Rabindranath Tagore

Poemas de esperanza y desafío

 

 

(Versión al español de M. Antolín Rato)

 

 

 

POEMAS DE ESPERANZA Y DESAFÍO

 

El incienso anhela desaparecer en aroma,

El aroma regresar al incienso.

La melodía busca encadenarse al ritmo,

Mientras el ritmo se recoge en melodía.

La idea busca su cuerpo en la forma,

La forma su libertad en la idea.

El infinito busca el contacto de lo infinito,

Lo finito su liberación en lo infinito.

¿Qué drama existe entre creación y forma?

La limitación persigue la libertad,

Y la libertad busca descanso en la limitación.*

 

*Este poema sirvió de introducción a la primera edición de las obras escogidas publicadas en 1896.

 

 

 

 

15 ÁFRICA

 

En aquella Edad salvaje

Cuando el Creador, insatisfecho de su creación,

La destruyó una y otra vez,

El mar embravecido te separó, ¡oh África,

Del seno de la tierra antigua,

Y Él te adornó con densos bosques

Impenetrables a la luz.

Allí, en tu más recogido retiro,

Reúnes los misterios de lo Incomprensible,

Y desenredas el enigma de

Tierra, cielo y aguas.

La magia de la Naturaleza, más allá del alcance del ojo humano,

Maduraba su mensaje bajo tu conciencia.

¡Oh, África, ensombrecida de sol!

Oculta por un velo,

Bajo la mirada turbia del desprecio

Tu humanidad yace oculta.

Llegaron con grilletes de hierro,

Esos cazadores de hombres…

Sus garras más agudas que las del tigre,

Sus mentes oscurecidas por el orgullo…

¡Más oscuras que tus bosques sin sol!

La codicia cruel de los Civilizados

Está desnuda bajo su desvergonzada humanidad;

Los senderos del bosque,

Te llenan de gritos sin palabras,

Son abandonados con sangre y lágrimas.

Las botas claveteadas de los saqueadores

Dejan marcas indelebles a su paso

Sobre tu deshonrada historia.

Y a esa misma hora, allende los mares,

Las campanas de la iglesia tocan llamando a los hombres a la oración;

Los niños juegan en el regazo de sus madres,

Y en la canción del poeta

Resuenan las invocaciones a la Belleza.

Hoy, cuando la noche está estrangulada por el trueno,

Y las bestias emergen de ocultas cavernas

Anunciando el fin de una Era,

Ven, ¡oh Poeta de una Nueva Edad!…

Mantente en la luz desdibujada del polvo

Entre los deshonrados,

Y proclama; “Olvida, oh Olvida!”

Será este tu mensaje final,

¡Oh África!

 

 

 

 

18 EL BASTÓN DE LA JUSTICIA

 

Tú, el bastón de la Justicia has puesto en nuestras manos,

Y nos has dado el derecho a castigar, ¡Oh Señor!

Este gran honor, esta ardua tarea,

Humildemente, con la cabeza inclinada,

¡La acepto de ti!

Al llevar a cabo mi tarea no tengo miedo alguno.

Donde olvidar es una debilidad cobarde,

Pueda yo cumplir, ¡Oh Terrible!, tu mandato,

Y que la Verdad surja de mi boca como una espada resplandeciente.

Sentado en tu trono justiciero,

Que yo sea capaz de conservar inmaculado tu honor.

El que se confunda,

Y el que mansamente sufra…

Que tu desprecio los abrase como a la yerba seca.

 

 

 

 

DE POEMAS MARAVILLOSOS

 

15 CONCORDIA

 

No te echaré la culpa.

Todas las heridas y caídas de nuestra vida

Que te hacen daño y duelen

Proceden de los hados airados.

Sé que no estás muy lejos

En el alejado cielo distante,

Sino que habitas en mí

Y cargas con mi peso noche y día.

Superando nuestra barrera infranqueable,

Hay un flujo incesante de toma y daca,

Que consiga realizar

Mis propios esfuerzos para aligerar ese peso,

Para desatar los enredados nudos que lo atan,

Y olvidando el yo, recorra el ancho mundo

Sin luchas, sin limitaciones.

Desterrada toda inquietud,

Tú y yo unidos compondremos una melodía

Que se lace hasta los cielos.

 

 

 

 

19 CUMPLEAÑOS *

 

El sol en su girar

Ha vuelto a día de mi nacimiento,

Ensartando los días abrasadores,

Y las cuentas de mi rosario llegan a su final.

 

¡Oh, tú, el Tapswi!

Abre tus manos y acepta mi guirnalda.

Austero es tu asiento de meditación…

Allí elevaré a ti día a día,

En el resplandor del sol del mediodía,

En la tormenta del monzón,

Mis severos himnos de alabanza.

Deja tu meditación y desciende

Allí donde los bosques están tupidos de sombras,

Y la mañana suave con el toque de las lluvias;

Donde el cansado crepúsculo despliega en los cielos

Su magia de colores,

Y la estrella de la tarde, silenciosa y solitaria,

Enciende el Arati

Para dedicar su ofrenda al infinito;

Donde la verde y hospitalaria tierra,

Bañada de paz y amor,

Trae al corazón sus múltiples delicias

En formas, sabores y canciones.

 

En el umbral de este mundo

Permite que hoy me despida

Y me libere de las cadenas del trabajo.

Preguntaré…

Recogiendo flores dispersadas por el viento caprichoso,

Reuniendo canciones que flotan sobre nidos de aves,

Despertado a la vida por el toque de la luz,

Este toque del Ser Universal,

Esta alegría de vida oculta en tierra, cielo y agua,

En el crepúsculo de mi vida

Llevaré hasta el centro de mi corazón…

En mis ojos, voz y sangre,

En mi sueño, despertar y meditación.

En la penumbra de esta vida,

Llenaré mi corazón, mente y cuerpo,

Por última vez,

Del océano del universo.

Yo desecho

Todo trabajo, disputa y duda,

Esperanzas vanas y ambiciones,

Y me despediré con estas palabras:

“Me voy, dejo mi amor atrás”.

 

*Escrito el día del cumpleaños del poeta, en mayo, la época más cálida del año en Bengala.

 

 

 

 

-Rabindranath Tagore
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Colección Visor de Poesía

 

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