Ludwig Saavedra

Fuera de borda

 

 

 

1

 

Luz color albaricoque

Vivir al día

Como toda criatura silvestre

Porque la poesía latinoamericana es una pistola cargada con la que juega

A la ruleta rusa la intimidad de mirar lejos en la carne

Y el naufragio de asirse a la furia de un sonido pétreo o de arcilla

 

Y a la poesía latinoamericana la conocí

Porque no soy burgués

Yo soy la poesía latinoamericana me dijo

porque mis versos los he escrito con los mejores poetas de nuestros países tiritantes

Y para ello los he buscado en sus guaridas respectivas

Hermanándome con el gallinazo y con la mariposa de colores impresionistas

Para debatir mejor con el silencio

 

La poesía latinoamericana soy yo

Porque los he escuchado réprobos y geniales

y también chillar soberbiamente

Pero más poética es la sombra que dejan los girasoles en la memoria

Pura amarilla sombra que filtra

Emotivo ocaso    anhelado consuelo    fulgente refugio

Ilusión como todo pero Arte

 

proletaria de mi cadencia y de mi playa

Nada nuevo sobre lo terrible del amor

Nada nuevo sobre la calidad de la espera

Nada nuevo sobre la tristeza fija que rueda como estrella.

 

 

 

2

 

O rosal

Si tu dolor ha crecido como árbol frondoso

(sin el prestigio de los álamos en las noches de luna llena)

Si el sonido que me tiendes no es cuerda para mi charango y no me salva

A pesar que te he otorgado los colores del amor

embadurnada de limo fino

Desnuda nube o rosal

 

Si las palabras resuenan   encallan lejos en playas perdidas

Y la muerte es esa ola que las dispersa

borrando sus huellas

 

Nos desvanecemos con harta fe

alas de cormorán

sin temor al qué dirán

Sin dolernos de tu gloria Malaquita mía

Sin creernos ya lo que tus ojos bailaron en la oscuridad aterciopelada

dos cometas

dos zarpazos de primavera

Mientras un poema desvirga la estación veraniega

sincopadamente

Saborea este blues secreto

hará nítido el dolor

 

Pero si el vacío es

todo lo que lleva el río de sonidos a cuestas

Las palabras se suicidan prendiéndose fuego

Las notas se suicidan tan puras como son

Con solo aguantar la respiración.

 

 

 

3

Fuera de borda

 

Aquí has de venir con tus horas

de interminable altura proyección de punto vernal

Has de venir a la sombra de estas palmeras

Para remediar los cauces sin fin  la estática de la tormenta que domesticaste

Con migajas de ácido y caricias de adrenalina

 

Vendrás como Anfitrite altiva cubierta de efímeras joyas

De espuma marina relumbrando al sol

Desnuda de ira me dirás   He vuelto   me quedaré todo el verano

Podremos ver acampar a las estrellas

En noches que serán dichosas porque solo son dichosas esas cosas

Que se dicen con fe como la poesía

 

Y luego estaré esperando el camión que me lleve en autostop al Sur

Lo esperaré a las afueras polvorientas de Arica

Donde el desierto tiene miles de voces

Y el Sur es solo una canción que hemos escuchado atentamente

Cuando soñábamos

 

Solo tengo una certeza

Me deslizo en ella por parajes de hielo

Sonrisas de helechos

Grutas de sutras

Jirones de cuarzo

 

Con simples gotas de lluvia Maya se disuelve

Sobre el río Ucayali nocturno.

 

 

 

4

 

E

Hierba enjoyada de rocío

Largo y sostenido solo

De saxo se atigra

Zambo    los ángeles están llorando

En las esquinas

Están drogándose los ángeles

Y en su bad trip se encomiendan a tus versos

Para recordar la constelación del laúd

Y salvarse

En la intimidad del hartazgo de dolor

 

¿ A qué rumor de aguas celestes o turquesas

Eras fiel en el lenguaje?

Como un sueño siempre soñado

Como las montañas de luz y las montañas de oscuridad

Abrazándose

Yin yan    yanantin    yembé

Armonía de las catástrofes

Racimo flamígero

Consuelo de tierra

Huesos masturbando distancias

Arpas olvidadas en trenes que se detienen

En medio de la noche

 

Me acuerdo de tu paso

Y de tu beso

Ese quedo beso que sabias dar en la herida

Amigo.

 

 

 

5

Marinero que sueña en la orilla de la cyborgluna

 

Estamos tan enamorados del sol

Pero necesitamos la sombra

Si me voy por las ramas porque me gustan los árboles

Me dicen barroco

Si pronuncio pocas palabras

medidas con el filo de las nubes que anochecen

en el idioma

 

Pero el ritmo nos impulsa al sol

Porque en realidad le amamos

De una forma que apenas percibimos

con nuestros torpes ojos de topos proletarios

 

La velocidad

Se maquilla de ceniza

Palpa orejas como agua

Corriente

 

Y en las entumecidas tardes del abrigo cuando el sol ha huido cervatillo dorado

Cazado

Limitado

Alucinado

Nunca sin ternura ni dolor

Nos lacera su pudor de dios dorado

 

La guerra de cristal

El manantial

Del que beben los poetas

Se llama miseria luminosa

O sombra libérrima

 

Orilla

Costillas de botes

Olas a 33 rpm

Pista-base del Dolor para freestaliar

Bramar con los huracanes

rebaño incoloro que pace nuestra impaciencia

con triste calma

 

Por eso atesoramos la calidad de esta soledad sedosa

y llena de caminos a lagunas altoandinas

Donde me esperas Dito

Porque sabias esperarme como nadie

Sabiendo que todo el fenómeno de la escritura es como una finta del destino

Un esmero por seguir

Esquivando toda esa oscuridad

Y usándola como el color negro de nuestras canciones

 

Mi rap es para ti

Que bien lo sabes

Como sabes de la muerte su palabra y tono de voz al decir

Algo que es nuestro verdadero nombre

Adán nada

Hoja de higo

Fruto ninguno prohibido

Solo sensación de lidiar con esta absurda maleza que surge feliz campante

En todos los recuerdos

 

Es carne el ansia

Luego sombra

A veces voz

Siempre rio

 

Callados nos morimos

Ahora mismo estoy diciendo esto

En el profundo silencio de mi ciudad infectada

 

Quizá por eso amamos el sol

Quizá por eso aunque no queramos lo amamos

No tenemos estrella más cercana que haga real todo

Con su trazo infinito

 

Añorando una salida

Ternura

Tristeza rosa

Grafitti que tiende a la Iluminación

 

Porque en un dorso

en una caricia

en una desolación

siempre busco una playa.

 

 

 

6

Hinekiná

 

Los ojos se desvanecen

La lengua es venenosa

El charco no es un charco

Es tu rostro

Garúa de la locura

Tonada de la gloria de los destellos

Malecones de fija temeridad

Donde el delfín rosado pulula

En alados ríos de nocturnidad

 

Lirio de sal

Mantra del Huallaga

Incandescencia en la piel

El sol sirve su luz embriagadora

En las copas de los árboles

 

Observa la película del tedio y el terror

Estado condicionado con TLC al Samsara incesante

Gaviotas danzan en torno al floripondio negro

Hélices de la realidad lucen corrompidas

En cada ángulo de la casa un ángel

Mi casa que se desvanece en alas desesperadas

 

Por escribir poesía

Oculté mi lira entre los juncos

Laguna sonriente

El peregrinar ritual de los jóvenes poetas perdidos en Latinoamérica

Motivados por la rabia y la rebeldía

 

Y regresamos solitarios    solidarios

Tensión dicaz en las cuerdas

La primavera bebía lluvia empozada en las bocas de lagartos

Laguna silente

 

Por eso vamos

Bote de pesca artesanal de la costa

Peque – peque de la selva

Fuera de borda

Será un puerto conocido

La felicidad

Es un puerto conocido

La felicidad

Fue un puerto conocido

Y en el movimiento se interpreta todo disfraz

 

Vámonos cuervo

Con la armas que arrebatamos a los asesinos

Las chakitacllas son nuestras para las faenas y los carnavales

 

La cognición de las plantas nos guía    diciendo

Procura la playa

Nítida meditación de las olas

 

Vuelve al mar

Toma el sendero de lo bello

Verde esmeralda colibrí

Antiquísimo amigo

Que combatiera  a mi lado

Nieve y fuego

En su vuelo.

 

 

 

7

 

Como un animal sediento

Me acerco a la hoja en blanco

Y observo mi corazón

hecho de cristales pulidos por el mar

 

Quisiera aplacar esta sed

O esta imprecisa e irremediable tristeza que me acecha

O ambas

Y el deseo es otra hoja en blanco

 

Siempre hay soledad en tus poemas me dicen

Entonces diré como un animal sediento:

 

Es una fría tarde de invierno en el corazón de la montaña

El esplendor del río es solo un recuerdo que se mece manso y puro

Como si de una delicada canción se tratara y llegara su fin

 

La esperanza es nuestro sudor

y la luz en los ojos de los niños

la esperanza es creer que todos los niños del mundo son nuestros

 

Quedan algunas estrellas el viento sabe

El resto de las palabras

Qué más da.

 

 

 

8

 

Y quiero escribir un poema que tenga el sabor imperecedero de la soledad

Porque sé de soledad y sé de ritmo

Y sé también como consumir un detalle hasta hacerlo brillante como una estrella

Y entonces solo entonces suspirar corteza de árbol uña de gato labrado y silente

Acomedido de ángeles de aluminio

Y de esas balas que esquivas entre las ruinas

 

Sabemos que he jugado a la paleta de Eguren

Y embadurnado hasta el final de miel todo el oído del monstruo

Que tu ni nadie se atrevía a ponerle cabe al gato ni nombre tan siquiera

Pero si le llamaban como Vallejo gato gato

Acaso entre nosotros solo queda rencor y sonrisa de hojarasca

Para otros incendios que dancen

Para otras altas columnas de humo que sostengan templos

Pleno de la voracidad de la estrellas

Y cálido como los bandoneones y sierpe como los girasoles ocultos

En la mano de Blake

Y la pluma inserta en la iluminación de Basho

Bosones y miradas furtivas la cabeza explotará como coche bomba

Ante el edificio de la solemne poesía de oro y pan de oro y tostada de oro

Y todas esas orillas donde de rodillas durante horas acarician sin pudor la carne del río

Y el tiempo que alarga su sombra y saborea mi poema

Me apura

Porque la muerte sabe también sabe tan bien

Tocar su solo de batería

Su invocación a todos nuestros pulsos

Tengo una estrella en el pecho

Tengo una estrella de sílex y corta en pedazos la fibra de la noche

Y sangra la noche con tus ojos y sangran mis ojos con tu noche

Y tu afrenta es breve pero intensa

Podrías morir de roche

Si te preguntan por las aves que anidan en tus manos

En tus cálidas manos hermano Verastegui por tus palabras que son como manos que

Prenden puchos y acarician hembras en la árida meseta que es Lima

Cuando todos se van a soñar

O morir la orquesta que sube la cuesta

esa orquesta de obsidiana de sílex decolorado y altísono y perpetuo el bajo y grave y señero el oboe

y aquí no hay oboes solo quenas y zampoñas y zapateos

Harto zapateo y chispas entonces

Chispas para que sueñes y sigas soñando y riendo y trabajando tus poemas

Como quien perdona al tiempo todo lo imperdonable que esta vida nos ha hecho

Amontonando nuestros recuerdos junto con los muertos y las flores y todas las luciérnagas del vino éter.

 

 

 

9

 

Bote de pesca artesanal de la costa
(Meditación en las miles de plateadas   resplandecientes   gaviotas)

 

Oh hermanitas gaviotas     compañeras de chilla

Nada nos salva

 

Oh hermanitas gaviotas     compañeras de huelga de hambre

En guerra estamos contra toda mezquindad

 

El universo me ha regalado

Una sencilla flor amarilla

Y pequeña

Y muy linda

Y combustiona

 

Oh sal del mar que erosionas tanto

Los poemas

Te admiro porque consumes todo tan dedicada

Y delicadamente

Que has echado a perder también mi vocación de pescador

Y ahora solo tejo versos

Redes

Para atrapar  tiempo

 

Por la noche contemplamos el mar estrellado     el cielo profundo

Ola adiós    ola adiós    ola adiós.

 

 

 

10

El verano no finge orgasmos

I see the animals in the zoo
– Perfect Day, Lou Reed

 

Tiempo soplando escamas de sol

Por las azoteas

Desgarrado delirio

Poncianos que aún conservan algunas flores

Anaranjadas

 

Paseo al Parque de las Leyendas

Rincones en estampida

Laringoespasmos    oleaje       insolación

Garras de seda      lentitud de los bocados

 

O ir al Parque de la Muralla

Y escribir un poema sobre el grass

Al lado de la jaula de los pavos reales y faisanes

 

O en la plaza de Barranco   donde los niños juegan fútbol

Dos palmeras como arco

Y más allá los danzantes de break dance  jazzean

 

Las sonrisas flashean

Breve aleteo de la Iluminación por miles de vidas postergada

 

Verano viento de las velas

De los labios     de los bossas

Oleaje jauría negra

No pasa el viento      no pasa nada

En esta espera

 

Sospecho poesía es esperar

Con la naturaleza en guerra

 

Por eso esas breves treguas en los parques

El cielo     la neblina espantando magníficamente la luz

 

Para huir de la extraña sensación

De la habitación como ciudad sitiada

Todo el fluir de la noche.

Ludwig Saavedra (Lima, Perú, 1985). Primera infancia en la selva del Perú en Juanjui, a orillas del río Huallaga. Creció luego en el puerto de Chorrillo ... LEER MÁS DEL AUTOR