Oscar Hahn

Casa llena de nada

 

 

 

 

 

APARICIÓN NOCTURNA

 

No puedo mirarte a los ojos

porque la sola luz de tu mirada

me cegaría con su resplandor

la sola lumbre de tu piel

me haría levitar por el aire

la sola visión de tu belleza

me haría entrar en el paraíso

sin moverme de este cuarto

Te quitaste la ropa lentamente

a los pies de mi cama

y quedaste desnuda

como la Venus de Botticelli

mientras yo pobre y triste mortal

que tiene prohibido abrir los ojos

a las apariciones de la diosa

te vislumbraba desde la cabecera

Y entonces avanzaste hacia mí

en medio de la noche más profunda

y te tendiste a mi lado

mientras todo mi cuerpo latía

como el corazón de las tinieblas

 

 

 

 

ESPERANDO TU LLAMADA

 

No va a sonar nunca el teléfono

 

Crecerán peces en los árboles

Brotarán nenúfares en la arena

Se oirá la música de las esferas

 

Pero no va a sonar nunca el teléfono

 

Suena el teléfono

Respondo

No eres tú

No va a sonar nunca el teléfono

 

Los mudos hablarán: verán los ciegos

Yo esperaré yo esperaré

hasta que se congele el infierno

 

Pero no va a sonar nunca el teléfono

 

Suena el teléfono

Respondo

No eres tú

No va a sonar nunca el teléfono

 

Suena el teléfono

 

 

 

 

¿ALGUIEN HA VISTO EL ROSTRO DE…?

 

Memoria, ciega abeja de amargura.
J. R. Jiménez

 

No consigo fijar tu rostro en mi mente

 

Hacemos el amor de vez en cuando

nos vemos con relativa frecuencia

pero cuando te vas de mi casa

no consigo fijar tu rostro en mi mente

Sé que tienes ojos azules

pelo largo castaño que cae sobre tus hombros

labios ni gruesos ni delgados

pero carnosos y sensuales

Tus rasgos son como fragmentos de un rompecabezas

Sin embargo cuando trato de armar tu rostro con ellos

es como dibujar el vacío en el vacío

 

Recuerdo tus bellas piernas largas tus muslos

que he acariciado muchas veces

tus pechos blancos y redondos

que fueron esculpidos por Praxíteles

Pero no consigo fijar tu rostro en mi mente

 

¿Y sabes? Puedo recordar la cara de don Leo el conserje

de las chicas de la farmacia del frutero de la esquina

de cuanto hombre y mujer sube o baja conmigo

en el ascensor del edificio

pero no consigo fijar tu rostro en mi mente

 

Me pediste que te acompañara hasta la entrada del metro

bajaste y te despediste con una seña

Y yo me quedé ahí arriba

escuchando el ruido del tren que se perdía a lo lejos

lo mismo que tu rostro en mi mente

Cómo iba a saber cómo iba a saber

que acababas de entrar en cuerpo y alma

en la estación de los rostros que nunca regresan

 

 

 

 

CASTILLO DE NAIPES

 

Colocaste las cartas

con gran delicadeza

una a una:

las rojas carmesí

las azules océano

las verticales reclinadas

formando un triángulo

y las horizontales

en perfecto equilibrio

 

Conteniendo el aliento

para no alterar nada

fuiste depositando

carta a carta

hasta formar la cima

 

Estas son las columnas

de nuestro amor

dijiste

 

Todo en el sitio justo

Todo en ordenamiento

riguroso

 

Y de pronto

el sonido y la furia:

el poderoso ventarrón

que remece la tierra

 

No era el Cierzo del Ebro

No era el Mistral del Valle

No era el Ciclón de Bali

 

Eran tus labios rojos

que soplaban con fuerza

sobre la frágil torre

de naipes temblorosos

 

Y así fueron cayendo

desde lo alto

diamantes extinguidos

tréboles infaustos

espadas oxidadas

corazones rotos

 

Ahora yazgo en el suelo

sepultado

por un mazo de cartas

que no pesan nada

por fibras de cartón

más livianas que el aire

 

Pero ay

cómo pesa la liviandad

amor mío

cómo duele y aplasta

la liviandad

cuando ha sido cargada

con tu alma

 

 

 

  

CASA LLENA DE NADA

 

Esta es una casa llena de nada

Se fueron los caballitos

de bronce el alazán de colores

la acróbata de porcelana

las litografías de Matta

la marina del dormitorio

el cubrecamas rojo las almohadas

 

Aquí no quedó nada

y sin embargo está todo

 

El sofá de cuero persiste junto a la pared

blanca pero no persiste

los muebles perduran sobre el parquet

caoba pero no perduran

y el velero zarpó no sé hacia donde

aunque todavía está sobre la mesa

 

Esta es una casa llena de ventanales

que no miran hacia ninguna parte

de lámparas que se encienden

y se apagan solas

llena de libros con las páginas en blanco

de óleos de posters de fotografías

que retratan su propia ausencia

 

Esta es una casa llena de tu vacío

Esta es una casa llena de nadie

llena de nada

 

 

 

 

MUERTE DE ANTONIO MACHADO

 

Converso con el hombre que siempre va conmigo.
A. Machado

 

Postrado en esta cama lejos de mi país

miro el viejo reloj que cuelga en la pared

Ahora son las tres y media de la tarde

 

Mi hora grité: ya el río

iba entrando en la mar

 

Ha llegado el momento de conocer al hombre

que siempre va conmigo

Cierro los ojos: viene

de un hondo laberinto sin tiempo y sin espacio

Cruza el umbral del sueño y se sienta en mi cama

 

Ha llegado la hora de verle cara a cara

y escuchar lo que dice pero él no dice nada

Toma un papel y escribe: “Estos días azules

y este sol de la infancia”

 

Días azules: Soria y una niña vestida

con su traje de novia: el amor y la muerte

Y ese sol de Sevilla,

sabio dispensador de frutos encantados

que sueñan en el fondo de la fuente de mármol

 

“Pronto seremos uno” dice sin voz el hombre

que siempre va conmigo: me levanto y le abrazo

Los días han tomado un color mortecino

El sol se va apagando

 

 

 

 

EL FIN DE LOS TIEMPOS

 

Le está saliendo sangre

a mi reloj

le está brotando sangre

que chorrea

del 1 al 3 al 6 al 9 al 12

 

Están sangrando

todos los relojes:

los Timex de pulsera

los de péndulo

los relojes de arena

los que brillan

en celulares

y en computadoras

los relojes atómicos

los Omega

y las clepsidras

que gotean sangre

de un vaso a otro

 

40 días y cuarenta noches

se estarán desangrando

los relojes

 

Olas gigantes

de color escarlata

azotan las ciudades

El barco que replica

el arca de Noé

acaba de naufragar

en un mar rojo

Óscar Hahn (Iquique, Chile, 1938). Poeta, ensayista, crítico literario. Es Doctor en Filosofía por la Universidad de Maryland. Entre 1971 y 1972 fue ... LEER MÁS DEL AUTOR