Las formas del barro
(Traducción al español de Alain Saint-Saëns*)
LAS FORMAS DEL BARRO
Traigo las formas del barro
Esculpidas en mis manos:
el olor mojado de arcilla
humidifica mis palabras
y el sol que viene del pasado
revela un secreto guardado.
La mano cumple el trazado en el aire
y los dedos trabajan la arcilla,
zambullendo en un gesto vertical.
La izquierda recibe la dádiva
y juntas comparten el cuerpo
medido en arena, arcilla y agua.
El verbo en las manos se acurruca,
Se eleva, besa el aire en una curva,
Y sobre el vacío de la forme pasa
En contra de la madera sin reclamar.
La derecha alza el arco de alambre
Y las virutas/los recortes se desapegan de la masa.
Así se repite la búsqueda
De un bolo nuevo que toma forma:
Se vira el molde sobre la mesa
De trabajo del artesano,
Y una vez hecho el aseo de la arena,
Dos poemas brotan de la tierra.
En fila de a dos, por parejas iguales,
Los montes de arcilla se multiplican.
Y el alfarero, sin darse cuenta,
Contempla las paredes del futuro,
Que hoy, por cierto, aún abrigan
Sus sueños trazados en un muro.
UN RÍO EN LOS OJOS
Un río en los ojos
me recorre
en filos salobres,
arroyos dentro de mí.
¿Puede un hombre contener un río?
Algunos lo contienen.
Yo lo dejo fluir.
Y no para de renacer
dentro de mí.
MANIFIESTO
Si contengo
el impulso de mi palabra
no sobrevivo a la mudez:
la palabra es vida.
Si las manos capitulan
ante las amarras de día a día,
sangran con el hilo de la cuchilla:
manos atadas, manos mutiladas.
Si las venas no vehiculan
la brasa del sentimiento,
sucumben al hielo de la vida piedra.
Nada más queda
si no volverse vida.
LA CIUDAD
La ciudad hiere la mirada
como el Sol en el desierto,
y cada hombre indeciso
es un grano de arena disperso.
En las líneas de su cuerpo
es preciso pagar el precio
de vivir al revés
y descifrar sus mañas,
y perderse en los secretos,
coger las flores del miedo
que sus sombras desnudas
siembran en las entrañas.
La ciudad deglute y tritura,
digiere la masa horrorosa,
y los seres de alma dura
forjan gestos de armadura.
COMPAÑÍA DE LOS DIOSES
Muere un dios,
otros nacen:
cualesquiera se compran
entre nuevos y usados.
Entre templos & mercados
hay dioses en liquidación:
a cada fragor o tropezón
se busca un nuevo dios,
se aprende la misma oración.
Un dios y sus verdades,
entrega pronta en mostrador,
cada uno con sus milagros,
embalados en ondas cortas,
en cinta, en papel, papelón.
Se atiende fácil a las llamadas,
para el bien del fiel al consumo,
es descartable a corto plazo,
y hasta una próxima ascensión.
TORRES Y CASTILLOS
Encastillado o en torres,
se protege del futuro
el hombre, en sus pólizas
de seguro, pero, inseguro
Instala los ojos alrededor,
y tranca el alma en el ,
evita su sombra en el sol,
y en cada esquina sufre
El dolor de quien, teniendo todo,
pierde el sentido del mundo,
y dentro de una mirada muda
el miedo es su ser profundo.
ABISMOS SOBRE LOS ABRIGOS
Abismos sobre los abrigos,
las nubes flácidas
y la masa;
La acción rota de los fieles anejos,
el aire tumba con peste
y estío.
Es el riesgo, de repente,
el desatino,
es la vida, el bien proscripto.
Y, de bajo la lámina,
reluce el virus:
es el infierno consentido.
No es el verde de toda
labra, ni la verdad,
en el acto, donada.
No es la pena del ser,
en palabras,
es un tino derramado,
es balde al antojo de la fuente
de la nada.
Son actas
de una forma antigua
o armas de suicidios:
es la norma que vomita
a los excluidos.
(ANTI)TESTAMENTO
Los padres, los abuelos
cumplieron sus caminos;
ya no tienen la bendición del futuro:
caminemos solitos.
Los padres, los abuelos
inventaron oficios;
pero ahora es difícil:
aprendamos solitos.
Los padres, los abuelos
rememoremos sus versos;
nuestros poemas
son tras diversos.
Los padres, los abuelos
las señales de la ruta,
sus contras, sus pros,
somos nosotros,
entre el Sol
y la nada.
*Es un escritor, dramaturgo y traductor francés y paraguayo, con varios libros publicados en poesía, novela y dramaturgia.