentitud
sea
o
si hay que salir del agua porque te ahoga
colgar bebotes en los pinos extranjeros de la barda
que abran y cierren sus ojitos
hagan tric tric tric tric
te dé risa no te asuste
pienses que las muñecas juegan otras formas
disparan pestañas caen en tu pelo
nieve decís te divierta
escribir un bosque para que te metas a celebrar a lo loco a lo Whitman
cantes sibarita de la mismidad
llores cada hoja desprendida
brille el encanto que no se te duerme
despierte esa fronda majestuosa de la risa
explote tu boca tan abierta
se te cuelen telas de araña las mastiques a gusto
tragues las semillas de sus nidos nazcan
tejan en tu espalda la certeza del crujido que escuchaste
escribirte ese bosque para cuando tengas ganas de hibernar
sea parecido a esa cueva que pensaste alguna vez
y dejaste escondida en un recuadro de la memoria frágil
piedra fresca te acompañe en la profundidad del pensamiento constante
te mantre todo el invierno que necesites
¿dónde está el bosque que intento escribirte?
*
desprendemos jazmines de furia
revés de una especie trunca
no la queremos engendrar
cerramos el vientre al vacío del deseo plata
y las flores se vuelven enojo
rabias del polen
para extinguir generaciones de abejas
y revocar la vida
lo vi en el agua recién
clarita estaba
volvía el barco de papel que doblé de niña
venía a decir las preguntas de mañana
venía a calmar esta ansiedad de futuro
volvió por mí
*
llevamos restos de aurora en el caparazón
pensamos que alcanzaría
ya ni la luna se vuelve rosada una vez por año
en retiro observamos las risas niñas de la siesta
el tamaño de este olvido profuso
cuarzos en la garganta del horror cotidiano
tapiz de hielo y espanto
en las calles vacías del hambre despierta
no gana una palabra ni dos
cuando gritan los estómagos
no espanta la miseria en cuchillo casero
ni expedientes dormidos abultajes de la desidia
llevamos restos de aurora en el caparazón
pero nunca alcanzan
resbalan los líquidos espesos de la duda
el aire no es suficiente para todos
y el agua
se acabó
*
ir al encuentro del propio ser
que se saluda amable con las turbadoras videncias apocalípticas
piensa este libro que algo tiene que torcerlas
convoca a los centinelas que ya vieron
un libro que leyó poesía en clave oracular
sabe que nada está definitivamente escrito
algo tiene que torcer el espanto
-Romina Olivero
Vaivén del agua
Tanta Ceniza Editora
Neuquén, Argentina, 2022