Adiós my love
ADIÓS MY LOVE
El día que me pudra sin haber dicho lo justo
A la luz de velas color mausoleo
Vendrás a tocar mi garganta de peste
Con la tristeza de una viuda hermosa
Querrás pulir mi nombre en tu boca
Y descubrir el eterno embrujo de la muerte
En la fosa donde los muertos se excitan
Intentarás adivinar el nuevo espesor de mi sangre
Irás a contemplar las tumbas de tus parientes
A los que nunca importé
Y de los cuales no supe más que eso
Me buscarás entre el zumbido de las moscas
Y te echarás cansada de intentarlo
Bajo el rosal más bello del cementerio
Desde la tierra de gusanos hambrientos
Leeré para ti el mejor poema ruso
Dormiré
Y te alegrarás de haberme perdido
(De Cartas del interno)
BORRACHO ESCRIBO PEOR
Faltan poemas –comento a solas-
La genialidad se oculta a cada instante
Mis experiencias límites con la palabra
Son vacas echadas, sin alfalfa ni estiércol
Tengo en la lengua espinas de rosas
Costras de sangre añeja, infecciones
Metáforas plagiadas a poetas simbolistas
De los cuales cargo ciertas traducciones turbias
Así como Martín Vargas cuelga los guantes
Tras haber disputado el sexto título mundial de los mosca
Quizá deba huir del campo de batalla
Yo pensé que todo era blanco o negro
Pero heme aquí sin ser lo uno ni lo otro
A la altura de un perfecto desastre
Que nada tiene que ver con la fantasía inicial
REBECA
La gata Rebeca llora en el zinc negruzco
Se contrae bajo la lluvia química
Chillidos de ratones avanzan por las latas
Rebeca tiembla como el cigarro de un sicótico
Después de haber perdido el ojo enfermo
Y extraviar en Agosto el sentido del olfato
Rebeca olvidó el odio a las ratas
Por eso resbala y sangra del hocico
Nadie le lleva pejerreyes frescos
Ni yodo para la infección de la pata trasera
Cuatro vidas ha perdido
Es la dama negra que desvaría entre las sombras
Rebeca aúlla epiléptica en el entretecho
Tiene sueños momentáneos, eternas convulsiones
Desangrada bajo la escarcha
Las ratas la cobijan y besan
RADIOHEAD
(Santo Bernardo, 1987)
Siempre quise a mujeres que no me quisieron
En el mosquerío del verano
Soñé con llevarlas a otros puentes
En los jardines municipales
Practiqué los modos de Valentino
Lloré flores y caramelos
Solo, entre mis nuevas tinieblas
Las tontas y sus padres
Nunca dieron un pétalo por mis gestos
Bajo sus vestidos
Vibraba para otros la orina tibia
Ahora las mismas hermosas y elegantes
Suelen pasar con sus maridos
A la hora del té, golpeadas y tristes
Y no saludan, no dan las gracias
(De Mala yerba)
FLACAS
Te gusta observar el hondo culo de las flacas
Descubrir en esa vasija la extraña herencia europea
Hay algo enfermo en esa fijación tercermundista
Un trabajo agotador, dulce, poético, malvado
Asaltan un banco, choca una motocicleta contra una
panadería
Llora la vendedora de cuchuflíes, patea una guagua
Arde la República
Pero a ti te importa observar el culo de las flacas
En la cola de las farmacias, subiendo las escaleras, en los
kioscos
Detrás de las vitrinas de las lencerías, en los hospitales
En las barracas
El culo de las flacas otorga al ambiente una pequeña luz
de bondad
Entonces las piedras saltan de un edificio a otro
Los automóviles detienen sus zapatos de polvo frente a las
comisarías
Los mendigos huyen con sus piernas ortopédicas
Entonces ratificas la vigencia del pecado
PRIMER JARDÍN
Me voy feliz y desquiciado
Fui en ti el peor de los gusanos del río
Aposté la orfandad del corazón, vaca y brisa
A los fatales cantos de los vampiros en los álamos
Sé tu nombre y el riesgo fatal de tu sangre
Nuestro beso malo escupió entre alhelíes bárbaros
Dicha y desgracia
Por eso me alegro bajo esta horrorosa tormenta
Estoy en ti hasta la inevitable lluvia del puñal
Otros como yo o mejores pétalos de dulzura enferma
Levantarán tu cintura entre buitres y amapolas
Y dejarán bajo los nichos la orina fresca de tu patio
Sólo yo te he amado con infatigable tristeza
La furia de la escarcha sobre la luna echada en la faz
de la muerte
El tonel de sangre que arrastra el mosquito hasta la tumba
Me condenan a la hoguera y al aburrimiento mortal
de los puentes
Soy el insobornable Yuri Richard, tu espina de ceniza y sal
Entra en este poema como un dedo de nieve al agua
Ven al polvo del jardín, al hielo del pueblo
Como entra un poeta a la desgracia del lenguaje
(De Cumbia)