Kevin Prufer

En los días malos

 

 

(Versión al español de María Del Castillo Sucerquia*)

 

 

 

En los días malos

 

te escribo

desde lo profundo de los días malos

espero que me escuches

donde quiera que estés

lejos

en la mejor ocasión

 

+

 

en una mejor ocasión

espero que me escuches

lejos

donde quiera que estés

me encontré con una garza

a deshora, en la noche

en lo profundo de los días malos

 

+

 

a deshora, en la noche

en lo profundo de nuestros días malos

él arrancó una rana de la zanja llena de agua

su ojo

era de negro cristal

te escribo

donde quieras que estés

 

+

 

a deshora, en mis días malos

el cuello de la rana

estaba herido

sus piernas colgaban

la garza me observó

sombría

desde la mojada zanja

te escribo

 

+

 

desde lo profundo de los negros días

los muertos

penden

observo desde la acera

el ojo de cristal de la garza

me observa

bajo el resplandor de la farola

donde quiera que estés

 

+

 

en una mejor ocasión:

la gente moría

te escribo para decirte

que la gente está muriendo

recuérdalo

cuando te amarres los zapatos

para ir a caminar

a través de la canción de la noche

a través de la bella noche

en otra ocasión

 

 

 

 

Ausencias

 

a menudo, ella descubría cartas

su marido las escribió para ella

durante las últimas semanas

y las escondió donde él sabía

que podría encontrarlas

al principio, esto la fascinó

porque podía escuchar su voz en ellas

su agudo ingenio

e inteligencia

lo que pensaba sobre sus años juntos

y respecto a la enfermedad

 

+

 

con el paso del tiempo, me dijo

que temía abrir un viejo recetario

o algún cajón que abriera poco

al hacerlo, sentía que era como

invitarlo, con ansias, de regreso a su vida

apreciaba los recuerdos juntos

pero ya no quería encontrarlo de nuevo

y, a medida que pasaron los años

los descubrimientos escasearon

hasta, por fin, desaparecer

 

+

 

decía que, a menudo, se preguntaba

por qué lo había hecho

fue un hombre juguetón

amaba la atención de los demás

la cortejaba gracia y agilidad

¿temería la vasta falta de atención

que la muerte le traería?

¿o querría mitigar, poco a poco

el dolor de su ausencia?

 

+

¿sería justo afirmar que

continuaba vivo de alguna manera

siempre que una carta

pudiera estar escondida

en un jarrón

incapaz de revelarse a sí mismo

ante ella

para ofrecerle un recuerdo

o pensamiento sorprendente?

no, no era justo decir eso

dijo ella

mientras cerraba su libro y llevaba la taza de café frío

al lava platos

no era justo algo así.

 

+

 

afuera, hacía frío

había escarcha en la ventana

desde hace mucho

se le hizo posible

decirme lo enloquecedor que había sido

y reír

él se había obsesionado con su legado

y no extrañaba eso de él

afuera, una hilera de pájaros negros

descendió del cable eléctrico

en la nieve

me preguntó si había visto sus llaves

 

+

 

el mundo es un lugar vasto y solitarios

la muerte es aún más vasta

y silenciosa

cada palabra que escribo es un esfuerzo

por preservar la complejidad de mi propia mente

contra lo fortuito

la certeza de mi ausencia

es la trama de mis poemas

un elenco dentro del cual mis actores

recitan sus líneas

 

+

 

entonces

la ayudé a ponerse su abrigo de inverno

la vi apresurarse hacia su auto, cepilló las ventanas

les limpió la nieve

qué bien se siente estar vivo, la nieve

adherida al pelo

el aire frío en la garganta

ella sacó el auto de la acera

giró a la izquierda en Twelfth Street

y salió de mi poema

 

+

 

puede que hallan un par de cartas más

entre las páginas de los libros

que ella nunca leerá

silenciadas e insignificantes

un día, un extraño podría hallar en una

un tema de conversación

eso no me corresponde decirlo

tan sólo despierto en la madrugada

escribo esta historia

de ausencia y olvido

y, de sus autores, la vanidad

 

 

 

 

La traductora

 

un poema traducido

 

a la joven, le gustaba decir

es como el cadáver de un extranjero

arrastrado a nuestras costas

aquí

por lo general, hacía una pausa

dejaba que la metáfora naufragara

algunos, en la audiencia, asintieron pensativos

ahora, leeré mis traducciones de un antiguo poeta romano poco conocido

dijo

mientras barajaba sus papeles y miraba

en la oscuridad

al auditorio medio vacío

 

+

 

el cadáver se negó a quedarse quieto

las olas lo amaron demasiado

lo empujaron hasta la playa y, luego

lo trajeron de nuevo al mar

hasta volver a bajar por la playa

descender por un momento

o varios

en la arena mojada

entre los nadadores americanos

 

+

 

120 extranjeros en un bote con fugas

son demasiados

así, el océano se llena de poemas

algunos retienen las cualidades de su lengua materna

pero otros se hunden

en una nueva

 

+

 

¡aquí estoy, aquí afuera! veo tus

petrolíferas elevaciones brillando en el horizonte

dice la joven que nadie

escucha

o, ella no dice nada

se aferra al costado del bote empapado

donde ha flotado toda la noche

entre los cuerpos a la deriva

 

algunos de ellos se enredaron entre

las petrolíferas elevaciones mientras otros llegaban

apacibles, a nuestra orilla

 

+

 

un poema que flotó a cierta distancia

de su accidente

se transforma y la gente

huye horrorizada

cuando, por fin, llegó a reposar

en la playa

 

+

 

ustedes, extranjeros en sus barcos de muchas velas

¡únanse al imperio! dice la traductora

desde su podio iluminado

y el público suspira

aquí estoy, aquí afuera

dice una vocecita en la traducción

una voz Nadie que

ni siquiera el traductor

alcanza a oír

 

+

 

la audiencia

vino a escuchar una conferencia sobre traducción poética

 

y el traductor seguía con la antigua tendencia romana a absorber

y, por lo tanto, a transformar

menciona las culturas extranjeras

sus dioses y alimentos

 

afuera del auditorio ya había oscurecido

una perfecta noche de verano

las mil vasijas

en el negro y enorme océano

se asomaban y brillaban

 

+

 

durante varios días los cuerpos

estuvieron varados en la playa

ahora, los trabajadores americanos

los envuelven en bolsas de vinilo

 

que, en la metáfora del traductor

es una especie de publicación

 

+

 

¿qué hay para decir

sobre esta joven

todavía aferrada a los escombros dos

días después en mi poema?

una suave lluvia de verano

le urde la piel

estoy aquí, dice mientras

observa las petrolíferas elevaciones

acurrucadas entre ella

y la orilla

estoy aquí

 

+

 

es una mujer esbelta

y alguien debería traducirla

 

 

 

 

________

*(Traductora, agente literaria y escritora)
Barranquilla, Colombia, 31 de agosto del 2021
lacabramontes@outlook.com

Kevin Prufer (1969, Cleveland, Ohio). Es un autor, profesor y editor estadounidense. Ha publicado ocho libros de poesía, incluidos The Art of Fictio ... LEER MÁS DEL AUTOR