Soliloquio y otros textos
(Traducción al español de Emilio Coco)
FINAL
Ya no muge, no susurra el mar,
El mar.
Sin los sueños, incoloro campo es el mar,
El mar.
Da pena también el mar,
El mar.
Nubes espontáneas mueven el mar,
El mar.
A tristes humos cedió el lecho el mar,
El mar.
Ha muerto también él, mira, el mar,
El mar.
12 DE SETIEMBRE DE 1966
Apareciste en el portal
En un vestido rojo
Para decirme que eres fuego
que consume y reaviva.
De tus rosas rojas
Me pinchó una espina
Para que chupara del dedo,
Como ya tuya, mi sangre.
Recorrimos el camino
Que lacera la lozanía
De la salvaje altura,
Pero ya desde hace tiempo
Sabía que al sufrir con temeraria fe,
La edad para vencer no cuenta.
Era un lunes,
Para estrecharnos las manos
Y hablar felices
No encontramos refugio
Sino en un jardín triste
De la ciudad convulsa.
ESTRELLA
Estrella, mi única estrella,
En la pobreza de la noche, sola,
Para mí, sólo, resplandeces,
En mi soledad, resplandeces;
Pero, para mí, estrella
Que no terminarás nunca de alumbrar,
Un tiempo te es concedido demasiado breve,
Me otorgas una luz
Que no hace más que agudizar
La desesperación en mí.
ES LA HORA FAMÉLICA
Es la hora famélica, la hora tuya, loco.
Arráncate el corazón.
Su sangre sabe a sal
Y sabe a agrio, es dulzona siendo sangre.
Lo hacen, tantos llantos,
Cada vez más sabroso, tu corazón.
Fruto de tantos llantos, ese corazón tuyo,
Arráncatelo, cómetelo, sáciate.
REGALO
Ahora duerme, corazón inquieto,
Ahora duerme, anda, duerme.
Duerme, el invierno
Te ha invadido, te amenaza,
Grita: “Te mataré
Y ya no tendrás sueño”.
Mi boca a tu corazón, estás diciendo,
Le ofrece la paz,
Anda, duerme, duerme en paz,
Escucha, anda, a tu enamorada,
Para vencer la muerte, corazón inquieto.
HAS VISTO APAGARSE
A la soledad horrenda tú le prestas
El poder de correr dentro del Edén,
Amada donante.
Has visto apagarse en mis ojos
La acumulación de tantos recuerdos,
Cada vez más destructores,
Y un único recuerdo
Formarse de repente.
Tu alma lo ha encerrado en mi corazón
Y he renacido.
A la soledad que da miedo
Le ofreces el milagro de los días libres.
Redimes de la edad, pequeña generosa.
TU LUZ
Desaparece poco a poco, amor, el sol
Ahora que sobreviene una larga noche.
Con la misma lentitud del tormento
Vi alejarse tu luz
Para nuestra no breve separación.
EL RELÁMPAGO DE LA LUZ
Miles de hombres antes que yo,
Y también más que yo cargados de años,
Mortalmente hirió (¿hirieron?)
El relámpago de una boca.
Este no es un motivo
Para que se atenúe el sufrir.
Pero si me miras con piedad,
Y me hablas, se difunde una música,
Olvido que quema la herida.
PARA LOS MUERTOS DE LA RESISTENCIA
Aquí
Viven para siempre
Los ojos que fueron cerrados a la luz
Para que todos
Los tuviesen abiertos
Para siempre
A la luz
SOLILOQUIO
I
Te he buscado en mí largamente,
No te encontraba nunca,
Luego universo y vida
Se me revelaron en ti.
Aquel día fui feliz,
Pero el júbilo del corazón
temeroso me advertía
Que no estaba satisfecho.
Fue un extraviarme breve,
Ya tus dedos de sueño,
Ápice de la piedad
Me acarician los ojos.
Dabas entonces solícita
Esa quietud infinita
que tras amar asalta
A quien gozó de su furia.
II
Resplandece el sol en ti
Con el alba que volvió a salir.
¿Puede inducirme a creer
Un mar tan risueño?
Hoy es el carnal engaño
Que está deteriorando un corazón
desgastado por el delirio.
Lo desilusiona cualquier mira,
Llega sólo falsificado
el milagro, lo vuelve ciego.
III
Mi amor por ti
hace milagros, Amor,
Y cuando crees que has huido de mí,
Descubro que te engañas, Amor mío,
Volviendo la pureza
A iluminarme los ojos.
ILUMINADO ROCÍO
La tierra tiembla
de placer
bajo un sol
de violencias
amables
ESTOY ENFERMO
La melancolía
me macera
El cuerpo desangrado
me desangra
la poesía