Ramón Lizana

Nadie me dijo qué ni cómo es vivir

 

 

 

 

Modo espera…

Será que…
tuvimos tanto tiempo de mirarnos
que me fui acostumbrando
a verte sin que estés
a tocarte en el vacío
a escucharte sin oír tu voz
a olerte en todas partes
a amarte en un silencio vivo?
¿Será que te puedo hacer vivir en mí de nuevo?
¿Será que algún día decidas regresar
sin saber que ya no estoy?
O que leyendo esto puedas sentir lo mismo?
Y me veas, me toques, me escuches, me huelas,
y me ames como hago yo contigo solo…
Será que…?

 

 

 

Olvido

Creo que mi antigua rutina
cabe hoy toda en un bolsillo
los zapatos de siete leguas
yacen apenados y abandonados
se me achicó el mundo y vivo ahora
en poco más de cuatrocientos metros
oteando desde la colina al mar
que mira extrañado sin entender nada
acá me siento seguro me acostumbro
con mi fea linda piel de otoño que apaña
mientras leo escribo y hago lo que quiero
no ha sido fácil para el aprendiz de vida
que vive apresurado y seguro así morirá
estoy cansado de la ropa que ya no uso
llegó el momento para regalar sonrisas
sombreros y pantalones que crecieron
nunca creí en el llamado del tiempo
me rijo por lo que cantan los pájaros
el sonido de las olas y el susurro del viento
salgo lo justo y necesario pues no soporto
mascarillas, quiero aspirar el aire como era
cuando niño y caminaba buscando mi destino
estas palabras que ya no son solo mías salen
deste sueño y me levanto raudo porque luego
quizá no las recuerde y entonces sonrío
porque esta vez pude ganarle al olvido.

 

 

 

Pesadilla

De pronto cayó una estrella
no del cielo si no del pecho
los ojos quedaron fijos, solos
abiertos resguardando la noche
las manos y el cuerpo entero
mansamente se durmieron
suele pasar en el postrer sueño
dicen que la última imagen queda
reflejada en los ojos yertos
con gran esfuerzo quiero verlo todo
para acompañar el viaje eterno
infructuosamente la mirada busca
afanosamente un resquicio de luz
más la vida se apagaba por dentro
impidiendo cualquier recuerdo
un alarido de espanto rompió
la oscuridad y el silencio
haciendo reaccionar al cuerpo
y ahora sí, mis ojos obedecieron
dejando dos monedas en el suelo
mientras el sudoroso cuerpo
volvía a moverse entero
tranquilo me dije en silencio
mientras me tocaba en todas partes
sólo fue una pesadilla, un mal sueño
súbitamente se me erizaron los pelos
al palpar el gran vacío que había en el pecho

 

 

 

La vida está colgando

No va más! y queda en el aire
la invitación a ir
un último par de fichas de color vida
dudan por segundos
mientras la pequeña bola blanca
caprichosa rueda veloz
dos fichas caen en el repetido número
qué dicta el pensamiento
¡No va más ! se escucha en definitiva y
la vida está colgando
recordando ahora esos momentos
tantas veces escuchados en mi vida
¡No va más ! que ya ni las entiendo
y hoy entre respiros y jadeos en este
quirófano blanco y frío
un pensamiento sobreviene al silencio
interrumpido solo por la voz
abandonando el cuerpo
¡No va más!……………’………………..
después………………………….. ………
sólo silencio

 

 

 

Epitafio

No sé cuándo apareció por acá este lápiz
venía por dentro lleno de palabras invisibles
escritas con pensamientos de los tiempos
vestía uniforme con desconocidas figuras
que parecían cantar para recobrar sentido
escribiendo proféticas palabras en sánscrito
quizá fue para no volver a recordar el pasado
que anunciaba tiempos sin futuro ni respiros.
Nos enseñó a descifrar el lenguaje de la tierra
del mar y de los astros, del viento y la montaña
para hacernos responsables del destino que
nos lleva a todos hasta el final sin distingo.
Juro por los dioses que nunca supimos quién
puso el raro lápiz y sus escritos en el camino
ni siquiera imaginábamos el tiempo que estaría
y creemos que acabará como sucede siempre
quedando quieto tal como vive y luego muere
lamentando no haber escrito jamás el epitafio…

“Pudimos, pero no quisimos”

 

 

 

Las putas, mi aporte poético 

 

a Poetry Brothel London

Desnudos del alma

Las putas en su oficio diario con clientes
no los besan en la boca
imagino para que quede bien establecido
que es manera de decirles
me tienes… pero  ¡No te amo!
te entregan eso sí su cuerpo entero
no queda ningún lugar para el secreto
hasta gimen ayudando a alimentar el ego
haciéndoles sentir un acotado sueño
es lo convenido y siempre respetado.
Pero, ¿cuánto de deseo y pasión es necesario?
¿cuánto habrá para enamorarse de verdad?
para escucharse abriendo sus heridas
escarbando ambas almas sufridas?
él, macho en calidad de obligado abandono
ella, hembra oliendo como hembra el peligro
mientras siente cada vez más pegado
a su cuerpo ese pecho y el acompasado latido
yo no sé cuánto tiempo pasa, no lo sé
sólo sé que las putas no besan en la boca
si no están sintiendo lo mismo,
aunque a veces… abrazados se miran
como si fueran conocidos de siempre
naciendo en obscura pieza un nuevo idilio
todo y más se olvida entre la niña mujer
y ese hombre triste que parecía perdido,
desnudos del alma como cualquier pareja
que deseando entregarse se huelen se aman
y se besan en la boca, como poseídos.

 

 

 

Motivos

Niego con la vida que lo escrito
fueran solo versos de cajón
Niego que los sueños no existan
¿Do quedarían las huellas?
Es ley de vida vivir en absoluto
para tener motivos
podemos pasear por los tiempos
y nada cambiaría
no controlo lo que está escrito
para que la Poesía
muera penosamente olvidada
en un viejo cajón

 

 

 

Piel de otoño

Hoy aprendí a verte de nuevo
ojalá no sea tan tarde
con casi cuarenta años de testigo
nada pudo ser mejor
cuando tu mirada se convierte en mía
cuando el tiempo se apodera de todo
y un futuro incierto acompaña
¿Qué piensas piel de otoño?
¿Dónde amanecerá el recuerdo?
Búscame hoy que me encuentras
le dije a tus ojos de niña
porque aprendí a mirarme en ellos
y desperté como en un destape de botella
como si fuera a perder la vida misma.

 

 

 

Malos espíritus

Se escucha por un enorme parlante
que la vida como tal queda prescrita
que no podrás abrazar besar ni amar
tampoco caminar junto a los recuerdos
ninguna salida se autorizará sin permiso
no se podrá hablar con el viento porque
no entenderá la voz ni cortados respiros
las manos llenas de amor y de trabajo
deberán ser bien lavadas y purificadas
entonces recordé mi arco con las flechas
guardadas y regaladas cuando fui niño y
me preparé a salir enmascarado sin miedo
ni permiso para matar a los malos espíritus

Ramón Lizana Escritor, poeta y gestor cultural chileno, de profesión Corredor de Propiedades en la V Región. Organizador y partícipe de innumerables e ... LEER MÁS DEL AUTOR