No estés triste niebla
no estés triste niebla
En la primavera todo es muy galante
y se insinúa.
El rey astro se inclina y
todo abre su capullo dormido,
el césped saca su arma amarilla,
los mosquitos afinan sus violines,
la muerte disimula la curva,
los zorrillos compran sus perfumes
y mi bemba de negra brilla.
Todo suena desgarradamente lindo,
a vasos con hielo y arcoíris,
al “pi-qui-ti-pín” de la gotera amamantando la lata
“chii-chii” en la mecedora,
al “ta-ta” tomando atajo entre el mate.
Las miradas empiezan a tener sabores
y así no se amainan los carozos de níspero
bajo ese ritmo
Las lunas llenas pellizcan la noche.
Pero todo eso que parece hermoso en primavera
te apunta sin remordimiento
y con toda cruel ternura
dispara su pólvora hippie
florecida
hiriendo de brote
tu yerto movimiento.
Tíquet 62
Hola. ¿Todo bien?
Tan protocolar
tan guiones de loro
tan dizque de turno
tan egos moderados al cumplimiento del miedo
tan automatizados sentimientos
tan fotocopias de guiños
No es necesario preguntar
a la gente
la gente cierra a la misma hora de siempre
Y yo no veo el día que me halle
sin sacar número
ni hacer colas
para un poquito de asombro.
Hola, tengo la radiografía de tu nostalgia.
Mirilla
En el cruce exacto
si dos miradas se detienen
cómplices
milimétricas
y alineadas
los márgenes se arquean
para dar una segunda infancia
en donde columpiarse.
Persiana
Las especiosas glándulas tatuaban sus senos de grandes morochos soles.
Su escoliosis parecía aquella carretera que continuaba con mi espalda.
Sus ojeras habían encontrado la quebrada profundidad de las mías.
Su altura de delicada silueta se clavaba al resuello de los muebles,
al pronunciar gozo, parecía que un país entero hoy le cogía.
-Venezuela, no me quiero ir de aquí.
Te quedarás, consolé.
Entregué mi trópico,
mi arribo,
desnudando la piel que recubre la voz,
claustrofóbica en esencia,
desesperada por salir,
dictó al pecho un tropel de burbujas,
tronaron las muecas,
la umbría desparramada lamía todos sus cerrojos,
y la luz se movía como pequeña sabandija pintándonos de cebra.
Y del reposo
la trinitaria y cuerpo deliberaban alear su sudor
que hacía eterna la vida en la edad corta de la noche.
Poetariado
Somos el poetariado quienes inventamos el amor
y nos echan baldes llenos de marginalidad,
le hemos sacado cría a la poesía y el volcán.
Somos lo que no han prostituido las universidades,
vamos doctos de la calle,
hemos quemado la arquidiócesis.
Somos demonios reciclados, todo menos burgueses,
nada vela la miseria que nos clama,
narramos el decrépito ritmo social como si fuera un alelí.
Somos el descarte del arte en honorarios,
pero de nuestras palabras alguna vez se colgaron.
Somos demandantes, contestatarios, sindicalistas de la primavera.
Somos dientes apretados, pueblo sediento de justicia,
le ponemos nerviosos a los muros.
Somos trans,negros,pobres,locos, suburbio, y sobre todo putas
gente latente con
la prosa peligrosa:
En el aquí de las páginas que gritan:
si quieres ser poeta debes ir hacia las balas.
Éste partido lo jugamos fuera de las canchas
en donde nos metieron
aquí en la barriada.
Es la hora del combate, es la hora de reformar poderes,
es hora de escribir y escribir, y hacer algo más que resistir.
Somos cultores populares, el parnaso nos pertenece,
vivir dignos y tener tiempo para contagiar la contracultura
son nuestras demandas.
Si no se nos escucha a la brevedad:
mañana estaremos en huelga
dejaremos de decir palabritas cursis de esas que quieren
oír en San Valentín.
Y tendrán que sacarnos de todos los bares a
patadas
porque nunca volveremos a pagar nada.