Felipe Hugueño

El Black Panther chileno

 

 

 

 

Volver a amar

a Fresia

Tus ojos infinitos saben dar espacio
y abrigan a los míos,
eternamente fríos

Los astros y yo nos colamos por tu cabello
de ese negro azabache
que es la claridad anochecida

Tu esencia de niña
saca a la mía
de su aburrida monotonía
y la pone a reírse a carcajadas

Tu recatada paciencia
les pone frenos a mis impulsos testarudos
y los mece hasta la siesta

Como niño recién nacido
quiero estar contigo
hasta el último momento

Como hombre
quiero estar contigo
hasta que se nos acabe el tiempo

Ya me doy por vencido…
El amor lo conquista todo
y mis poemas de resistencia
se desmoronan
en esta nueva etapa
de la reconquista amorosa.

 

 

 

El subway neoyorkino

El subway es tan impaciente
que chilla antes de llegar a su destino

El chillar de los metales raspando
es señal de que no quiere detenerse en ningún lugar,
aunque tenga que parar

El ruido es el descontento de lo que viene
como el chillar de las langostas
que son lanzadas al agua hervida

Eso no es vida, pero es la que tienen que llevar:
las langostas seguirán siendo comidas
así como
los subways seguirán chillando todo el día

El subway lucha por seguir viajando
y las langostas por una nueva vida

Hablando de movimiento,
el zarandeo del subway me recuerda a los terremotos
que nos sacuden mientras ocurren

Los terremotos se acaban y los subways se estabilizan,
pero el mundo y el subway siguen en constante movimiento
No se detienen por mucho rato
y uno se mueve dentro del otro

Y nosotros seguimos chillando como las langostas
que solo quieren vivir un momento de paz,
sin el constante movimiento.

 

 

 

El Black Panther chileno

¿Qué es eso a la distancia?
¡¿Será una pantera?! ¡¿Será un lobo?!
¡No!…

No es un estudiante
No es un obrero
No es un anciano
No es un extranjero
pero estuvo desilusionado, disgustado, desamparado
y apartado
como cada uno y todos ellos…
Es el espíritu de la pantera negra de Chile
¡Es el Negro Matapacos!

Fue el Can Cerbero en las protestas
Fue de los protestantes el baqueano
Fue el que acorraló a la represión
a pesar de la presión que le ocasionaron
¡Fue el Negro Matapacos!

Pertenecía a la calle
Era un heredero de la modernidad urbana
Fue el que vivió la precariedad de primera mano
Fue el invisible del Estado
Fue uno de los que sobraron
¡Fue el Negro Matapacos!

Fue quien dio la vida por la causa
Fue el compañero de todos
Fue el que le sacó los colmillos al Estado
¡Fue el Negro Matapacos!

Estaría orgulloso del pueblo
Se reencarnó en estudiante protestante
Se puso en primera fila encapuchado
¡Fue el Negro Matapacos!

La vida callejera sin piedad del Estado,
las marchas infinitas por las calles de Santiago,
Te aseguramos,
la lucha tuya no ha sido en vano
Es por eso que te convocamos:
¡Eres nuestro Negro Matapacos!

 

 

 

I can’t breathe

Oliendo el asfalto
y la esencia herrumbrosa de su propia sangre
George decía: “I can’t breathe

Un peso descomunal
le arrebataba la vida
como una soga
y George decía: “I can’t breathe

Chauvin no cedía
y lo privaba del milagro que algunos llaman vida,
mientras George le decía: “I can’t breathe”

A George se le ennegreció la vista
porque moría,
pero en su mente todavía decía: “I can’t breathe”

La respiración cesó
Su verdugo aún lo inmovilizaba
y los testigos le decían: “He can’t breathe”

El sistema está colapsado
y todos de luto
rogamos de rodilla:
We can’t breathe”

Queremos respirar justicia
Exigimos cambios sustanciales

No queremos que la vida sea en blanco y negro
así que seguiremos todos diciendo: “I can’t breathe”

 

Felipe Hugueño Nació y vivió en Chile hasta los once años. Luego emigró a los Estados Unidos en el año 1998. Estudió en Nueva York. Completó un doct ... LEER MÁS DEL AUTOR