Ricardo Auguste

Heridas de los siglos y otros poemas

 

 

 

 

Mi nombre es migrante

 

Mi nombre es migrante

No tengo tiempo

Por los insultos de los nativos

Todavía trabajo

 

Mi nombre es migrante

Yo empujo la geometría

De las fronteras

La tierra es mi patria

 

Mi nombre es migrante

Dejo atrás mi patria verdadera

Extiendo la mano hacia otras costas

 

Mi nombre es migrante

Dejo tras de mí

Flores decapitadas

Sueños podridos

Una eternidad bordada de encaje.

 

 

 

Ser negro

 

Un humano debe ser Negro

Una vez en su vida

Porque ser negro es un Privilegio

Un regalo del cielo

Ser negro es estar vivo

El negro es más Brillante que la noche

Tiene su propio Arcoiris

Un corazón con más

Estrellas que el cielo

La sonrisa del negro es

Una obra de arte

Un dibujo

Un libro

Tal vez un

Versículo de amor.

 

 

 

Mis lágrimas

 

Mis lágrimas caen como una

Flor

Cuando alguien critica

Mi piel

 

Mi piel es una obra de arte

Las arrugas tienen versos libres

Mi piel negra tiene más fuerza

Que el viento

Es un nido dónde los pájaros lloran

Lágrimas de amor

 

El castigo será divino

Si alguien crítica mi piel

Y mi gran sexo

Un homenaje a mi piel

Y a mi alma que han sufrido

Mucho

 

Mi piel es el velo del infinito

La llave de la historia.

 

 

 

Apetito

 

Pasan los días

Y dejan una mancha

En mi sombra

 

Se van con sus escombros borrosos

Sus collares

Sus estalagmitas

Sus ollas

Sus calderas agujereadas

 

Tu cuerpo permanece:

Una cuchara

Y mucho apetito

 

 

 

Se muere de tinta

 

Incinero este poema

Deposito las cenizas

En el gran río del tiempo

 

Camino en caída libre

En todos los verbos

De acción

Para mí el horizonte es

El hogar eterno del poeta

 

Las palabras del poeta

Son nuevas como

Un par de zapatos

 

El poeta camina

En calles vacías

 

Sombra borrosa y errante

Locura vertiginosa

Tanto se dice a sí mismo

Tanto se muere de tinta.

 

 

 

Heridas de los siglos

 

Soy propietario de todas

Las noches estrelladas

Abro la esclusas de mi alma

Luego me lanzo en paracaídas

Dentro de mí

Guardando un pedazo

De cielo en la sangre

 

Dejé posarse un ave migratoria

Sobre mis labios

Todos mis balbuceos

Se vuelven múltiples constelaciones

 

Llevo en mí todos los estribillos

Mi alma es un gran tela fina

Que espera su primer dibujo

 

Tengo un viejo disco sin gracia

Tocando mi memoria

Hecha de paradoja de subversión

A pesar de todo eso

Mis tobillos se entregan al viento

Mis pasos llevan las heridas de los siglos.

 

 

 

¿Dónde estás?

 

Horas oxidadas

Maldito reloj

Mi corazón cede sus latidos

¿Dónde estás

Mi amor?

 

Miro el amanecer de la mañana

Con mi ojo saturado de verano.

 

 

 

Ámame

 

Ámame antes de que

El mundo muera

Antes de que los perros

De este sótano quemen

El amor bajo mi piel

 

Tócame antes de que

El mar sangre

Tócame antes de que el amanecer

Se convierta en posada

Antes de que la apoteosis

Me rompa el corazón

 

Camino en los depósitos

De tu cuerpo

Mi existencia duerme

En la palma de tu patria.

 

 

 

Esa noche

 

Esta noche las nubes

Son trapos mojados

Imágenes de sangrado

Recordándome

La juventud.

 

 

 

Eso depende

 

Nuestra oportunidad de

Perdurar en la emoción

Del poema

Para sostener la belleza

Como un espejo

Mirarse

Es posible

 

Eso depende del viento

Eso depende del amanecer

Eso depende de la noche

 

Si debemos quemar el viento

Borrar el amanecer

Destrozar la noche

Lo haré

 

Me gustaría

Verte como

Un nido

En la sombra.

 

Ricardo Auguste Nació en Puerto Príncipe, Haití, en 1985. Es periodista de profesión, comunicador social, actor de teatro, narrador, letrista, escritor, ... LEER MÁS DEL AUTOR