Romina Olivero

Vaivén del agua

 

 

 

 

 

a veces

buscamos la palabra urgente de contexto

y el lenguaje se manifiesta como agua leve

que ensucia el auto recién lavado

 

¿cuántas preguntas se le hacen a la lengua

cuántas se van a poder resistir?

 

miramos abrazados el noticiero en la noche fusil de un país inflamado

noche espanto quedamos sin respirar por minutos

clavados          inertes

 

agitaba el aire esa medida del silencio aullado

 

la urgencia estaba en los cuerpos

flameando una decisión

impermeable bandera

 

a veces

buscamos la palabra urgente de contexto

y es simplemente

saliva

y gesto

 

 

 

*

 

 

 

quiero escribirte un bosque submarino

oscuro meduso nervaduro de la mata

paisaje excéntrico del movimiento lento en el agua

que el ojo que lo vea no perciba el truco     lo viva como lo posible cinético

una vista anfibia que no se asombre ante la lentitud

sea

 

o

si hay que salir del agua     porque te ahoga

colgar bebotes en los pinos extranjeros de la barda

que abran y cierren sus ojitos

hagan tric tric   tric tric

te dé risa      no te asuste

pienses que las muñecas juegan otras formas

disparan pestañas      caen en tu pelo

nieve decís             te divierta

 

escribir un bosque para que te metas a celebrar a lo loco      a lo Whitman

cantes     sibarita de la mismidad

llores      cada hoja desprendida

brille       el encanto que no se te duerme

despierte   esa fronda majestuosa de la risa

explote tu boca       tan abierta

se te cuelen telas de araña     las mastiques a gusto

tragues las semillas de sus nidos      nazcan

tejan en tu espalda    la certeza del crujido que escuchaste

 

escribirte ese bosque para cuando tengas ganas de hibernar

sea parecido a esa cueva que pensaste   alguna vez

y dejaste escondida en un recuadro de la memoria frágil

piedra fresca te acompañe en la profundidad del pensamiento constante

te mantre todo el invierno que necesites

 

¿dónde está el bosque que intento escribirte?

 

 

*

 

 

desprendemos jazmines de furia

revés de una especie trunca

no la queremos engendrar

cerramos el vientre al vacío del deseo plata

y las flores se vuelven enojo

rabias del polen

para extinguir generaciones de abejas

y revocar la vida

 

lo vi en el agua recién

clarita estaba

volvía el barco de papel que doblé de niña

venía a decir las preguntas de mañana

venía a calmar esta ansiedad de futuro

volvió por mí

 

 

*

 

 

llevamos restos de aurora en el caparazón

pensamos que alcanzaría

ya ni la luna se vuelve rosada una vez por año

 

en retiro observamos las risas niñas de la siesta

el tamaño de este olvido profuso

cuarzos en la garganta del horror cotidiano

tapiz de hielo y espanto

en las calles vacías del hambre despierta

 

no gana una palabra ni dos

cuando gritan los estómagos

no espanta la miseria en cuchillo casero

ni expedientes dormidos abultajes de la desidia

 

llevamos restos de aurora en el caparazón

pero nunca alcanzan

resbalan los líquidos espesos de la duda

el aire no es suficiente para todos

 

y el agua

se acabó

 

 

*

 

 

ir al encuentro del propio ser

que se saluda amable con las turbadoras videncias apocalípticas

 

piensa este libro que algo tiene que torcerlas

convoca a los centinelas que ya vieron

 

un libro que leyó poesía en clave oracular

sabe que nada está definitivamente escrito

  

algo tiene que torcer el espanto

 

 

 

-Romina Olivero
Vaivén del agua
Tanta Ceniza Editora
Neuquén, Argentina, 2022

 

romina olivero portada

Romina Olivero (Bahía Blanca, Argentina, 1979). Reside desde niña en Neuquén Capital. Es profesora en Letras por la Universidad Nacional del Comahue y a ... LEER MÁS DEL AUTOR