Crónica del desagüe
[uno]
5
En el tanque se lee
“Newmont Goldcorp”.
Los guardias de seguridad
protegen el almacenamiento del agua
extraída de un pozo.
En la calle hay dos bidones
a medio llenar que se usarán
durante el día por una familia.
Los demás esperan rellenar
hasta el último envase de refresco.
6
La escasez de agua antes de la minera
no era un problema.
Los más de mil habitantes
de algunos pueblos aledaños
dicen que había un manantial,
pero se secó inmediatamente después de los trabajos.
Gracias a la corriente de agua
la gente lavaba y regaban las parcelas.
Ahora ni lavado ni siembra ni vida.
8
Antes de nacer mis hijos
ya estaban las excavaciones asustando a los vecinos.
Ha pasado mucho tiempo desde
la llegada de las máquinas.
Ahora les cuento
que con sus nacimientos
también llegaron los suicidios
a nuestra cotidianidad.
9
No somos los únicos afectados:
en todo el país
hay gente despojada
de sus comunidades:
hectáreas destruidas por la corrupción de las autoridades.
Por allá se construyeron malecones,
centros comerciales y condominios
en territorios que antes permitían
la libertad de la naturaleza.
16
En estos pueblos no hay Estado.
Nadie reclama las necesidades de la gente:
por eso la empresa minera
—mediante su programa de responsabilidad social—
nos ayuda mandándonos agua.
A las autoridades se les olvida
que en el norte aún hay vida.
[dos]
34
Cuando el proyecto de la mina inicie,
el terreno de nuestras infancias
será un hoyo profundo:
una antesala al infierno.
37
En confabulación con el gobierno,
Frisco-Tayahua —auspiciada por el hombre más rico del
país—
rodeó las inmediaciones con policías
para sacarnos de las casas.
Secuestrados tras las paredes:
era salir con nuestras cosas
o morir aplastados por las demoledoras.
41
Demolieron nuestra fe al tirar la iglesia,
también el porvenir al dejar en piedras la escuela
donde las generaciones intentaban
aprender lo que es la vida.
Si Dios nos castiga
que seque la riqueza de este suelo.
-Poemas incluidos en Crónica del desagüe,
Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde”,
México, 2020.