Ezequiel Carlos Campos

Crónica del desagüe

 

 

 

 

[uno]

 

5

En el tanque se lee

“Newmont Goldcorp”.

 

Los guardias de seguridad

protegen el almacenamiento del agua

extraída de un pozo.

 

En la calle hay dos bidones

a medio llenar que se usarán

durante el día por una familia.

 

Los demás esperan rellenar

hasta el último envase de refresco.

 

 

 

6

La escasez de agua antes de la minera

no era un problema.

 

Los más de mil habitantes

de algunos pueblos aledaños

dicen que había un manantial,

pero se secó inmediatamente después de los trabajos.

 

Gracias a la corriente de agua

la gente lavaba y regaban las parcelas.

 

Ahora ni lavado ni siembra ni vida.

 

 

 

8

Antes de nacer mis hijos

ya estaban las excavaciones asustando a los vecinos.

 

Ha pasado mucho tiempo desde

la llegada de las máquinas.

 

Ahora les cuento

que con sus nacimientos

también llegaron los suicidios

a nuestra cotidianidad.

 

 

 

9

No somos los únicos afectados:

 

en todo el país

hay gente despojada

de sus comunidades:

 

hectáreas destruidas por la corrupción de las autoridades.

 

Por allá se construyeron malecones,

centros comerciales y condominios

en territorios que antes permitían

la libertad de la naturaleza.

 

 

 

16

En estos pueblos no hay Estado.

Nadie reclama las necesidades de la gente:

 

por eso la empresa minera

—mediante su programa de responsabilidad social—

nos ayuda mandándonos agua.

 

A las autoridades se les olvida

que en el norte aún hay vida.

 

 

 

 

[dos]

 

34

Cuando el proyecto de la mina inicie,

el terreno de nuestras infancias

será un hoyo profundo:

 

una antesala al infierno.

 

 

 

37

En confabulación con el gobierno,

Frisco-Tayahua —auspiciada por el hombre más rico del

país—

rodeó las inmediaciones con policías

para sacarnos de las casas.

 

Secuestrados tras las paredes:

 

era salir con nuestras cosas

o morir aplastados por las demoledoras.

 

 

 

41

Demolieron nuestra fe al tirar la iglesia,

también el porvenir al dejar en piedras la escuela

donde las generaciones intentaban

aprender lo que es la vida.

 

Si Dios nos castiga

que seque la riqueza de este suelo.

 

 

 

-Poemas incluidos en Crónica del desagüe,
Instituto Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde”,
México, 2020.

Ezequiel Carlos Campos (Fresnillo, Zacatecas, México, 1994). Ha publicado en distintos medios impresos y virtuales de México, Colombia, Ecuador, El Salvador, Chi ... LEER MÁS DEL AUTOR